Las Fallas, asfixiadas por Barberá y Montoro

El colectivo insiste en que el mundo fallero se mira ahora con lupa

La visita de un grupo de inspectores de Hacienda este jueves a las fallas de las sección especial ha creado malestar en el mundo fallero. Pero la revisión sorpresa de la Agencia Tributaria bajo la tutela de Cristóbal Montoro no es la única a la que se han sometido las comisiones. Además, el Ayuntamiento que dirige Rita Barberá ha aumentado los controles este año.

“La policía ha solicitado a las fallas los permisos para montar puestos de comida y revisar así que todo esté en regla. Tras los controles, se ha desmontado alguno de ellos”, apunta el secretario de la Interagrupación de Fallas, José Manuel Acosta.

Varias comisiones falleras –385 en Valencia y periferia– aseguran que se han endurecido los exámenes que ha realizado la administración para esta edición. La insistencia en pasar revista a las fallas pero, sobre todo, la visita sorpresa de Hacienda en la antesala a las fiestas ha inquietado al sector que considera que el mundo fallero se vigila ahora, más que nunca, con lupa.

Normas más severas

Aunque Barberá mostró gran indignación este jueves por la llegada de los inspectores de la Agencia Tributaria a Valencia, el Ayuntamiento también ha reforzado las revisiones respecto a ediciones anteriores. Las agrupaciones falleras lamentan, ante tanta comprobación, la poca coordinación que existe entre los diferentes estamentos.

“Nadie está en contra de que se revisen los permisos. Lo que se cuestiona es cómo ha abordado Hacienda esta cuestión. Hay todo un año por delante y no es necesario pedir papeles en los momentos de mayor trabajo”, insiste Acosta.

Barberá persigue desde hace un par de años la creación de una normativa global para establecer los horarios, las licencias y otros requisitos que deben cumplir las comisiones falleras. “Nos parece bien si respeta la vida fallera porque las Fallas contribuyen a la economía de Valencia y mucha gente vive de ellas”, apunta Acosta.

Más impuestos

Pero, por si fuera poco, junto a las revisiones las fallas han sufrido este año una subida del IVA de hasta el 21%, impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Los monumentos tributaban antes al 8% y, tras la reforma fiscal, se ha incrementado en un 13%. Las asociaciones falleras lamentan que la fiesta popular de Valencia se integre en el paquete de cultura y ocio y se le imponga una subida de impuestos tan elevada.

“Las fallas no generan beneficio porque son una fiesta, un arte efímero que al contrario de lo que pasa con la industria del cine no se revaloriza ya que después el monumento se reduce a cenizas”, subraya Acosa. Con todo, las comisiones falleras se sienten desamparadas ante las diferentes instituciones. “Nadie está defendiendo esta tradición”.

a.
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