Estos son los balnearios más relajantes de Extremadura

Pasado el tiempo de baños en pozas y playas (sí, en Extremadura las hay incluso con Bandera Azul), trasladamos el relax a los balnearios de aguas termales más apetecibles de la región

Balneario de Alange, Extremadura

Balnearios como el de Alange fusionan relax y propiedades mineromedicinales.

Los romanos lo sabían hace 2.000 años: en Extremadura hay rincones de aguas termales que son una invitación al relax y, de paso, a la recuperación de algunas dolencias.

Siglos después, algunos de ellos aún conservan huellas de la construcción de baños por parte de aquella cultura. En la actualidad hay varios sitios, en armonía con la naturaleza, que presentan un circuito termal que transcurre en paralelo a la antigua Vía de la Plata romana.

Por eso, pasado el tiempo de baños en piscinas, pozas y playas, incluidas con Bandera Azul aunque de agua dulce, buscamos los balnearios más relajantes de Extremadura.

Balneario de Alange

Precisamente dos termas romanas forman parte del complejo termal Balneario de Alange, que integra estos baños del siglo III, declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, en una moderna infreaestructura.

Alange en árabe significa ‘Agua de Alá’, lo que muestra la importancia que estas aguas termales tuvieron no solo en la era romana, sino también en el periodo musulmán.

En el lugar conviven recuerdos de esas culturas con bañeras del siglo XIX e instalaciones hidrotermales modernas.

Una de las piscinas del balneario de Alange.

El agua de Alange, que mana a una temperatura de 28º, se clasifica como oligometálica y contiene carbonatos y bicarbonatos de sodio, magnesio y calcio.

Su uso se recomienda para afecciones del sistema nervioso, ginecopatías, alteraciones del sistema circulatorio y del aparato locomotor, así como afecciones respiratorias.

Entre las infraestructuras destacan la piscina fría de agua del manantial, los baños en termas romanas, la de hidromasaje, la ducha escocesa, el baño turco, el chorro caliente y las inhalaciones de agua y oxígeno medicinal.

Baños de Montemayor

Otro ejemplo de esta unión entre historia y termalismo se da en los Baños de Montemayor, que transformaron el Valle del Ambroz en la provincia de Cáceres en un verdadero oasis.

El actual balneario conserva una terma romana, en un lugar donde el descubrimiento de la historia antigua como los tramos de la legendaria calzada Vía de la Plata se combina con sesiones en las aguas con propiedades terapéuticas.

Recuerdos de la era romana en el balneario de Montemayor.

Con una temperatura constante de 43 grados, son indicadas para tratamientos del reuma, la artrosis y afecciones en el sistema respiratorio, además de ser tonificantes y embellecedoras de la piel.

El complejo cuenta con un moderno edificio de 1.000 metros cuadrados donde se concentran los tratamientos de salud y la piscina solárium, mientras que en el de las Termas Romanas están las de aguas termales y las climatizadas, en el que se ofrecen los servicios de estética.

Balneario El Salugral

En el pueblo de Hervás, también en la provincia de Cáceres, se encuentra el resort termal de El Salgural en el que se ofrecen tratamientos de última generación, sin olvidar métodos tradicionales para renovar el cuerpo y la mente.

En balnearios como los de Alange y Montemayor se conservan restos de los antiguos baños romanos

Sus aguas, clasificadas como bicarbonatadas, sódicas, cloruradas y litínicas, se recomiendan para tratar casos de reuma, problemas respiratorios y diferentes alergias.

La piscina climatizada de El Salugral.

En el circuito terapéutico y de belleza tienen salas de vapores, envolturas y tratamientos de vinoterapia y chocolaterapia.

Las instalaciones tienen una superficie de 75.000 metros cuadrados, con piscina climatizada hidroactiva, otra exterior y un hotel de 1945 de 37 habitaciones reformado hace 15 años.

Balneario Valle de Jerte

En verano el Valle de Jerte se tiñe de verde, tras el manto blanco que las flores de los cerezos han dejado en la primavera.

En este paraje extremeño de gran belleza está la localidad de Valdastillas, en donde el Hotel Balneario Valle del Jerte, de cuatro estrellas, aprovecha la presencia de aguas termales para ofrecer un circuito de piscinas y tratamientos especiales como los envolvimientos revitalizantes con cereza o chocolate o la exfoliación con miel.

Balneario Valle del Jerte
Ritual de orquídeas y piedras semipreciosas en el Balneario Valle del Jerte.

Las aguas se catalogan como hipotermales de mineralización débil, sulfuradas y bicarbonatadas, beneficiosas para las afecciones del aparato locomotor, respiratorio y de la piel.

El patio de aguas ofrece tres circuitos con distintos efectos para el cuerpo, como el cuello de cisne, la cascada, las camas de aire, jets para las piernas o jacuzzi, que se complementan con sauna, baños de vapor, líneas en serie de chorros terapéuticos y duchas aromáticas.

Además, todo tipo de rituales y tratamientos corporales y faciales con cerezas, café Blue Mountain de Jamaica, proteínas de seda o piedras semipreciosas.

Balneario El Raposo

Al sur de la provincia de Badajoz, en Puebla de Sancho Pérez, el Balneario El Raposo es uno de los pocos de España que proponen tratamientos de lodos naturales para combatir problemas de salud, así como otros de vinoterapia.

Instalaciones del Balneario El Raposo.

Estos lodos provienen del arroyo que cruza la finca y luego se almacenan en piscinas, donde maduran cubiertos de agua termal.

El Raposo es uno de los pocos balnearios de España que cuentan con tratamientos de lodoterapia

Este centenario balneario (se fundó en 1922) cuenta con un hotel de cuatro estrellas dentro de un complejo de 30.000 metros cuadrados rodeado de jardines y vegetación.

Las aguas son bicarbonatadas, cálcicas, magnésicas y radiactivas, que junto con los lodos son aptas para tratamientos reumatológicos, respiratorios, vasculares, digestivos y dermatológicos.

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