Una antigua central eléctrica despliega la belleza de los mosaicos romanos

La Centrale Montemartini de Roma, reconvertida en museo, presenta una fascinante muestra sobre el arte de los mosaicos en el antiguo imperio

Roma exhibe los mosaicos que pusieron color a su Antigüedad

Los colores de la antigua Roma resurgen en una exposición sobre los mosaicos realizados entre los siglos I a.C. y IV, pequeñas y grandes obras de arte usados como ostentación de la riqueza, devoción a los dioses y como decoración funeraria.

La exposición ‘Los colores de los romanos’ se presenta en la Centrale Montermartini, una vieja central eléctrica reconvertida en centro de arte y cultura, dependiente de los Museos Capitolinos.

La inauguración de la muestra de los mosaicos coincide con la reapertura de los museos y yacimientos arqueológicos de Roma

Precisamente la inauguración de esta muestra, que se podrá ver hasta el 15 de setiembre, coincide con la reapertura de diversos museos y yacimientos arqueológicos, como el de Ara Pacis, los mercados de Trajano, el mausoleo de Augusto y los Foros Imperiales, entre otros.

Busto policromado expuesto en la muestra ‘Los colores de los romanos’. Foto Centrale Montermartini

El arte de los mosaicos

Entre anticuados generadores eléctricos y bobinas el visitante puede ver cuatro salas dedicadas al arte de los mosaicos, acompañados de frescos y esculturas halladas en templos y domus (residencias de la élite romana), junto con fotografías y dibujos de los descubrimientos.

El recorrido se plantea en un orden cronológico. El primer capítulo está dedicado a la historia y las técnicas de los mosaicos, donde las obras (muchas de ellas desconocidas para el público moderno) varían según el material del suelo o pared, los motivos y en donde es interesante analizar la evolución estilística durante cinco siglos.

Mosaico hallado en la Villa Casali. Foto Centrale Montermartini
Mosaico hallado en la Villa Casali. Foto Centrale Montermartini

Mosaicos y vida doméstica

En la segunda sección se enseña cómo era la vida doméstica en la Roma de fines de la república y la llegada del imperio.

Los mosaicos, que en su mayoría derivan hacia el color verde, pertenecen a casas de lujo, donde destaca la obra de artesonado policromado descubierto en la Villa Casali al Celio, un edificio que habría sido propiedad del emperador Galieno.

También se puede contemplar una escena marítima, la salida de un barco del puerto, que pertenecía a la residencia de un poderoso personaje llamado Claudius Claudianus.

Pavos reales hallados en una tumba. Foto Centrale Montermartini

El significado religioso

La tercera sala se centra en el significado religioso de los mosaicos. Las obras se centran en los hallazgos de 1889 y 1890 de la Basílica Hilariana, sede de los sacerdotes que adoraban a Cibeles y Attis.

Los mosaicos eran un elemento de ostentación en los ‘domus’, las residencias de las familias más poderosas de la antigua Roma

Los dos mosaicos estaban en excelente estado de conservación: uno de ellos tiene la inscripción “Que los dioses sean propicios a quienes entran aquí”, mientras que el otro presenta el dibujo de animales salvajes rodeando un ojo atravesado por una flecha, un símbolo para espantar a los malos espíritus. Es que los romanos eran muy supersticiosos.

Mosaico creado para espantar los malos augurios. Foto Centrale Montermartini

Decoración funeraria

En el cuarto bloque se revela la importancia de los mosaicos en las decoraciones de las tumbas, donde realzaban las cualidades del fallecido y evocaban los valores de la sociedad romana.

Los mosaicos presentados se remontan a los siglos II y III, y proceden de catacumbas ubicadas en las afueras de la Roma imperial.

Entre ellos, destaca una composición octogonal de pavos reales, un ave sagrada en el culto al dios Dionisios.

a.
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