Esta es la mejor época para descubrir la Antártida

De diciembre a marzo los cruceros llegan a las costas de la Antártida, donde se pueden descubrir pingüinos, lobos marinos y ballenas

Sí, es un desierto. En sus 14 millones de kilómetros cuadrados la Antártida no tiene población estable, excepto por el millar de científicos y militares que se encuentran en las bases desperdigadas en la superficie helada. Pero este páramo de nieve y hielo cuenta con uno de los patrimonios naturales más fascinantes del planeta, con ballenas, pingüinos, aves marinas, elefantes y lobos marinos, y otras especies que sólo se descubren en este continente.

De diciembre a marzo, en el verano austral, cuando las barreras de hielo pueden ser atravesadas con más facilidad se abre la temporada turística con los cruceros que llegan hasta la costa antártica, donde se puede descubrir algunos de los espectáculos naturales más asombrosos.

Para el año 2016, más de 40.000 turistas visitaron la Antártida gracias a los más de 60 cruceros de diferentes compañías que zarpan desde puertos del extremo sur de Latinoamérica o de ciudades de Australia o Nueva Zelanda.  

Visitar la Antártida

Para llegar a la Antártida como turista no hay otra forma que no sea a bordo de un crucero. El sitio web de la IAATO, Asociación Internacional de Tour Operadores de la Antártida (por sus siglas en inglés), enumera todos los operadores que viajan por el área.

Pero estos no son esas gigantescas ciudades flotantes con casinos y discotecas, aunque son de gran tamaño y con todas las comodidades. Todos cuentan con expertos biólogos e historiadores sobre la vida polar que dan charlas y dirigen expediciones a tierra firme en algunas ocasiones.

Actividades y costos

A los barcos más grandes, con más de 500 pasajeros, no se les permite anclar en la costa, por lo cual se recomienda tomar un barco de menor tamaño o acercarse a la costa en un zodiac. Para muchas personas, estos paseos en barco por la costa son suficientes. Sin embargo, existen cruceros que ofrecen la opción de practicar kayak, alpinismo o esquí de fondo. Y en algunos navíos de Aurora Expeditions, los pasajeros tienen la oportunidad de bucear.

Crucero en Ushuaia
Crucero a punto de zarpar desde el puerto de la ciudad de Ushuaia. 

Algunas de las mejores exploraciones que se ofrecen en tierra vienen de la mano de las empresas Discover the World o White Desert. Un precio promedio para un viaje de 11 días a la Península Antártica comienza en unos 4.500 euros, no obstante los precios se incrementan al sumarle los vuelos internacionales y nacionales que se necesiten, y las diferentes actividades que el turista quiera realizar en el lugar. Así el costo puede llegar incluso a los 40.000 euros por cabeza.  

La mayoría de los cruceros salen desde Ushuaia en Argentina o Punta Arenas en Chile, a donde se llega haciendo escala en los aeropuertos de Buenos Aires o Santiago, y tardan unos dos días en llegar a la Península Antártica.

Colonia de pinguinos emperador
Colonia de pinguinos emperadores en la Península Antártica. 

De pingüinos a ballenas

A principios de febrero es posible avistar diferentes colonias de pingüinos; miles de aves apretujadas en enormes afloramientos de rocas, algunas especies tímidas como los papúa u otros más atrevidos como los emperadores.

Los pingüinos emperadores son unos de los animales más fotogénicos del continente polar. Escenas de estos pájaros no voladores mientras caminan con paso tambaleante, se deslizan sobre su vientre y se sumergen en el mar como torpedos, son posibles de avistar desde cruceros o botes zodiac que navegan cerca de las costas.

lobos marinos
Lobos marinos sobre las costas marinas de la Antártida. 

Diferentes especies de albatros y petreles adornan los cielos mientras rodean los barcos que cruzan el Paso de Drake. Ya cerca de la costa, los elefantes y lobos marinos esperan acostados en la playa a los curiosos visitantes, mientras bufan y cada tanto se pelean entre ellos.

Las ballenas jorobadas que navegan junto a las embarcaciones son otro de los grandes espectáculos que se pueden presenciar en este viaje. Varias de ellas saltan desde el agua, muy cerca de los barcos, mientras exhiben y sumergen su cola en el mar como en cámara lenta.

Un paisaje de otro mundo

Además de la fauna presente en el lugar, los blancos paisajes de la Antártida también se roban los flashes de las cámaras de los turistas. Diferentes icebergs flotan en un panorama surrealista de rascacielos helados que se extiende hasta el horizonte en el mar de Weddell. Algunos erosionados por la acción del viento y el agua son moldeados en varias formas de notable atractivo.

Enormes cubos de hielo semejan palacios o fortalezas de hielo. Algunos adornados con arcos o grutas provistas de un azul aguamarina intenso que parecen forrados con topacio. Lugares dotados de formas geométricas y que gracias a estos tonos parecen propios del Art Decó. 

Cueva en la Península Antártica
Interior de una cueva en el litoral de la costa antártica. 

 

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