La reputación turística de Uganda sufre por la ley anti-gays

La nueva ley contra la homosexualidad promulgada por el presidente ugandés Yoweri Museveni puede estar dañado la reputación turística de Uganda. De hecho, algunos países ya han empezado a cortar lazos con el país africano.

La nueva ley anti-gays de Uganda podría destruir la reputación turística del país africano, que recibió más de un 1,2 millones de visitantes en 2013. La «Anti-Homosexuality Act» (Ley contra la Homosexualidad), aprobada por el parlamento ugandés en diciembre y promulgada por el presidente Yoweri Museveni en febrero, ha provocado que algunos países empiecen a cortar relaciones con el país conocido como La Perla de África.

Prueba de ello es que el pueblo de Skelleftea (Suecia) ha suspendido un acuerdo para promover el turismo a Jinja, la segunda ciudad de Uganda. En el mismo sentido, estados como Países Bajos, Dinamarca y Noruega han anunciado recortes en la política de ayuda exterior a Uganda, que mueve 2.000 millones de euros al año. La concesión de visados a ciudadanos ugandeses también se encuentra en la picota a causa de la misma ley.
 

 
Las llamadas al boicot afectan, además, al deporte y la ayuda exterior

 
Las llamadas a boicotear el país africano también se han extendido al deporte. El velocista británico Graeme Obree, ahora retirado, ha empezado una campaña para impedir la entrada de políticos ugandeses al Reino Unido durante los Juegos de la Commonwealth que se celebrarán este verano en Glasgow (Escocia).

Con todo, el gobierno ugandés parece hacer caso omiso del disgusto internacional. El Consejo de Turismo de Uganda (UTB, por sus siglas en inglés) acaba de presentar el plan Vision2040, que prevé cuadriplicar la llegada de turistas extranjeros al país en poco más de dos décadas.

Recientemente, la agencia ha negado que la nueva ley haya perjudicado el turismo. En una nota de prensa, la UTB indicaba a principios de marzo que la polémica ley “no busca matar o detener a ningún gay, sino castigar a quien mantiene relaciones con menores y promueve públicamente la homosexualidad”.

De hecho, los expertos alertan de que el boicot turístico a Uganda “puede ser indiscriminado” y hasta beneficiar al actual gobierno. “Los boicots afectan al trabajador que poco o nada puede hacer en política”, aseguraba Ernie Weissman, editor de Travel Weekly en un artículo reciente. En el mismo sentido, Ben Sheperd, analista del prestigioso instituto Chatham House alertaba que Musenveni “puede girar el boicot turístico a su favor, vendiéndolo como neocolonialismo”.
 

 
Los expertos aseguran que un posible boicot «afectaría a los más débiles»

 
La industria turística ugandesa genera alrededor del 6% de la riqueza nacional de Uganda, unos 800 millones de euros al año. Entre otras atracciones turísticas, el país cuenta con varios parques naturales, agencias de safari y santuarios de gorilas.

Cabe recordar que la nueva ley fija varios tipos penales para las relaciones entre personas del mismo sexo, aunque conmuta la pena de muerte por el delito de “homosexualidad agravada” por la cadena perpetua.

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