Este es el país más verde que encontrarás en Europa

Pueblos encantadores, cuevas para explorar, cría de caballos, ríos con cascadas y bodegas subterráneas son algunos de los atractivos de Eslovenia para unas vacaciones bien sostenibles

Eslovenia foto jason-thomas-unsplash

Como una cuña entre Austria, Italia y Croacia, el pequeño país de Eslovenia presume de ser una de las naciones con más conciencia ‘verde’ del mundo.

No solo por sus políticas de sostenibilidad, ahorro energético y reciclaje, sino también por la bendición de la naturaleza que, a pesar de su reducida superficie, le permite desplegar diversos paisajes alpinos y mediterráneos para promover el turismo más ecológico.

Tomamos en cuenta las recomendaciones de Turismo de Eslovenia para conocer cuáles son sus gemas más fascinantes, en un viaje donde prima el respeto al medio ambiente.

El paisaje único de Bled

La imagen idílica de Bled y la pequeña isla de su lago es una de las mejores postales que se pueden tener del sur de los Alpes.

La serena belleza del lago de Bled. Foto: Yang Jing Olk – Unsplash.

A este islote, el único natural en toda la geografía de Eslovenia, se puede llegar en unos botes tradicionales llamados pletna, con el que los visitantes pueden visitar a la iglesia, la única construcción en su minúscula superficie.

Las aguas turquesas del lago, con el macizo rocoso de los Alpes julianos, se contemplan mejor desde el castillo de Bled, que data del siglo XI, y que también aloja una capilla, un museo y una imprenta.

Cuevas y minas

Las cuevas de Postojna están consideradas una de las mecas del turismo de espeleología. Allí funciona un tren único en el mundo, que sumerge a los visitantes a las entrañas de la formación natural, donde como en una catedral invertida se despliegan las estalactitas que han crecido a lo largo de millones de años.

El mundo subterráneo de Postojna. Foto Parque de Postojna-Jama

Espacios grandes como iglesias, túneles y un sinfín de rincones conforman un recorrido que se extiende por 24 kilómetros, en donde se han encontrado criaturas que los científicos ni sabían que existían.

A las cuevas de Postojna se accede por un tren que se introduce en el corazón de su mundo subterráneo

Otras cuevas muy populares son las de Škocjan, un laberinto de pasajes subterráneos de hasta cinco kilómetros de largo, con socavones de 20 metros de profundidad y cascadas, producidas por el paso del río subterráneo Reka, en su camino al Adriático.

Las cuevas de Škocjan. Foto Turismo de Eslovenia

En esta oscuridad vive el extraño proteo o pez humano (Proteus anguinus), que es como una serpiente con patas y que respira con branquias.

Caballos para deslumbrarse

En el pueblo de Lipica se encuentra la cuna de la raza del caballo lipizzano, magníficos ejemplares con mezcla de equinos españoles, árabes y napolitanos.

Caballos de Lipica. Foto Turismo de Eslovenia

Sus elegantes movimientos, su inteligencia y la belleza de su pelaje blanco o gris claro lo convierten en una gema del mundo ecuestre.

Allí hay caballerizas que trabajan sin interrupción desde 1580, donde los visitantes pueden deslumbrarse con las exhibiciones y aprender los secretos de su crianza.

La meca de la sal

Sobre la costa del Golfo de Trieste se encuentra la pequeña ciudad de Piran, muchas veces elegida como la villa costera más bonita de Eslovenia, con un casco histórico marcado por la influencia veneciana.

En las salinas de Sečovlje es posible conocer métodos ancestrales de extracción y producción de este oro blanco

En este rincón desde hace 700 años se produce un tipo de sal de gran valor en las cocinas. Aunque la superficie dedicado a este oro blanco se ha reducido con los siglos, todavía se pueden visitar las salinas de Strunjan y las de Sečovlje.

Producción de sal en Sečovlje. Foto Ayuntamiento de Piran

En estas últimas se mantienen métodos centenarios de recolección y acopio, en paisajes que se pueden recorrer a pie o en bicicleta.

El río turquesa

La belleza alpina que hemos visto en Bled también se puede encontrar, con algunas interesantes diferencias, en el valle del río Soča, donde este curso fluvial presenta un color turquesa tan intenso que parece retocado por un filtro de Instagram.

Kayak en el río Soča. Foto Niksy-Pixabay

Sus giros abruptos, rocas y el cauce que transita por cañones lo convierten en un atractivo punto de rafting.

Y de pescadores, porque aquí vive la trucha de Soča, un desafío para la captura y devolución de los amantes de la pesca con mosca.

Es difícil de imaginar que este hermoso valle fue testigo de la batalla de montaña más sangrienta de la Primera Guerra, en el Frente del Isonzo.

Curso del río Soca. Foto Kaja Avberšek-Flickr

En el cercano museo del pueblo de Kobarid se puede conocer este doloroso enfrentamiento entre italianos y austrohúngaros, que causó 500.000 bajas en ambos bandos.

Los vinos de Maribor

En la ciudad vieja de Máribor, una agradable villa en la parte oriental de la Eslovenia alpina, se encuentra la vid más vieja del mundo. O al menos así lo afirman en este país (y lo confirma el libro Guinness).

Recogida de la vid más antigua del mundo en Maribor. Foto Turismo de Eslovenia

Es un ejemplar de la variedad žametovka de 400 años adjunto a la Casa de la vieja vid, construida como centro de interpretación de la larga tradición vitivinícola eslovena, y que produce 55 kilos de uva tinta al año.

En esta ciudad de 100.000 habitantes, la segunda más grande del país, se encuentran numerosas vinerías que presentan lo mejor de las 52 cepas que crecen en el pequeño país.

Allí se puede visitar una bodega subterránea que se extiende por más de dos kilómetros, construida en 1847, donde se atesoran tres millones de litros de vino. Una buena forma de brindar por Eslovenia y su patrimonio verde.

a.
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