En autocaravana por la ruta de la sidra en Guipúzcoa

Desde San Sebastián hacia Ordizia, proponemos este viaje de 125 kilómetros por valles y pueblos guipuzcoanos para descubrir las raíces de la cultura de la sidra

Guipúzcoa tiene una potente tradición en torno a la sidra. Foto Sidreria Zelaia

Sí, más de uno levantará el dedo y dirá que es un sacrilegio, que la patria chica de la sidra es Asturias. Sin entrar en polémicas territoriales, cabe puntualizar que esta popular bebida también es un elemento fundamental de la cultura del País Vasco, y se puede descubrir en una ruta por los pueblos y valles de Guipúzcoa.

La propuesta, reflejada en el libro ’80 rutas sobre ruedas. Europa a tu aire’ es ideal para los que suelen viajar en autocaravana, entusiastas de la libertad de detenerse y hacer noche en cualquier punto del trayecto.

La mayor concentración de sidrerías esta aquí

Este libro asegura que tres localidades de la comarca de San Sebastián, Astigarraga, Hernani y Usurbil acumulan el mayor número de sidrerías.

En las localidades de Astigarraga, Hernani y Usurbil se concentra el mayor número de sidrerías

El trayecto de 125 kilómetros comienza en la Parte Vieja donostiarra con rumbo a Oridizia, en un trayecto serpenteante que no pierde detalle del mundo de la sidra.

Porque si bien la temporada fuerte es entre enero y fines de abril, coincidiendo con la llegada de la nueva cosecha, cualquier época del año es ideal para descubrir estos paisajes y esta cultura.

La sidrería Gartziategi lleva una tradición ininterrumpida de 500 años. Foto Sagardoaren Lurraldea

La capital de la sidra

En 10 kilómetros a la redonda se concentran más de un centenar de sidrerías, que ofrecen esta bebida que tiene dos sellos de calidad: la Eusko Label que garantiza que las manzanas provienen del País Vasco, y la Sagardo Gorenak, que se aplican a las sidras de calidad superior.

Si se trata de elegir una capital de la sagardoa es Astigarraga, que en otros años perteneció administrativamente a San Sebastián, en un paisaje -obviamente- lleno de manzanos.

Además de varios edificios históricos de interés allí se encuentra el Sagardoetxea, el Museo de la Sidra Vasca, excelente punto de partida para conocer la elaboración y la manera en que su sabor dulce impregna la cultura vasca desde hace siglos.

El momento cumbre es la degustación con la bebida extraída del tonel, en el ritual del txotx.

Esta palabra, que nombraba al tapón con que se cerraban los toneles, se convirtió en el aviso del tabernero de que estaba a punto de abrir una nueva barrica. Y todo el mundo de pie con sus vasos.

En el Museo de la Sidra se aprende a elaborar con métodos ancestrales. Foto Sagardoaren Lurraldea

En la ciudad también se la puede probar entre comidas y degustaciones tradicionales en locales como Alorrenea, Petritegi, Zapiain (que se remonta al s.XVI) y Rezola.

Otras mecas de la sidra

En Hernani, en su bonito barrio histórico con casas de entramado de madera, se encuentra la sidrería Zelaia y sus famosos chorizos regados con esta bebida. También es para destacar la calidad y presentación de Itxas-Buru, con un encantador aire rural.

Usurbil, la tercera ciudad de mayor cultura sidrera, tiene restaurantes de cocina tradicional como Aginaga, con sidra natural disponible todo el año. O Saizar, uno de los mayores productores vascos de la bebida.

La legendaria ceremonia del txotx. Foto Sagardoaren Lurraldea

Sidrerías, bodegas y tabernas de Guipúzcoa

La carretera A1 lleva a Tolosa, la antigua capital de Guipúzcoa, dueña de un rico patrimonio histórico, y con una tradición gastronómica de dulces y pasteles que, como se ve en el Museo de la Confitería, tiene siglos de presencia.

Pero en cuanto a la sidra, que es lo que nos motiva en este viaje, hay que probar la producción propia de Isastegi, en un caserío en la falda del monte Intxurre, con un contundente menú.

En el valle de Urola, por la carretera GI-2634 se llega a Azpeitia, la cuna de San Ignacio de Loyola, el fundador de los jesuitas cuya vida y obra se refleja en el santuario y su casa natal.

Más historia y edificios que nos permiten viajar en el tiempo se encuentran en los pueblos de Zumarraga y Ezkio-Itsaso.

En octubre, en Ezkio-Itsaso se celebra la Semana de la Sidra, con métodos que apenas han cambiado en cuatro siglos

En este último, en octubre, se organiza la Semana de la Sidra, que enseña cómo se elabora con un método que se mantiene firme desde hace cuatro siglos.

Actividades en la Semana de la Sidra en Ezkio-Itsaso. Foto Xabier Artola | Flickr

Sidra maridada con quesos de Idiazabal

La comarca de Goierri, importante centro minero del País Vasco con yacimientos como los de Aizpea, también tiene una fuerte vinculación con la sidra, como se ve en Oiharte, en el pueblo de Zerain, con una propuesta enoturística con catas y alojamiento en una casa rural.

Si hay que maridar con algo, que sea con el famoso queso Idiazabal, elaborado con leche de oveja y que lleva el nombre del siguiente pueblo, al que se llega por las carreteras GI-3520 y GI-2637.

La última parada es el pueblo de Ordizia, donde desde las épocas medievales se realiza un animado mercado en su plaza Mayor.

Un buen maridaje: sidras y quesos Idiazabal. Foto Ruta del Queso Idiazabal

En esta localidad funciona el Centro de Interpretación de Alimentación y Gastronomía D’Elikatuz, donde se puede aprender sobre este mercado y sus productos. Y por supuesto, sobre sidras y manzanas.

Si se viaja con autocaravana, la guía sugiere dos lugares para hacer noche. Uno es el Área de San Esteban, en Tolosa, con espacio para 12 vehículos; y el otro es el Eco Camping Arbizu, ya en la comunidad de Navarra, a media hora de Zerain y Ordizia. Y si conduce, mejor no beba.

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