Grecia tumba los precios y recupera visitantes

La afluencia de extranjeros creció en 2011 durante el mayor periodo de convulsión social del país, pero ello tampoco ha evitado que muchos negocios turísticos cerraran
 

Si alguien se pregunta si los turistas han huído de Grecia a causa del estado de shock de un país al borde del abismo, está equivocado. El turismo griego mejoró su ratio de viajeros extranjeros durante 2011, tras varios años de caídas. Los visitantes se han encontrado con una rebaja sustancial de precios en los alojamientos, literalmente por debajo de precio de mercado como parte de una estrategia de la industria helénica para recuperar el número de visitantes de antaño.

Las medidas arbitradas por el Ejecutivo, entre ellas una rebaja del IVA del 11 al 6% en las estancias en hoteles, o una flexibilización de los trámites para conseguir visados de entrada, han aportado su granito de arena, y han conseguido traer a los turistas de vuelta. Así y todo, las soluciones han sido insuficientes para evitar la pérdida de oferta hotelera. La caída de los ingresos por turismo internacional en el bienio 2009-2010 en más de un 12,4% han resultado fatales para muchos negocios. Si le sumamos el derrumbe de ingresos en otro 15,2% en el bienio anterior, 2008-2009, se explica el porqué de la sangría de puestos de trabajo directamente relacionados con con la restauración y el alojamiento, estimada en un 7,15%.

En el año de la recuperación, 2011, entre enero y septiembre, el número de personas que eligieron Grecia como destino creció un 10,4% respecto al mismo periodo de 2010, a pesar de que el país sufrió hasta cinco huelgas generales y que a los hogares europeos y de todo el mundo llegó la simplificada imagen de un centro de Atenas en permanente campo de batalla. Diez países europeos vecinos y no vecinos de Grecia concentran el 59% de la afluencia estranjera al país, que es de unos 15 millones de visitantes.

Derrumbe en los albores de la crisis

El turismo realizado a cargo de los propios griegos, relevante desde el punto de vista numéríco, ya había caído entre 2005 y 2009 un 9,8%; y el turismo europeo se había desinflado casi dos dígitos (9,9%) en un periodo más cercano en el tiempo entre 2007 y 2010.

Sin embargo, el fuerte clima de protestas contra las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea al Gobierno heleno, no frenaron la entrada de viajeros. Quizá porque nueve de los principales aeropuertos internacionales griegos conectan al mundo con los mayores destinos turísticos del país balcánico, entre ellos Atenas, epicentro de la protesta social, pero también con los paradisíacos archipiélagos repartidos por el Mediterráneo y más ajenos al clima de crisis que se vive en el Peloponeso, el territorio continental.

La isla de Creta, las islas del Dodecaneso y las Cícladas, así como las islas Jónicas (en el mar Adriático), cuentan con enlaces directos con muchos de su mercados turísticos en origen.

Más planta hotelera en las islas

Además, son las áreas turísticas de mayor oferta hotelera. Santorini, por ejemplo representa el 8% de la planta del país; Rodas y Kios albergan el 18%; Kerkyra (la antigua Corfú) cuenta con el11,6%; y Creta brinda el 21,2%, mientras que Atenas y su entorno ofertan el 12,7%, según datos de la Autoridad Estadística Griega que recoge el boletín ‘Tendencies’, del Consorci per a la Millora de la Competitivitat del Turisme i l’Oci a les comarques de Tarragona,

La industria turística y, en particular la de los alojamientos, ha reaccionado ofreciendo nuevos nichos más rentables a sus visitantes, como el turismo de lujo, o los viajes de luna de miel, lo que ha evitado males mayores. El patrimonio cultural, el turismo rural o el enoturismo son, en especial estos dos últimos, productos a sobresalir en la oferta de un país que, como España, parece no poder desatarse del sanbenito de páis de ‘sol y playa’.

a.
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