Kaunas: la pequeña sorpresa del Báltico

Aunque la estadística demográfica diga que Kaunas es la segunda ciudad de Lituania tras su capital Vilna, esta urbe de 300.000 habitantes tiene galones para merecer un lugar más destacado. Y el continente pondrá su mirada en ella cuando en 2022 ostente su título de Capital Europea de la Cultura.

Posición estratégica

Kaunas (o al menos su centro histórico) se encuentra en un triángulo de tierra entre los ríos Neris y Nienem, ciudad que supo resistir invasiones pero que también sufrió el paso de las topadoras napoleónicas, del nazismo y el comunismo soviético.

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Sin embargo se levantó cuantas veces hizo falta, y actualmente su ciudad vieja (Senamiestis) presenta en 144 hectáreas desde pequeñas gemas góticas y residencias barrocas y renacentistas hasta un amplio número de edificios modernistas de entreguerras y Bauhaus, una de las mayores concentraciones de este estilo en el mundo.

Por la ciudad vieja

La calle de Vilna, el antiguo camino a la capital, es su centro neurálgico, donde se concentran las casas de moda, los cafés que presumen de modernidad y los restaurante, algunos básicos y otros más elegantes, con una cocina de muchas calorías pero con un cierto refinamiento en las preparaciones.

El centro de Kaunas cuenta con una de las mayores concentraciones del modernismo de entreguerras y del estilo Bauhaus

Su trazado empedrado se inicia en la bonita Plaza del Ayuntamiento, antiguo sitio del mercado con la torre espigada del consistorio vigilando el área.

Cuando se gira en 360 grados se pueden ver interesantes casas del siglo XVII, entre ellas la vivienda del poeta Maironis, uno de los más importantes de la literatura lituania. Por más que uno no haya leído ni una línea vale la pena dar una mirada a los interiores rococó de la finca.

Síntesis de estilos

A pocos pasos está la Catedral de San Pedro y San Pablo, donde en cada época se le agregaba o modificaba una parte de la estructura, por lo que el lugar es un sincretismo de estilos, del gótico al renacentista.

Cerca destacada la Casa del Trueno, del siglo XVI, que funcionó como sede de la Liga Hanseática y con su fachada que presenta hasta 17 tipos de ladrillos diferentes.

La península de la ciudad vieja de Kaunas está protegida por los restos del Castillo, que aguantó como pudo incendios, asedios e inundaciones. Abandonado durante décadas, en 2010 resucitó como centro de conciertos y festivales, donde también reside un museo de historia local.

El puente más largo del mundo

Al puente de Vitautas el Grande se lo conocía como el más largo del mundo, porque se tardaba 13 días en cruzarlo.

Cuando uno lo mira pregunta quién fue el gracioso que difundió esa idea, pero la razón es que a principios del siglo XIX Kaunas pertenecía al imperio ruso y la orilla de enfrente, el actual barrio de Aleksotas, a Prusia. Cada estado usaba un calendario diferente, con una diferencia de 13 días entre uno y otro. Los problemas logísticos y comerciales por este desacuerdo cronológico estaban a la orden del día.

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Desde este barrio parte un funicular centenario hasta la colina de Aleksotas, que permite capturar unas de las mejores vistas de la ciudad lituana y sus tejados rojos.

Espíritu juvenil

La ciudad más moderna de Kaunas se caracteriza por su vida juvenil, ya que la ciudad es hogar de siete facultades.

Su activa agenda cultural se traduce en museos como el dedicado al músico neo-romántico Mikalojus ÄŒiurlionis, que también aborda la literatura y las artes del país báltico; el Teatro Dramático de Kaunas y galerías de arte como la de Mykolas Žilinskas.

Pero uno de los museos más extraños es el dedicado al diablo. La colección particular del pintor Antanas ŽmuidzinaviÄius proviene de 70 países, con estatuas de todos los tamaños, pinturas, máscaras, objetos decorativos y toda clase de representaciones del demonio.

En las paredes de Kaunas hay variadas muestras de arte urbano, entre ellas un gigantesco mural de 400 m2 que representa a un anciano

Tras recorrer los 1,7 km de la Avenida de la Libertad, abundante en edificios de estilo Bauhaus, se descubren interesantes muestras de arte urbano, que tienen en Kaunas un campo fértil para los artista del espray.

Entre las creaciones destaca el mural de El Maestro, la figura de un anciano que ocupa nada menos que 440 metros cuadrados de una pared.