Las 10 mejores calas de España para llegar en barco

Aisladas, con poca gente a la vista, estas calas de diferentes puntos de España son buscadas por quienes se animan a surcar las aguas del Mediterráneo y el Atlántico

Cala Futadera. Foto Abel Cerezuela Sanjulian Flickr

Aisladas, con poca gente a la vista, estas calas de diferentes puntos de España son buscadas por quienes se animan a surcar las aguas del Mediterráneo y el Atlántico  

Hay calas y calas. Las que están cerca de zonas urbanas o puntos turísticos a pesar de su belleza geográfica suelen ser denostadas por esa tribu de viajeros, tirando a ermitaños, que buscan los sitios más solitarios posibles. 

Si se busca soledad la mejor manera de hallarla es descubriendo esas calas donde es muy complicado acceder desde tierra. Solo en un barco, sea una sencilla lancha en un potente yate o en un elegante velero, se pueden descubrir estos pequeños paraísos de rocas, arena y aguas transparentes. 

Siguiendo las sugerencias de Samboat, revelamos 10 calas buscadas por amantes de la soledad. Y la náutica, claro. 

Cala San Pedro (Almería) 

Quien se anime a transitar a pie a la Cala San Pedro, en el Cabo de Gata, le espera una caminata de una hora desde la Playa de las Negras. Y con el intenso calor andaluz, no es un buen programa.  

Cala San Pedro. Turismo Cabo de Gata

Pero por suerte se puede llegar en barco. 

Se trata de una playa prácticamente virgen que se abre como un vergel de vegetación en un paisaje semidesértico.  

Sus aguas turquesas y sus 250 metros de arena fina la convierten en un entorno increíble, en el que también es una meca para los amantes del buceo. 

Cala del Pino (Málaga) 

Cerca de Nerjavilla reconocida por la fama que le dio la serie Verano Azul, se encuentra esta hermosa cala de arena muy fina, que aparece dividida en dos pequeñas playas.  

Playa de la Cala del Pino.

Los acantilados que la protegen presentan innumerables pequeñas cuevas ideales para explorar con máscara y tubo de oxígeno, tapiz verde que cuenta con una flora endémica de alto valor ecológico. 

Se puede llegar a la Cala del Pino, cerca de Nerja, a pie, pero su acceso es bastante complicado. En barco se descubre de una manera diferente

Sus aguas cristalinas y tranquilas son el lienzo donde se mecen los barcos que la buscan, ya que el acceso al lugar es demasiado empinado si uno lo intenta a pie. 

Mi Señora (Cedeira, A Coruña) 

Cerca del faro de Punta Robaleira, en la provincia de La Coruña, se encuentra esta pequeña playa de arena dorada y fina, de unos 60 metros de largo y 15 de ancho. 

Cala de Mi Señora

No hay servicios a la vista ni caminos que la rodean, aunque cerca se divisa una urbanización. Su relativo aislamiento y la placidez de sus aguas justifican la visita.

Playa de Rodas (Islas Cíes, Pontevedra) 

Es como un rincón del Caribe trasladado a Galicia. Con arenas blancas y muy finas, por donde se mire se ven las embarcaciones que la rodean desde el mar que la abraza. 

Playa de Rodas. Foto Tunante 80

La Playa de Rodas se encuentra en las Islas Cíes, frente a la ría de Vigo. Su condición insular la mantiene alejada de la llegada de coches, pero en la temporada alta suele llegar un número elevado de turistas en los servicios de ferry. 

Pero si está la oportunidad de navegar un día de poca concurrencia, se le dará la razón a medios como The Guardian que la calificó como la mejor playa del mundo. 

Cala Trebalúger (Menorca) 

Cala Trebalúger es una cala de Menorca a la que se puede llegar a pie, es cierto, pero su acceso es complicado y tampoco queda de paso en caminos de ronda como el de Camí des Cavalls

Cala Trebalúger

Por ello los navegantes que atracan a pocos metros de la costa al sur de Menorca quedan sorprendidos por su combinación de arena blanca y fina y aguas turquesas, protegida por acantilados de altura media. 

Cerca está el torrente de Trebalúger, que desemboca en el mar, y a pocos pasos se encuentra un pinar que sirve de refugio natural ante el sol del verano. 

 Cala Fornells (Mallorca) 

En la zona de Calvià, al suroeste de Mallorca, se descubre esta playa de arena de unos 80 metros de largo por cinco de ancho, donde a la distancia se perciben construcciones de hoteles y viviendas. 

El intenso calor mediterráneo se alivia en la Cala Fornells cuando uno busca refugio en el cercano bosque de pinos

Hay un sector con un solarium artificial y otro sector con pinares que brinda una agradecida sombra natural. 

Cala Fornells. Foto Reesorts.com | Flickr

Sus aguas cristalinas son ideales para practicar buceo y snorkel, favorecidas por la presencia de bancos de peces. 

Isla la Graciosa (Canarias) 

Esta pequeña isla canaria es una gran desconocida para muchos. Es uno de los pocos rincones de Europa occidental donde no hay carreteras asfaltadas. 

La Graciosa. Foto Turismolanzarote.com

Gracias a su aislamiento se pueden descubrir hermosas y solitarias playas como De las Conchas o De la Cocina

El lugar es una reserva marina de 70.700 hectáreas, la mayor del continente, que protege la abundante fauna de peces y aves marinas, que se puede descubrir en cualquier punto donde atraque el barco. 

Cala Ferriol (L’Estartit) 

A tres kilómetros del puerto de L’Estarit, se llega a esta cala protegida por dos acantilados y los islotes de Cala Ferriol desde el mar. 

Cala Ferriol

Tiene 25 metros de largo y unos 45 de ancho, y sus costas de guijarros están rodeadas por un denso bosque de pinos. 

El lugar presenta una rica biodiversidad marina, vinculada con el santuario marino de las cercanas Islas Medes, una de las mecas del submarinismo en el Mediterráneo. 

Cala Futadera (Tossa de Mar-Sant Feliu) 

Cala Futadera es conocida como la cala de los 300 escalones por el descenso creado en las rocas para acceder a este pequeño paraíso en la Costa Brava, orientado hacia el nordeste y protegida por el Cabo des Pentiner. No es un descenso para cualquiera, y el regreso a pie puede ser duro. 

Cala Futadera. Foto Fadrillo | Flickr

A la Cala Futadera la conocen como ‘la cala de los 300 escalones’, por el complicado descenso que hay desde el acantilado hasta el mar. Por ello es una cala poco concurrida

Los que llegan en barco contemplan las aguas turquesas con los manchones azules de mayor profundidad, que contrastan con el verde de los pintos y el rosado claro de las rocas. 

Su extensión es de unos 100 metros de largo por 10 de ancho, y en el lugar se suele practicar nudismo. 

Cala dels Testos (Alicante) 

Si uno cree que en el Levante no quedan rincones sin masificar se equivoca. Como la Cala dels Testos, un paraje de arenas blancas y aguas turquesas rodeada de dos grandes paredes verticales como el Morro Falquí. 

Cala dels Testos. Foto Comunitatvalenciana.com

La dificultad del acceso la ha mantenido protegida, aunque por suerte al navegar en un barco está al alcance de la mano. 

a.
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