Los coches de alquiler en Francia, obligados a llevar un alcoholímetro

Una ley obliga a todos los conductores a disponer de un aparato que compruebe la capacidad de ponerse al volante tras la ingesta de alcohol

Una nueva ley francesa que entró en vigor el pasado 1 de julio obliga a todos los conductores que circulen por las calles y carreteras francesas, incluso los coches de alquiler, a llevar encima un alcoholímetro portátil. Éste deberá ser usado en los casos en que sean requeridos por las autoridades correspondientes.

De este modo, Francia se convierte en el primer país del mundo en universalizar el uso del alcoholímetro en los vehículos. Además la última regulación emprendida por las autoridades francesas en materia de tráfico, contempla la teórica acción de que todos los conductores realicen el test de alcoholemia sobre sí mismos antes de salir a la carretera en el coche.

En un principio, la medida entró en vigor hace cuatro meses, aunque, debido a la falta de este tipo de aparatos en el mercado, el Gobierno francés, entonces liderado por Nicolás Sarkozy, optó por dar una moratoria.

Descenso de accidentes

La nueva ley ha sido aprobada a pesar de que el país galo ha registrado un descenso del número de muertes en accidente de circulación en los últimos años. No obstante el 30% de los 4.000 muertos del año pasado tenían un nivel de alcohol en sangre mayor a lo permitido.

Por ello han decidido elevar el nivel de exigencia para los conductores. De momento, las multas no se aplicarán hasta el próximo mes de noviembre.

En Francia, el límite general de alcohol en sangre (y en aire espirado) legal es el mismo que en España. Es decir, más de 0,5 gramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre supondría un exceso que podría conllevar sanciones de hasta 4.500 euros y dos años de prisión.

a.
Ahora en portada