La antigüedad de los edificios agrava el drama del terremoto italiano

El mismo seísmo devasta Amatrice y causa pocas víctimas en Norcia, donde habían tomado medidas de prevención

Los equipos de rescate desplazados tras el seísmo a la región del Lazio han confirmado sus peores pronósticos. La cifra de víctimas supera las 247 personas, entre las cuales una española, y sigue aumentando en el que ya es el terremoto más mortífero sufrido por Italia en los últimos años. Pero el mismo miércoles, en Myanmar se produjo un episodio sísmico de una intensidad parecida que solo causó cuatro muertos. ¿Cómo es posible este contraste?

La razón de la virulencia del terremoto italiano es la vulnerabilidad de las edificaciones, según ha recogido la prensa italiana en las últimas horas. Las localidades de Amatrice y Accumoli, las más devastadas por el seísmo, atesoraban numerosas construcciones de piedra, de alto valor histórico. Otro de los factores que explica las consecuencias del drama italiano es la falta de planes de evacuación en las zonas afectadas.

Las casas de estos pueblos tampoco contaban con medidas de protección contra terremotos, a pesar de estar ubicadas en un área de alto riesgo sísmico. En la localidad de Norcia, otro de los puntos afectados por el seísmo, apenas se produjeron muertes debido a que los edificios estaban preparados contra los temblores de tierra a raíz del terremoto que les afectó en 1979.

El reto de la reconstrucción

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, se ha comprometido a aportar los recursos necesarios para reconstruir los pueblos devastados. “Queremos una reconstrucción verdadera para que los habitantes puedan seguir manteniendo su comunidad y conserven el pasado de estas localidades, un pasado maravilloso que no puede quedar perdido”. En la mente de todos está el precedente de L’Aquila, una ciudad que todavía está por reconstruir tras el terremoto que sufrió en 2009.

Para poner su granito de arena en la reparación de las consecuencias del seísmo han surgido varias iniciativas solidarias procedentes del fútbol y de la cultura. El Nápoles ha prometido donar parte de los ingresos que recaude en el próximo partido que jugará contra el Milán, mientras que los museos públicos del país destinarán todo lo que recauden este domingo a las labores de restauración de los edificios afectados.

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