La España más exótica en 100 lugares que no sabías que existían

Cuesta creer que aún queden lugares desconocidos en un país que batió durante siete años seguidos su récord de turistas, hasta llegar en 2019 a superar los 83,9 millones de visitantes. Y, sin embargo, existen. Lugares inéditos en las guías y en el imaginario de la mayor parte de los españoles que ahora Antonio Puente Mayor recopila en un libro que es una compilación de sorpresas viajeras.

España inédita (Geoplaneta) es el volumen (a la venta el 1 de diciembre) que presenta los pliegues ocultos de España, maravillas de la naturaleza, el arte y el patrimonio, edificios con historia, museos curiosos, vestigios del pasado y el presente y todo tipo de rincones insólitos que atraparán includo a los grandes viajeros.

El monstruo del lago Ness (español)

Por ejemplo, ¿sabías que España alberga el primer parque estelar del mundo? Es el Jardín Botánico de Santa Catalina, en Iruña de Oca (Álava), según certificó la Fundación Starlight.

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O que tenemos una Estatua de la Libertad, una réplica de la de Nueva York a pequeña escala que se encuentra en la localidad riojana de Cenicero y que esculpió en 1897 Niceto Cárcamo de Briones en memoria a lo ‘urbanos’, las milicias liberales que combatieron al carlismo.

Son solo dos de las curiosidades que depara este título, que se enmarca en la colección Nómadas de la editorial y que repasa hasta 100 lugares divididos en capítulos que abordan espacios naturales, cuevas y tesoros subterráneos, edificios con historia, paisajes, museos curiosos y lugares antiguos que van de la Pompeya fenicia (que se ubica en Málaga) al último vestigio de los tartesos en Badajoz.

La Toscana española, que podemos encontrar en Teruel, Bañolas, cuna del monstruo del lago Ness a la catalana, el monumento natural de Ojo Guareña (Burgos), el Escorial de los retablos que se puede ver en Burgos, el pueblo más pequeño con catedral, en Huesca, el mayor yacimiento de mercurio del mundo, en Ciudad Real, el último templo masónico, en Santa Cruz de Tenerife, una pirámide en Cuenca o la guarida del Drácula español, en Girona, son algunos de los viajes que se proponen desde las páginas de este libro.

El mar Muerto español

Entre las curiosidades se cuentan la versión española del mar Muerto, que está en Álava, a 31 km de Vitoria-Gasteiz. Donde hoy encontramos un soberbio paisaje, las Salinas de Añana, había hace 200 millones de años un vasto mar que, con el paso de los milenios, se fue evaporando, dejando la sal acumulada en la superficie.

Los sedimentos presionaron las capas inferiores lo que, unido a la mayor densidad de la sal, provocó que el sustrato ascendiera, algo así como una gota de aceite que se eleva en un vaso de agua. Cuando las corrientes de agua dulce pasaron por las capas de sal sólida la convirtieron en salmuera, agua con una densidad del 21%, muy similar a la del lago asiático.

El río navegable subterráneo más largo de Europa

También en España se puede recorrer el río navegable más largo de Europa, que está en las cuevas de Vall d’Uixó, a apenas 30 km de Castellón.

Formadas de manera natural hace 250 millones de años, las cuevas son lo más parecido a un pasaporte al Paleolítico superior, donde contemplar pinturas y, además, recorrer sus 2.750 metros de itinerario navegable.

Hay evidencias de que el lugar ya era conocido hace 17.000 años y explorado después por iberos y romanos. Mucho después el lugar consiguió ser declarado Bien de Interés Cultura y Patrimonio Mundial de la Unesco.

La iglesia más antigua

Se estima en más de 23.000 las parroquias que hay en España pero ¿cuál es la más antigua?

Según ha rastreado el autor de España inédita, y aunque resulta difícil determinar cuál de las construcciones ostenta este título, parece que Galicia es la principal candidata.

Entre las aspirantes se encuentran Santa María de Temes, en Carballedo (Lugo), datada en el año 805 pero con varios elementos que demuestran que su origen es anterior, el monasterio de San Pedro de la Roca, en Esgos (Orense), construido sobre una edificación anterior que estuvo habitada por eremitas desde, al menos, el 573, y la iglesia de Santa Comba de Bande, en Orense, con una fecha aproximada de construcción del año 675.

El mantel de la última cena

Entre las grandes curiosidades que revela el libro se cuenta la historia del mantel utilizado por Jesús y los doce apóstoles en la Última Cena. Supuestamente está en el claustro de la catedral de Coria, en Cáceres, y es una pieza de lino de 4,42 metros de largo por 92 centímetros de ancho decorada con sencillos motivos en azul.

Se descubrió entre los años 1370 y 1403 y se cree que podría ser el mismo que Leonardo da Vinci inmortalizase en su fresco La última cena, coloreado igualmente con bandas azules. ¿Otra curiosidad? Sus medidas son casi idénticas a las de la Sábana Santa que se conserva en Turín y, como este, ha sido sometido a Sometido a diversos análisis científicos que han corroborado su procedencia arábiga.

El coito más antiguo del arte

La última de las curiosidades en la que nos fijamos nos lleva a Riba de Saelices (Guadalajara) y a la cueva de los Casares. En este yacimiento arqueológico aparece representada la que se considera la primera obra de arte que muestra un coito entre humanos.

En la escena grabada en la roca, dos mamuts y dos figuras antropomorfas, la masculina representada con un gran falo que introduce en su compañera, la clásica venus paleolítica. La escena se ha interpretado como un ritual chamánico o bien como una representación de sexo sagrado ofrecido a alguna deidad.