La nueva ‘movida’ de Valencia resucita el edificio de la Copa América

Un proyecto conjunto de Heineken España y grupo La Sucursal arranca en junio para convertir a Veles e Vents, el edificio que se hizo famoso durante la Copa América de vela y la Fórmula Uno, en un emblema de la oferta turística de Valencia. Albergará una arrocería, una micro-cervería, un restaurante de alta cocina de Jorge de Andrés y un amplio programa cultural.

El icono de la Marina Real Juan Carlos I de Valencia quiere recuperar el esplendor original y olvidarse de sus peores años. Obra de los arquitectos David Chipperfield y Fermín Vázquez, el edificio fue concebido en 2007 como un mirador privilegiado frente a la dársena histórica de la ciudad para albergar a los invitados, patrocinadores y espectadores de la 32ª edición de la Copa América, y posteriormente de los campeonatos de Fórmula Uno.

Abierto todo el año

Sin embargo, ha sido muy criticado desde sus inicios por su alto coste de adjudicación (35 millones de euros), el rápido deterioro de sus materiales y elevado coste de mantenimiento. En manos del Consorcio Valencia 2007, organizador de la competición, durante los últimos años se ha dedicado básicamente a eventos empresariales y familiares.

A mediados de 2015, con la idea de que pudiera convertirse en un espacio polivalente abierto todo el año, el consorcio sacó a licitación su gestión y explotación para 7 años, con prórroga para 3 años y medio más, y un precio de arrendamiento mensual de 30.000 euros. Los ganadores fueron Heineken España y el grupo de restauración La Sucursal, que están invirtiendo 5,5 millones de euros en el proyecto.

Tres espacios gastronómicos

Así que, a partir de junio, Veles e Vents va a ofrecer diversas muestras inaugurales, a las que seguirán seis exposiciones anuales, un festival de fotografía, y una variada agenda mensual de música y teatro. Su otra gran apuesta es la oferta culinaria, con tres espacios gastronómicos diferentes que dispondrán de terrazas para aprovechar el clima valenciano.

En la planta baja encontraremos una arrocería-brasería -volcada en los arroces, pescados y productos de la huerta cocinados a la brasa- y, en la planta superior, una micro-cervecería con horario continuado de cocina y vocación de ser un punto de encuentro de aprendizaje y degustación. En la tercera planta estará el restaurante de alta cocina de Jorge de Andrés, dispuesto a convertirse en uno de los referentes gastronómicos de la ciudad.

Asimismo, Veles e Vents oficiará de centro de formación e innovación gastronómica, ya que aquí se va a ubicar la sede de la Escuela de Hostelería Fundación Cruzcampo y también se impartirán cursos a los alumnos de Ciencias Gastronómicas de la Universidad de Valencia. 

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