Frisia no es Holanda: una región diferente en los Países Bajos

Frisia habla otra lengua, su cultura tiene una fuerte herencia marinera y presenta una diversidad de paisajes sorprendente para su territorio

Modernidad, tradición y bicicletas Leeuwarden Foto Jbdodane Flickr

Modernidad, tradición y bicicletas Leeuwarden Foto Jbdodane Flickr

Una y otra vez el gobierno de los Países Bajos recuerdan que su tierra no se llama Holanda. Estas son dos de sus 12 provincias, pero por errores históricos el nombre se usó para denominar a todo el reino.

Si uno busca una diferencia entre el espíritu de las dos Holanda y el resto del país quizás tenga que viajar a Frisia, una provincia ubicada en el rincón más septentrional del país.

La lengua propia de Frisia

Para empezar, esta es la única región neerlandesa que tiene un segundo idioma oficial: el frisio, una lengua germánica emparentada con el inglés y a variedades autóctonas de Escocia.

Centro histórico de Leeuwarden Foto Turismo de los Países Bajos
Centro histórico de Leeuwarden. Foto Turismo de los Países Bajos

Su identidad también tiene rasgos que la diferencia del resto, como una cultura marinera que no es igual a la del interior del país, y que tiene sus matices con los grandes puertos de Róterdam, Ámsterdam o Zelanda.

Para conocer más en profundidad los orígenes de este pueblo y por qué se consideran distintos al resto de los Países Bajos se sugiere visitar el Museo Frisón de Leeuwarden, que presenta diversos testimonios históricos de esta cultura.

Personajes de Leeuwarden

Allí hay una sala dedicada a uno de sus personajes célebres, Mata Hari, la bailarina y cortesana que fue fusilada por los franceses acusada de espía, y cuya enigmática vida inspiró a películas y novelas.

Planetario de Eise Eisinga
Planetario de Eise Eisinga, el más antiguo del mundo. Foto: Turismo de los Países Bajos.

Margaretha Geertruida Zelle, ese era su nombre, era nativa de Leeuwarden; ciudad que también vio nacer a M.C. Escher, el artista famoso por sus cuadros de ilusiones ópticas y laberintos imposibles.

La pequeña ciudad de Leeuwarden fue cuna de la bailarina Mata Hari y del pintor M.C. Escher

Su casa natal acoge el Museo de la Cerámica Princessehof, donde se encuentran desde piezas de la China medieval a maravillas del art nouveau u objetos decorados por artistas como Pablo Picasso.

Las ciudades de Frisia

Otras ciudades recomendadas de la región son la histórica Sneek, meca de los deportes acuáticos por su alianza con el lago Sneekermeer; Harlinger, con una intensa vida portuaria y donde se puede probar uno de los mejores pescados de la comarca; Stavoren, famosa por su pintorequismo; y Hindeloopen, una gema detenida en el tiempo acariciada por la brisa marina.

Casas en Hindeloopen
Casas en Hindeloopen. Foto: Turismo de los Países Bajos

En el pueblo de Franeker se encuentra un sitio recomendado para los amantes de la astronomía: el observatorio en activo más antiguo del mundo.

Construido en 1774 por Eise Eisinga (un simple cardador de lana) para refutar a un ministro que vaticinaba un apocalipsis astral, conserva un ingenioso sistema de relojes y engranajes que reproduce el baile de planetas en el sistema solar.

Es tal la precisión del mecanismo que Saturno tarda treinta años en completar su órbita alrededor del sol, tal como en la realidad.

El dique que nunca se termina

De esa maravilla de la modernidad del siglo XVIII pasamos a una maravilla moderna del siglo XX: el dique Afsluitdijk.

Los Países Bajos, ya lo anticipa su nombre, se debe a que son tierras que están por debajo del nivel de mar.

Dique de Afsluitdijk Foto Visit Wadden
Dique de Afsluitdijk, de 32 km de largo. Foto Visit Wadden

Este pueblo pudo domar las mareas del Mar del Norte y gracias a un complejo entramado de diques, compuertas y canales lograron drenar miles de hectáreas en beneficio de la agricultura y la urbanización.

Una de estas obras hidráulicas es este dique, que presenta una barrera de 32 kilómetros de largo en donde la vista se pierde al infinito.

Lástima que hasta el año que viene estará cerrado al tránsito peatonal y de bicicleta, pero sí se puede recorrer en coche y en bus.

El dique Afsluitdijk, de 32 km de largo, es una maravilla de la ingeniería hidráulica que permitió drenar gran parte del mar de Zuiderzee

En el trayecto de noche, es posible admirar cómo se ilumina sin necesidad de recurrir a la electricidad. El truco está en unos pequeños prismas colocados en las 60 esclusas construidas en 1932, que brillan al paso de cada coche.

Faro de Schiermonnikoog Foto Jean Paul Bartlot
Faro de Schiermonnikoog. Foto Jean Paul Bartlot

La historia de este dique y cómo convirtió el mar de Zuiderzee en el lago Ijsel, se puede conocer en el Afsluitdijk Wadden Center, con un innovador espectáculo en 4D.

Tras cruzar el dique se pueden conocer pueblos llenos de encanto como Makkum, Stavoren y el citado Hindeloopen.

Las Islas Frisias

Pero uno de los rincones costumbristas más recomendados de la provincia son las Islas Frisias, un archipiélago que se despliega como un arco en la costa de la costa norte. Estamos hablando de Texel, Vlieland, Terschelling, Ameland y Schiermonnikoog.

Estas islas son un popular foco de deportes, ya sea acuáticos como el remo, con el viento como el surf o el kitesurf, o el ciclismo, nada nuevo en el país de las bicicletas.

Playas infinitas en Texel Foto Turismo de los Países Bajos
Playas infinitas en Texel. Foto Turismo de los Países Bajos

Pero una actividad que es única es el wadlopen, el senderismo sobre barro. Cuando la marea baja se puede cruzar de isla en isla por el lodo que deja el mar, que despliega un ecosistema de gran riqueza.

La isla de Schiermonnikoog es una lengua de tierra y arena de 16 km de largo y cuatro de ancho, donde el único pueblo invita a viajar al siglo XVIII gracias a la cuidadosa restauración de sus casas.

Allí los coches están prohibidos, y en el lugar se encuentra el Rif, la playa más amplia de Europa, con tramos que llegan a 1,5 km de extensión. A pesar de su pequeño tamaño, la isla presenta un abanico de paisajes como zonas boscosas, pólders, marismas y barrizales, hogares de 300 especies de aves y de mamíferos marinos como las focas.

En los cafés de Schiermonnikoog se puede probar la famosa repostería local, pero si uno elige la cocina marinera no se arrepentirá, sobre todo después de visitar el curioso Paal 14 Mussel Museum, que tiene una colección de 1.500 mejillones de todas partes del mundo.

Solamente en Frisia se puede encontrar algo así.

a.
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