Ocho rutas y 950 km para descubrir Euskadi en coche eléctrico

Las e-Basque Routes abarcan las tres capitales vascas, 80 municipios, una reserva de la biosfera y 3 lugares designados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Zumaia. Foto: Carles Rabada | Unsplash.

El turismo del futuro será verde o no será. Y, en lo que respecta al transporte, la sostenibilidad pasa por los vehículos eléctricos. Para fomentar su uso surge The e-Basque Route, una propuesta ideada para motos y coches eléctricos que aprovechan el trazado de las carreteras de Euskadi para elaborar un total de 8 rutas por sus paisajes más espectaculares.

Playas y pueblos pesqueros, ciudades vanguardistas, bosques envueltos en nieblas y prados verdes o viñedos ondulantes hasta donde alcanza la vista centran estas rutas, que suman 950 km, pasan por las 3 capitales vascas y un total de 80 municipios y dejan ver más de 150 atractivos turísticos.

La rutas incluyen, además, una reserva de la biosfera (la de Urdaibai), así como los tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Puente de Vizcaya, y las cuevas de Santimamiñe y Ekain, en Vizcaya y Guipúzcoa.

Mapa e-Basque Route.

Lo mejor de Euskadi sobre ruedas

Según los datos del gobierno vasco, hasta un 67% del total de viajeros que visitan su territorio lo hace en su propio coche, una cifra que se dispara al 81% en el caso de los turistas nacionales.

Para fomentar el uso del vehículo eléctrico, las rutas señalizan 254 puntos de recarga, de los que 103 están en Vizcaya, 90 en Guipúzcoa y 61 en Álava. Y continuarán sumándose otros, como los tres nuevos que están previstos en Lekeitio (Vizcaya), Zarautz (Guipúzcoa) y Laguardia (Álava).

Según sus responsables, The e-Basque Route se enmarca en la estrategia Touring de la consejería de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, cuyos objetivos son poner en valor recursos turísticos diferentes a los más conocidos, desestacionalizar el turismo y alargar la estancia de los visitantes.

Es, así, una apuesta por la sostenibilidad, la preservación de los recursos y el fomento de la cultura y el desarrollo local.

1. Bilbao – Lekeitio

La primera de las rutas es la que conecta Bilbao y Lekeitio. Siempre junto al Cantábrico, tiene 111,3 km en total y un tiempo estimado de 3 horas, e incluye entre sus visitas top la propia ciudad de Bilbao, el Puente Bizkaia que une Portugalete con Getxo, el escenográfico San Juan de Gaztelugatxe, la Casa de juntas de Gernika y la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

El faro de Matxixako (el punto más septentrional de Euskadi), la tradicional y pesquera localidad de Bermeo, Mundaka, la cueva de Santimamiñe, el Bosque de Oma, del artista Agustín Ibarrola, la playa de Laga y el pueblo de Elantxobe son otros de los puntos destacados

Puerto de Bermeo. Foto: Juan Manuel Garcia Bilbao | Unsplash.

2. Lekeitio – Zarautz

En el siguiente tramo, entre Lekeitio y Zarautz aparecen en el menú pueblos marineros y deliciosísimas parrilladas de pescado. Y, de postre, un santuario barroco (y gigantesco) oculto entre montañas, el de San Ignacio de Loiola.

Con 86,5 km de distancia (aproximadamente 2 horas de camino), merece la pena hacer un alto en el Museo Cristóbal Balenciaga, pero también los pueblos de Ondarroa y Mutriku –este último con un pasado vinculado a la caza de ballenas- y Deba. Los valles de Lastur, la costa de Zumaia (reconocida como Geoparque de la Costa Vasca) y la cueva visitable de Ekainberri –una reproducción de la de Ekain- son otras de las sorpresas de la ruta.

Costa de Zarautz. Foto: Carles Rabada | Unsplash.

3. Zarautz – San Sebastián

87 km es la distancia que cubre la siguiente ruta, entre Zarautz y San Sebastián. Es Guipúzcoa, así que prepárate para comer (mucho y muy bien). Antes de lanzarnos a devorar los pintxos que decoran las barras de la Bella Easo hay que detenerse en el pueblo pesquero de Orio y en Astigarraga, una villa de sidresrías que cuenta incluso con un museo dedicado a esta bebida, el Sagardoetxea.

Irún, Hondarribia con su bahía de Txingudi y la mole verde del monte Jaizkibel, el Santuario de Guadalupe y la localidad de Pasai San Pedro con la factoría de construcción artesanal de embarcaciones Albaola esperan también en el camino que conduce a Donosti.

De paseo por San Sebastián. Foto: Getty Images.

4. San Sebastián – Vitoria-Gasteiz

Txotx!, sagardoa, babarrunak o gazta son algunas de las palabras que te acompañarán en este tramo de la ruta, de alrededor de 170 km. Todas ellas se pueden comer, como también el queso Idiazabal que se hace en la comarca de Goierri (verás pastar a las ovejas latxas que proveen de leche para su elaboración).

Tolosa, la joya medieval de Segura, Ormaistegi, Zumarraga, Oñati, el impresionante paisaje subterráneo de las cuevas de Arrikrutx y el encantador pueblo de Leintz Gatzaga son las principales paradas de la ruta.

Txuletones en Tolosa. Foto: Clement Bergey | Unsplash.

5. Vitoria-Gasteiz – Laguardia

El mar que se ve a lo largo de esta ruta no es de agua, sino de viñedos. Y es que en los 130,5 del tramo entre Vitoria-Gasteiz y Laguardia se atraviesa la bellísima comarca de Rioja Alavesa, donde además de elaboran algunos de los mejores vinos del país.

A orillas del Ebro, no solo encontramos bodegas de todo tipo, desde las ultravanguardistas catedrales del vino de Ysios, Baigorri o Viña Real, además del hotel de titanio de Marqués de Riscal, a dólmenes megalíticos e impresionantes iglesias renacentistas y barrocas.

Marques de Riscal. Foto: Jun Lee | Unsplash.

6. Laguardia – Orduña

En el siguiente tramo, de Laguardia a Orduña (107 km) el vino se sustituye por la sal, que se extrae de las centenarias Salinas de Añana.

También se visitan dos impactantes miradores, el Balcón de la Rioja, sobre el paisaje de viñedos y campos de labor que se extienden por el valle del Ebro, y el del Salto del Nervión, donde el rio se despeña por un impresionante abismo de 222 metros de caída que lo convierten en el salto de agua de mayor altura de España y de la península ibérica.

Salto del Nervión. Foto: Wikimedia Commons.

7. Orduña – Bilbao

Casi emulando a la célebre canción ‘Desde Santurce a Bilbao’ y, efectivamente, ‘por toda la orilla’, este tramo de la e-Basque Route conecta Orduña y Bilbao sin dejarse, eso sí, algunos de los pueblos más nobles de Euskadi.

Bastante poco conocido, el territorio que se abre más allá del puerto de Orduña incluye villas como la propia Orduña, con un casco histórico protegido, o Artziniega, declarado Conjunto Monumental. Rumbo a Balmaseda se atraviesa la comarca de Las Encartaciones, con lugares como el Valle de Karrantza o la cueva de Pozalagua, alma del Parque Natural de Armañon.

Puente Bizkaia. Foto: Bilbao Turismo

Tras pasar Sopuerta se pone rumbo al mar, ahora sí, para probar las sardinas de Santurtzi, recorrer las tabernas de Portugalete y poner rumbo a Bilbao, previa parada en el Museo Aguinaga, un tesoro para los amantes del motor y, especialmente, de Mercedes-Benz.

8. Lekeitio – Vitoria-Gasteiz

El último de los tramos de esta ruta de 950 km conduce de Lekeitio a Vitoria-Gasteiz en lo que se desvela como la Euskadi más mágica.

Con 113 km, destacan en el recorrido Durango que, como Gernika, también sufrió bombardeos durante la Guerra Civil y que acoge la misteriosa cruz gótica de Kurutziaga con sus extrañas representaciones del pecado y la salvación y de la que se desconoce su función real, el Parque Nacional de Urkiola, con el santuario del mismo nombre, y el embalse de Ullibarri-Gamboa, tan extenso que incluso tiene playas en las que ondea la bandera azul.

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