‘Las Meninas’ no se prestan (y otras 10 cosas que no sabías del Prado)

En plena celebración de su bicentenario, El Museo del Prado sigue escondiendo todo tipo de curiosidades y anécdotas que pasan desapercibidas

Del cuadro que nunca se presta -‘Las Meninas’ de Velázquez- al que más veces ha estado fuera de la institución –‘Autorretrato’ de Goya-, la obra más grande o la más pequeña, el director más famoso, su exposición más visitada o las películas que le han rendido homenaje: estas son algunas de las cosas que no sabías sobre el museo más prestigioso de España.

El museo preferido

Un total de 2.892.937 personas visitaron el Prado en 2018, 700.000 más si se suman los visitantes de sus exposiciones en otras ciudades españolas y extranjeras en las que estuvo presente mediante exposiciones temporales lo que le convierte, con 3,67 millones, en el preferido en España, aunque queda lejos en el ranking del Louvre, el más visitado del mundo, que cosechó 10,2 millones.

El edificio fue proyectado por el arquitecto Juan Villanueva y en origen se diseñó para acoger la Academia de Ciencias Naturales y Gabinete de Historia Natural

Pese a tener un interesante canal en Instagram donde se bucea en muchas de sus obras, la pinacoteca no es, sin embargo, la reina de esta red social, donde le supera el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) que ha cosechado en lo que va de año 181.275 menciones frente a las 161.226 del madrileño. Cabe destacar, sin embargo, el crecimiento del 38,34% respecto al año pasado, lo que deja abierta la puerta a un ascenso al podio milenial. 

Autorretrato, Goya. Nueva York, The Metropolitan Museum of Art, Harris Brisbane Dick Fund, 1935
Autorretrato, Goya. Nueva York, The Metropolitan Museum of Art, Harris Brisbane Dick Fund, 1935

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¿De dónde viene El Prado?

Ni el edificio fue diseñado para acoger obras de arte ni su nombre rinde homenaje a ningún personaje histórico. Su arquitecto, Juan Villanueva, lo proyectó en 1785 por orden de Carlos III para servir como Academia de Ciencias Naturales y Gabinete de Historia Natural.

Fue el nieto de este monarca, Fernando VII, impulsado por la reina María Isabel de Braganza, quien lo destinó finalmente al Real Museo de Pinturas y Esculturas, tal y como se inauguró en 1819.

De Real pasó a Nacional tras la Revolución de 1868, mientras que el nombre de El Prado se impuso definitivamente en 1920 debido a que era como se conocía popularmente al estar situado sobre lo que fue el Prado de los Jerónimos.

Falta de espacio

Además del edificio original de Juan Villanueva, integran el Prado el Claustro de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro, el edificio administrativo de la calle Ruiz de Alarcón, y el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, incorporado este mismo año.

En 2007 concluyó la ampliación más importante de la historia del museo, ejecutada por el arquitecto Rafael Moneo, cuyo plan añadía un edificio de nueva planta articulado en torno al claustro restaurado de los Jerónimos.

Así quedará el SaloÌn de Reinos tras la rehabilitación. Imagen: Foster & Partners + Rubio Arquitectura.
Así quedará el SaloÌn de Reinos tras la rehabilitación. Imagen: Foster & Partners + Rubio Arquitectura.

En total, suma una superficie útil de superficie total útil total de 45.322 m2, aunque ganará otros 2.500 m2 más gracias a la espectacular ampliación que preparar el arquitecto Norman Foster, en colaboración con el arquitecto español Carlos Rubio, que además prevé peatonalizar la calle Felipe IV, conectando el Paseo del Prado con el Retiro y cerrando el campus del museo que integran todo el conjunto de edificios.

El museo expone tan solo un 16% de su colección, alrededor de 1.290 obras de las 7.988 que tiene catalogadas

Haría falta mucho más espacio, sin embargo, para mostrar todos sus fondos. Actualmente de sus muros cuelga solo el 16% de su colección de pinturas. Así, de las 7.988 obras catalogadas expone actualmente solo 1.290. El resto están en depósito, almacenadas o bien en exposiciones temporales.

Más que pinturas

Aunque las pinturas y dibujos conforman el grueso de su colección, junto con las estampas y fotografías, el Museo del Prado también cuenta con otro tipo de objetos, entre ellos 39 armas o armaduras, 155 mapas o 526 tarjetas postales. Destaca la colección de artes decorativas que incluye el Tesoro del Delfín.

Además, El Prado tiene también una gran biblioteca ubicada en el Casón del Buen Retiro con alrededor de 100.000 entre monografías y obras de referencia. Está especializada en artes plásticas europeas entre la Edad Media y el siglo XIX.

Picasso fue director de El Prado

Muchos artistas han ocupado la dirección del Prado a lo largo de la historia, como José de Madrazo o Fernando Álvarez de Sotomayor, aunque quizás el más peculiar haya sido el pintor Pablo Picasso, designado por el Gobierno de la República en 1936.

Las Meninas. Foto: Museo del Prado.
‘Las Meninas’ es la obra más exitosa del museo. Y no se presta. Foto: Museo del Prado.

El malagueño aceptó el nombramiento y, aunque nunca tomó posesión del cargo, sí que actuó en diversas ocasiones en calidad de director del Prado, por ejemplo, con motivo del llamamiento al Congreso de Artistas Americanos, en Defensa de las Actividades del Gobierno de la República.

En otras oportunidades lo hizo como embajador de la cultura española en el exilio, apoyando las exposiciones de artistas exiliados en París.

En 1937 participó en la decoración del Pabellón Español de la Exposición Internacional de París, para el que pintó el ‘Guernica’. Tras la derrota de la República, depositó el cuadro en el Museum of Modern Art de Nueva York, con la condición de que sean devueltos “a los representantes calificados del Gobierno español cuando las libertades públicas sean restablecidas en España”.

Cuando se cumplieron esas condiciones, el primer lugar donde se expuso fue el Casón del Buen Retiro del Museo del Prado. Se abrió al público el 25 de octubre de 1981, exactamente un siglo más tarde del nacimiento del artista.

Prohibido prestar ‘Las Meninas’

La obra ‘Las Meninas’ de Velázquez es una de las piezas que más atención atrae del museo, tan solo igualada por ‘El jardín de las delicias’ del El Bosco y, como norma general, no se presta. El museo tampoco presta más de siete obras de Velázquez a la vez.

La exposición más exitosa

La exposición más vista de la historia fue la de El Bosco, en 2016, que consiguió reunir a 589.692 de visitantes. Comisariada por Pilar Silva y bajo el nombre de ‘El Bosco. La exposición del V Centenario’, la muestra que incluía una treintena de pinturas del artista de Brabante y una veintena de su círculo de seguidores desató una locura colectiva y superó las hasta entonces más exitosas: Tesoros del Hermitage (2011) y Velázquez (1990).

Imagen de las salas de la exposicioÌn. Foto: Museo Nacional del Prado.
Imagen de las salas de la exposicioÌn ‘Lavinia Fontana y Sofonisba Anguissola’. Foto: Museo Nacional del Prado. 

Brecha de género

El catálogo de El Prado cuenta con 32 pintoras frente a 4.926 pintores. Su primera exposición dedicada íntegramente a una mujer pintora fue en 2016: Clara Peeters, pionera en el campo de la naturaleza muerta y una de las pocas mujeres que se dedicaron a la pintura en Europa en la Edad Moderna. Incluía las quince mejores obras, procedentes de diferentes instituciones y colecciones privadas, de la escasa producción conocida de la artista.

Con el fin de avanzar hacia la reducción de esta brecha de géneor, la institución ha organizado otras exposiciones dedicadas a pintoras, como la actual de Lavinia Fontana y Sofonisba Anguissola. Se podrá ver hasta el próximo mes de febrero.

La mayor cantidad de ‘Goyas’

El Prado debe su origen -y gran parte de su singularidad- a la afición coleccionista de los reyes de los siglos XVI y XVII y refleja sus propios gustos así como una tendencia que pasaba por adquirir el mayor número posible de obras de sus pintores favoritos.

Es por ello que la pinacoteca cuenta con los mayores conjuntos conocidos del Bosco, Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez o Goya.

Precisamente de este último el museo es del que más obras tiene. Una de ellas, su ‘Autorretrato’, es también la obra más prestada de la institución. Ahora mismo está en Cuba, con motivo del 500 aniversario de la fundación de La Habana y la reciente vista de los reyes al país.

Y también a Goya está dedicada la última de las exposiciones que conmemora su bicentenario: ‘Solo la voluntad me sobra’, considerada la mayor reunión hasta la fecha de obra sobre papel del pintor, con unas 300 piezas procedentes de las propias colecciones del Prado y de colecciones públicas y privadas de todo el mundo.

Se trata de un recorrido cronológico por su obra, con presencia de dibujos de toda su producción, desde el Cuaderno italiano a los álbumes de Burdeos y que además refleja la plena vigencia de su legado, de la violencia del hombre sobre la mujer a la desigualdad, pasando por los desmanes de la clase dirigente.

Caricatura alegre Cuaderno de Madrid, Francisco de Goya. Foto: Museo Nacional del Prado.
Caricatura alegre Cuaderno de Madrid, Francisco de Goya. Foto: Museo Nacional del Prado.

El cuadro más grande

El cuadro más grande del museo es ‘La visión del Coloseo. El último mártir’, de José Benlliure y Gil. Mide 5,61 x 7,28 metros (más alto que una planta de un edificio).

Por el contrario, el más pequeño es ‘Carlos Ortiz de Taranco’, de Federico de Madrazo y Kuntz, que mide 11 por 8,5 centímetros, poco más que una mano.

La pintura más antigua

La pintura más antigua que atesora El Prado son los seis murales de la Ermita de San Baudelio de Casillas de Berlanga, considerada ‘la Capilla Sixtina’ del arte mozárabe (1125). Se trata de seis fragmentos de pintura mural traspasados a lienzo.

Si atendemos sin embargo a la primera obra de los fondos del entonces Real Museo de Pinturas fue ‘La Trinidad’, de José de Ribera, que fue adquirida por 20.000 reales.

Contrasta con una de las últimas adquisiciones, la ‘Virgen de la Granada’ de Fra Angélico, que costó en 2016 un total de 18 millones de euros.

Museo de cine

Las salas y pasillos del Prado, además de en numerosos documentales, han aparecido en películas como ‘Tierra y cielo’ (1941), ‘El pobre García’ (1961), ‘La hora de los valientes’ (1998), ‘Los fantasmas de Goya’ (2005) o ‘Amores locos’ (2008).

 

a.
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