La burbuja turística española pinchará en 2018

La recuperación de destinos como Turquía y Egipto frenará el crecimiento del sector a sólo un 3% frente al doble dígito actual

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) prevé una ralentización del ritmo de crecimiento de la llegada de turistas a España de aquí a dos años, cuando se espera la recuperación de destinos rivales como Turquía, Egipto y Túnez. «Probablemente, ya en 2018 se notará el impacto de esa recuperación y España bajará su actual ritmo de crecimiento de un 10 % hasta un 3 % o un 4 %», señala el presidente y consejero delegado de la asociación, David Scowsill.

El directivo ve lógica esa ralentización, dados los «espectaculares» repuntes de los últimos años, impulsados por el desvío de turistas de otros destinos competidores afectados por conflictos geopolíticos y ataques terroristas. En este sentido, explica que de los atentados que afectan directamente al turismo; como en Túnez, Egipto o Turquía; cuesta recuperarse entre dos y tres años, mientras que en el caso de aquellos dirigidos a un objetivo más general, como los de Bangkok o Madrid, la recuperación es muy rápida.

No obstante, pueden darse casos más complicados como el de Francia, donde hubo ataques en París y Niza, así como en la cercana Bruselas, y muchos turistas asiáticos y estadounidenses no han viajado este año a la capital gala, que tardará más tiempo de lo habitual en recuperarse.

Si España quiere aumentar el gasto turístico, debe fijarse en nuevos mercados como China y Estados Unidos

Pese a ser España un mercado turístico «muy maduro» y la prevista recuperación de los competidores, Scowsill se muestra «muy optimista» respecto a la evolución del turismo español, gracias al buen trabajo de promoción y posicionamiento que hace el país, mostrando a los consumidores que puede ofrecer mucho más que sol y playa.

No obstante, si se quiere aumentar el volumen del gasto turístico, una de las opciones es abrirse a nuevos mercados asiáticos, a China y poner más foco en Estados Unidos, ya que principales emisores europeos como el Reino Unido, Alemania y Escandinavia tienen una relación histórica con los destinos turísticos españoles y no dejarán de visitarlos.

Scowsill está convencido de que la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea no producirá un cambio inmediato aparte de la depreciación de la libra, pues considera que el proceso podrá llevar incluso 5 años y, además, todo dependerá de los términos en los que se negocie esa salida. «En estos momentos, nada indica que el brexit esté afectando a la demanda británica hacia España, aunque quizá sí se nota un efecto en los viajes de larga distancia que se han encarecido por la devaluación de la moneda», admite.

 

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