Livorno: el baluarte renacentista de la Toscana

Frente al mar de Liguria, esta ciudad cuenta con un rico patrimonio histórico de cuando Toscana era uno de los motores del Renacimiento

Abierta, cosmopolita tolerante y de espíritu mediterráneo, Livorno suele ser pasada por alto en los viajes por Toscana, eclipsada por Florencia o Pisa. Pero para quien llegue en barco a estas costas es una excelente puerta de entrada, con un rico tesoro histórico que recuerda a los años de esplendor del antiguo ducado.

Su posición estratégica fue clave para el crecimiento medieval de la ciudad de la torre inclinada, y tanto Génova como Florencia se la disputaron en un pulso político y militar que ganarían los Médici, quienes dotaron a la ciudad de fortalezas, murallas, canales y un puerto que se mantiene como uno de los más importantes del Mediterráneo.

Paseo de aires aristocráticos

Si el clima acompaña, uno de los puntos ideales para descubrir la ciudad es el elegante paseo marítimo de Terrazza Mascagni, al sur de la ciudad vieja, con su suelo de baldosas ajedrezadas, muy bien restaurada tras años de abandono, y que permite tener una hermosa panorámica de las playas de un lado y los palacios del otro.

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En el paseo se puede pasar por el Acuario de Livorno, uno de los más importantes del país, o conocer el Bagni Pancaldi, el centro de descanso de la aristocracia frecuentado por la casa de Saboya.

La Terrazza Mascagni es el paseo marítimo de Livorno. Foto: Visit Tuscany.

La Terrazza Mascagni es el paseo marítimo de Livorno. Foto: Visit Tuscany.

El puerto viejo

En el puerto, en medio del ajetreo de ferris, cruceros y barcos mercantes, suelen destacar los altos mástiles del buque escuela Amerigo Vespucci, que si no está navegando por el mundo abre sus puertas (o compuertas, más bien) al turismo.

El barrio de Nueva Venecia es uno de los más pintorescos, con sus canales y puentes y casas que parecen intactas desde el siglo XVII

Entre las murallas se encuentra el barrio de Nueva Venecia, cruzado de canales y puentes que recuerdan a la Serenísima, que en los festivales de julio se convierte en una meca de música, comida callejera y mercados.

El mirador de la plaza

Para descubrirla se puede caminar o contratar paseos en bote que pasen por la Fortaleza Nueva y que lleven hasta la Plaza de la República, la más grande de la ciudad.

Livorno Nueva Venecia Daniel Manastireanu   Pixabay

Atardecer en los canales de Nueva Venecia. Foto: Daniel Manastireanu-Pixabay

El lugar es un bonito mirador del barrio marítimo, las fortalezas y el Foso Real, el principal canal del distrito. A un lado se encuentra la Iglesia de Santa Catalina, con su interesante coro del siglo XVII, mientras que otro interesante ejemplo de arquitectura religiosa es la Catedral dedicada a San Francisco.

El corazón de la ciudad vieja

Situada frente a la Plaza Grande, su fachada renacentista fue totalmente reconstruida tras los bombardeos de la Segunda Guerra, así como los bonitos frescos de su interior.

El mercado es el sitio más divertido para conocer a los residentes de Livorno y probar las delicias de las fincas toscanas

Estas dos plazas se comunican por la Via Grande, la calle más importante de la ciudad vieja, abundante en cafés, bares, restaurantes, casas de moda y tienda de diseño instaladas bajo las fachadas de arcos. La arteria termina en la plaza que cuenta con la estatua de los Cuatro Moros, una de las más famosas de las numerosas que cuenta Livorno.

Estatua de los Cuatro Moros, uno de los iconos de Livorno. Foto: Visit Tuscany

Estatua de los Cuatro Moros, uno de los iconos de Livorno. Foto: Visit Tuscany

El mercado

Para conocer más en profundidad a los residentes conviene pasar al colorido Mercado Central de Livorno, en la Plaza Cavour, situado en un edificio del siglo XIX. Cada mañana de su hall principal es un despliegue de gritos, risas y saludos, como corresponde al carácter italiano.

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Entre las 200 paradas se encuentran las que ofrecen manjares de estas tierras, como quesos, salamines, vinos y aceites de olivas.

Para probar los manjares de Toscana hay que pasar por el mercado de Livorno. Foto: Visit Tuscany

Para probar los manjares de Toscana hay que pasar por el mercado de Livorno. Foto: Visit Tuscany

El arte de Livorno

No hay ciudad o pueblo de Toscana que no presuma de su legado artístico, y el de Livorno se puede conocer en el Museo Cívico Giovanni Fattori, ubicado en la aristocrática Villa Mimbelli, dedicado a este artista toscano y a otros creadores de los siglos XIX y XX, muchos de ellos provenientes de la famosa academia Macchiaioli, que se animó a romper moldes bajo la lanza del impresionismo.

Una de las joyas del museo es la Stradina Toscana, un óleo paisajístico pintado por el toscano Amadeo Modigliani cuando solo tenía 14 años.

La elegante Villa Mimbelli despliega las obras de arte de los pintores de los siglos XIX y XX

La elegante Villa Mimbelli despliega las obras de arte de los pintores de los siglos XIX y XX. Foto: Wikipedia

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