La Vanduca, aires malagueños en Madrid

A un tiro de piedra de la emblemática Puerta de Alcalá de Madrid, un restaurante de estética fresca y luminosa, y platos inspirados que no ocultan su origen andaluz. A destacar, las albóndigas caseras de la abuela.

La Vanduca, que cumple un año el próximo marzo, está a cargo de cuatro hermanos malagueños -Blanca, Enrique, Inés y Juan Van Dulken-, afincados desde hace más de diez años en Madrid. La atención que brindan es excelente, pendientes de las mesas en todo momento, y de preservar el ambiente acogedor y tranquilo que reina en el restaurante.

Enrique Van Dulken nos cuenta que su intención es «ofrecer un producto de mercado de primera calidad, sin muchas pretensiones, basado en sabores de toda la vida y con algún toque divertido». Efectivamente, la carta está diseñada por el chef Sergio Pérez y Blanca Van Dulken, y presenta una cocina basada en la dieta mediterránea con excelentes productos y cuidada presentación.

Puedes probar…

¿Platos a destacar? El tomate ibérico de Almería, dulce y sabroso; las albóndigas de la abuela, un delicioso homenaje a la comida casera; y los mejillones Vanduca,  grandes y exquisitos, servidos con trozos de pan en el fondo de la fuente y embebidos en su caldo, para mi gusto un poco salado.

albondigas

También se puede pedir la ensaladilla de ventresca, buenísima, acompañada de cortezas caseras, y el steak tartar de buey, con pan sardo, no especialmente interesante. Para terminar degustamos unos postres variados, todos caseros: tarta de limón, carrot cake, cheese cake y torrijas. Y para acompañar la cena -la carta de vinos es corta y con escasas novedades- bebimos Finca Resalso, un Ribera del Duero joven de Emilio Moro, de precio y calidad aceptable.

En el barrio de moda

La decoración moderna y relajante, con tonos que recuerdan el verde esmeralda de una cala mediterránea, ha sido realizada por Sofía Calleja, de SCV Estudio, tanto en la zona interior como en la estupenda terraza climatizada.

Enrique Van Dulken se sienta con nosotros a la sobremesa y nos explica que eligieron este barrio «por su cercanía con la calle de Serrano y la Puerta de Alcalá. Se trata de una zona llena de oficinas y despachos, de tiendas buenas, y de locales animados que además frecuentan muchos turistas. La zona está cogiendo muchísima vida».

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