Kazajistán usa ahora a Borat para atraer turistas

Kazajistán condenó la primera película de Borat por la imagen que daba del país. Pero ahora el gobierno adopta sus frases para promover el turismo

Borat 2 se estrena justo en vísperas de las elecciones en los EEUU. Imagen: Amazon Studios.

La primera película de Borat no les hizo ninguna gracia. Todo lo contrario. Borat: lecciones culturales de Estados Unidos para la gloriosa nación de Kazajistán fue incluso prohibida en el país asiático, su gobierno amenazó con demandar a su creador, Sacha Baron Cohen, e incluso publicó cuatro páginas en el New York Times defendiendo su honor nacional frente a lo que tachó de estereotipos y descripciones ofensivas.

No comprendieron que el retrato de la exrepública soviética que hacía un supuesto periodista kazajo, Borat Sagdiyev, como un país misógino y antisemita, en el que las mujeres son tratadas como ganado y se bebe orina de caballo fermentada no era una caricatura del país, sino de quienes podían creer que tal cosa existía.

La indignación, sin embargo, dejó paso a un efecto imprevisto. Además de una extraordinaria recaudación en taquilla, estimada en 262 millones de dólares (223,4 millones de euros), el interés por Kazajistán se disparó en el mundo. En solo un mes se disparó el tráfico en la web de la embajada kazaja en los EEUU y en los siguientes años el número de visados turísticos se multiplicó por diez. Las agencias de viajes nacionales comenzaron a ofrecer tours con nombres como ‘Kazajistán vs Boratistán’ o ‘Conozca la Kazajistán real’.

‘Very nice’

Ahora, 14 años y una nueva película más tarde, las autoridades del país han optado por una estrategia totalmente diferente. Apenas unos días después del estreno de la secuela de Borat en Amazon Prime Video, han lanzado una campaña turística que toma como slogan una de las frases más repetidas del personaje en su descripción del país.

A través de una serie de cuatro videos breves, de 12 segundos, se muestran impactantes paisajes montañosos, arquitectura futurista, gastronomía o cultura y tradiciones del país mientras se repite una de las frases acuñadas por el personaje la que da vida el propio Cohen: ‘Very nice!’ (muy bonito). La broma continúa: “¿Cómo se puede describir un lugar sorprendente en solo dos palabras?” Se puede leer en el texto que acompaña al vídeo en Youtube, “Como dijo una vez un sabio, ¡muy bonito!”.

“La naturaleza de Kazajistán es muy hermosa. Su comida es muy rica. Y su gente, a pesar de las bromas de Borat, es una de las más agradables del mundo”, apuntó el vicepresidente de Turismo de país, Kairat Sadvakassov, en un comunicado. “Nos gustaría que todos descubrieran Kazajistán por sí mismos visitando nuestro país en 2021 y más allá, para que puedan ver que la patria de Borat es más agradable de lo que pueden haber escuchado”.

En los años posteriores al estreno de Borat la solicitud de visados turísticos en Kazajistán se multiplicó por diez

Borat 2

La nueva entrega de Borat, Subsequent Movie Film, Entrega de un soborno prodigioso al régimen americano para beneficio de la gloriosa nación de Kazajistán, no deja de estereotipar al país.

La cinta, de nuevo un falso documental, arranca con un Borat condenado a trabajos forzados que, tras 12 años de castigo recibe una nueva misión: regalar un chimpancé a Mike Pence para que su ridiculizado país recupere el honor ganándose la confianza de los EEUU. Una voz en off explica que “Kazajistán se ha convertido en el hazmerreir del mundo”.

La misión inicial de Borat pasa por regalarle un chimpancé a Mike Pence. Imagen: Amazon Studios.

Sin embargo, los dardos que la película lanza, de nuevo, se dirigen hacia cuestiones propias de algunos sectores de la sociedad norteamericana, en este caso el negacionismo del virus de la covid-19 además del Holocausto, el terraplanismo, el machismo o el rechazo al aborto.

El propio Cohen declaró expresamente en 2006 que la broma no era sobre Kazajistán. Queda claro que esta tampoco, pero ahora las autoridades kazajas sí han pillado la gracia. De hecho, han señalado que les encantaría que el director filmase allí.

Cuando el director se enteró de esta nueva reacción reiteró “Esto es una comedia, el Kazajistán de la película no tiene nada que ver con el país real”. Y aprovechó para señalar “Elegí Kazajistán porque era un lugar del que casi nadie en Estados Unidos sabía nada lo que nos permitió crear un mundo salvaje, cómico y falso. La verdadera Kazajistán es un país hermoso con una sociedad moderna y orgullosa, lo opuesto a la versión de Borat”. Quién sabe si veremos un tercer Borat esta vez, sí, en el verdadero y “muy bonito” Kazajistán.

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