Formentera también pondrá coto al turismo masivo

Ya es una tendencia en el turismo nacional. Formentera sigue los pasos de Barcelona y Canarias y anuncia que regulará los flujos de turistas a la isla. Para ello, estudia implantar una tasa a los visitantes, probablemente a los vehículos que llegan a la perla balear en ferry.

Otro destino nacional más. Tras Barcelona y las Islas Canarias, Formentera también anuncia que busca poner coto a la entrada masiva de turistas. La paradisíaca isla pitiusa estudia imponer una tasa a la llegada de vehículos para construir un «modelo de isla sostenible y de futuro». En paralelo, los políticos formenterenses estudiarán la capacidad de la isla para albergar turistas.

El año pasado, la llegada de turistas a Formentera creció a dos dígitos (12%). Ibiza y Formentera recibieron 2,7 millones de visitantes en 2014, 600.000 de estos en agosto. En total, la población local, de 12.000 habitantes, se multiplica por cuatro en temporada alta. «Para mí hoy ya no existe el último paraíso», argumenta Silvia Tur, diputada por Formentera en el Parlamento balear, a El País.

La electa aboga por un análisis integral de cargas, capacidad turística y «estrés» sobre el territorio. «El boom ha generado una descapitalización cultural, patrimonial y económica», expone Tur. Su análisis lo comparte Jaume Ferrer, presidente del Consejo Insular de Formentera, e incluso el PP, en la oposición.

Impuestos

La medida que cobra forma para aplicar inmediatamente es un impuesto a la llegada de vehículos en ferry. Los automóviles de alquiler que circulan por la pequeña isla pueden llegar a 20.000 en pleno verano. «Mucha gente y mucho ruido. Lo que pasa se venía venir: el territorio es muy escaso y los recursos no pueden dar más de sí en verano», subraya Ramon Laffargue, antropólogo social y experto en ámbitos insulares.

Si se aprueba, la tasa sobre los vehículos en la perla de Baleares recuperaría una propuesta que el PP lanzó en 2012. «Preocupa la masificación de ahora, la situación se nos ha escapado de las manos», acusa José Manuel Alcaraz, líder de los populares en la isla.

Precedentes

Cualquiera el debate político, Formentera sigue los pasos de Barcelona y las Islas Canarias, que ya han anunciado medidas para limitar el turismo. En la ciudad condal, el gobierno que encabeza Ada Colau ha impuesto una polémica suspensión a la apertura de nuevos alojamientos turísticos hasta 2016. Ahora, baraja también limitar la llegada de cruceros.

Por su parte, Canarias estudia fijar un tope al número de llegadas. «Hay modelos diferentes como el de Lanzarote […], o el de Fuerteventura, en el que han fijado en 2,5 millones de turistas el tope que pueden asimilar sin quebrar su calidad de vida y sus recursos», aseguró hace unos días el presidente, Fernando Clavijo (CC). En total, 13 millones de personas visitaron Canarias en 2014.

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