España presiona para que siga la búsqueda de los náufragos

El Gobierno solicita a Indonesia que se amplíe el plazo de búsqueda de los dos españoles desaparecidos; sus familias se aferran el testimonio de dos pescadores, que aseguran haber visto "a dos turistas" en una pequeña isla.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha pedido que se amplíe el periodo oficial de búsqueda, que expiró ayer, de Víctor García Montes y Jorge Luis de Miguel López, los dos españoles desaparecidos en el naufragio del pasado día 16 en el centro del archipiélago.

Las autoridades indonesias dieron por suspendidas las labores oficiales de búsqueda de los desaparecidos una vez terminado el plazo oficial de siete días estipulado para buscar supervivientes de este tipo de incidentes, pero el protocolo, como recuerdan no obstante los medios locales, no excluye la posibilidad de que los civiles puedan seguir rastreando la zona.

Apoyo a las familias

Margallo ha realizado una llamada a su homólogo indonesio, Marty Natalegawa, en la que, además de agradecerle los esfuerzos realizados hasta el momento para localizar a los desaparecidos, le ha trasladado el interés de España en que prosiga la búsqueda, según han informado fuentes de Exteriores este domingo.

El ministerio, a través de la embajada en Yakarta, ha reiterado que seguirá apoyando las familias desplazadas allí durante el tiempo que sea necesario, con la ayuda sobre el terreno de las autoridades consulares españolas para facilitar la interlocución.

Turnos para usar el bote salvavidas

El barco naufragado cubría una ruta entre Labuhan y Pulau Komodo cuando encalló en una barrera coralina y finalmente volcó a causa de una tormenta. Viajaban cinco tripulantes y 20 turistas, entre ellos los dos españoles desaparecidos. La familia de Víctor García Montes ha explicado que cuando la embarcación finalmente comenzó a volcar los náufragos decidieron echarse al mar en el único bote de salvamento para intentar alcanzar una isla que se divisaba en el horizonte.

Dado que el bote sólo contaba con capacidad «para cuatro personas», siempre según el relato de la familia del procurador, basado en el testimonio de uno de los náufragos rescatados, organizaron turnos para navegar sobre el bote o nadar a su lado. Ante la lenta progresión del bote, varios de los náufragos se habrían desligado del mismo para alcanzar la isla a nado, por su propia cuenta, una iniciativa que fue seguida por un segundo grupo, siendo todos éstos rescatados tras alcanzar el sur de esta isla.

Testimonio de pescadores

García Montes y De Miguel López habrían permanecido no obstante junto al bote, en el agua, pero cuando un barco pesquero llegó hasta él y rescató al resto de náufragos, vieron que habían desaparecido. Se cree que ambos podrían haber decidido también ir a la isla a nado. Pero una fuerte «corriente» podría haberles arrastrado hacia aguas abiertas.

Las familias de García Montes y De Miguel López se aferran al testimonio de unos pescadores, que avistaron en dicha isla «a dos hombres, dos turistas», que habían llegado a nado a la playa. Esta isla, de 13 kilómetros cuadrados y coronada por un pico de unos 1.900 metros de altura, «está deshabitada» en ese sector.

Preparados física y mentalmente

Aunque las autoridades locales defienden que la isla ha sido «batida» ya sin encontrar rastro de ellos, la familia de García Montes explica que él y su amigo cuentan con «mucha experiencia en la montaña y en el mar», con lo que con toda probabilidad «han entrado en la isla, en el bosque, a buscar agua». «Son personas muy preparadas física y mentalmente», dice la familia de Víctor.

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