Lago Balaton: aires mediterráneos en el corazón de Hungría
Al suroeste de Hungría, los paisajes del lago Balaton recuerdan a la Toscana por su clima agradable, sus vinos y los encantadores pueblos que tapizan las colinas
Los alrededores del lago Balaton presentan la región más mediterránea que se puede encontrar en Hungría. Sus 197 kilómetros de costas, con su forma alargada, presentan un rosario de pueblos, ruinas, castillos, formaciones geológicas y colinas donde se producen excelentes vinos.
Para cuando vuelvan las temperaturas más agradables y se recupere la movilidad aérea, este es un buen programa para conocer una región de Hungría que suele quedar fuera de los radares turísticos.
La región de Káli Basin
Entre las comarcas que rodean a este lago, en la parte superior se encuentra la de Káli Basin, donde se encadenan ocho pueblos con diferentes encantos para descubrir.
Uno de ellos es Salföld. Este pueblo cuenta con unas extrañas formaciones rocosas en los alrededores, producidas por la erosión cuando la región estaba bajo las aguas del Mar de Panonia, que existió hace 10 millones de años.
El lugar abunda en restos fósiles, pero las familias que suelen llegar lo hacen para visitar las granjas que ofrecen productos regionales y permiten conocer ejemplares de la fauna autóctona.
En medio del bosque del Parque Nacional del Balaton Superior se encuentran las ruinas del monasterio de San Pablo, construido en un estilo románico con derivas góticas.
Köveskál
Köveskál es una de las mecas gastronómicas de la región, abundante en restaurantes especializados en la cocina tradicional del sudoeste húngaro.
Del cercano lago Kornyi se pescan diversas especies que son preparados por los cocineros locales, junto con productos de caza como ciervos y jabalíes o conejos.
Köveskál es una de las mecas gastronómicas de la región del lago Balaton, con recomendados quesos y pescados lacustres
Los quesos locales también merecen una degustación, mientras se pasea por el pueblo que se caracteriza por el bonito perfil de su iglesia luterana.
Kékkút
Otro sitio con encanto es Kékkút, una villa de casas blancas y techos de tejas rojas con varios siglos de historia.
Rodeada de viñedos, donde desde hace centurias emana una famosa fuente de agua mineral llamada Theodora, en honor a la princesa bizantina.
Badacsony
Si se busca un destino con más atracciones turísticas se puede conocer Badacsony, uno de los sitios más populares de las costas del Balaton.
Los restaurantes se concentran en el puerto, y en el pueblo hay varias bodegas por conocer, entre ellas las más antiguas de la comarca lacustre.
La zona es una valiosa denominación de origen vitivinícola, con variedades como Chardonnay, Pinot Blanc y las locales Kéknyelû, Olasz rizling, Ottonel muskotály y Rajnai rizling, entre otras.
Dörgicse
En este pueblo se encuentran las ruinas de la iglesia de San Pedro, del siglo XI, y en los alrededores se suelen organizar eventos musicales durante el verano.
En primavera la lavanda convierte al pueblo en una meca de visitas, tanto por la belleza de los campos teñidos de violeta como por las fragancias que destila.
En los alrededores del pueblo de Dörgicse crecen los campos de lavanda, que se tiñen de violeta cada vez que llega la primavera
Por supuesto que los comercios locales no pierden oportunidad de vender diferentes productos de tocador con aromas de lavanda.
Castillo de Szigliget
El castillo de Szigliget es la mayor fortaleza del lago Balaton, que se fundó en el siglo XIII y se fue expandiendo conforme avanzaron los siglos y los conflictos reales en el centro de Europa.
La solidez de sus muros pudo detener el avance otomano, hasta que los Hasburgo finalmente pudieron derribarlos siglos más tarde.
Dentro del recinto se descubren una bonita capilla, una cocina de aires barrocos, una sala con armas medievales, pero el mayor valor añadido es subir a la torre y contemplar las aguas azules del lago Balaton, así como de las colinas que lo rodean.