El País de Nunca Jamás existe en una remota isla de Escocia

Al norte de Escocia, Eilen Shona es la isla donde J.M. Barrie encontró la inspiración para localizar las aventuras de Peter Pan

Hay quien sigue las huellas de Peter Pan en Londres, en el barrio de Bloomsbury donde vivió su autor, James Mattehew Barrie, o en el parque de Kensington, donde está la estatua del niño que se niega crecer. También en Escocia, concretamente en Kirriemuir, la pequeña aldea donde creció el novelista, o en Kyle of Lochalsh, el muelle de los deseos. Pero es en la remota isla de Eilen Shona donde está inspirado el País de Nunca Jamás.

Finding Neverland -encontrando el País de Nunca Jamás- es, de hecho, el reclamo turístico de este pequeño pedazo de tierra, Eilean Seòna en gaélico, ubicada en Loch Moidart, un tranquilo lago en la costa oeste de Escocia.

No hay restaurantes, pubs y, ni siquiera calles o caminos: solo naturaleza salvaje y abruptos acantilados

Apenas unas cabañas de piedra y una casa de campo acondicionadas como alojamiento interrumpen la visión de naturaleza salvaje del lugar. No hay coches en esta isla privada que ha pertenecido desde el siglo XVIII a tres familias, desde 1995, la de Devereux-Branson.

Las cabañas apenas interrumpen la naturaleza virgen. Foto L. Jones | Eilean Shona. Foto B. Cox

El lago centra la mayor parte de actividades en la isla. Foto B. Cox | Eilean Shona. 

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Neverland

Tampoco hay tiendas, pubs o restaurantes. Solo bosques y acantilados, las ruinas del viejo castillo de Tioram y pequeños caminos sin apenas trazado desde donde observar a ciervos y ardillas, lechuzas y águilas, ballenas y delfines. Perfecta para desconectar o para celebrar en la intimidad acontecimientos especiales, no es, sin embargo, por esto que Eilen Shona recibe viajeros.

Su nombre está unido para siempre al de Peter Pan y es que, visitando este remoto paraíso, es fácil comprender que Barrie (1860-1937) se inspirase aquí para dar forma al refugio de los niños que no querían crecer.

El dramaturgo, de hecho, alquiló la isla entera durante varios veranos para pasar las vacaciones con los hermanos Llewelyn Davies en quienes se inspiran sus personajes. Él mismo pareció dudar de la existencia real de su mundo imaginado: “Durante el día piensas que el País de Nunca Jamás es pura fantasía”, escribió, “pero esta es la isla de Nunca Jamás hecha realidad”.

Las cabañas apenas interrumpen la naturaleza virgen. Foto LJones

Las cabañas apenas interrumpen la naturaleza virgen. Foto: L. Jones.

Tras los pasos de Peter Pan

A unas diez horas de coche desde Londres y alrededor de cuatro desde Edimburgo, a la isla se accede hoy en ferry en un trayecto de 15 minutos. Elilean Shona House es la joya de la corona de la isla. Con 12 habitaciones es un pequeño hotel boutique con todo el encanto de una casa familiar y capacidad para 20 personas (12 habitaciones). Decorada con estilo, la propiedad es elegante, aunque se reserva guiños a la modernidad, por ejemplo, en sus murales pintados de colores brillantes que firma Fred Pollock, obras de arte conceptual y artesanías de diferentes lugares del mundo, que se combinan con alfombras antiguas o baños de mármol.

La casa principal tiene capacidad para 20 personas mientras que las cabañas pueden acoger entre 2 y 8 huéspedes

Aunque cuenta con una enorme cocina perfectamente equipada a partir de 2020 ofrece también servicios de restauración a cargo de Vanessa Branson, hermana del propietario actual de la isla.

SaloÌn de la casa principal de Eilean Shona

SaloÌn de la casa principal de Eilean Shona.

Biblioteca, sala de juegos, y un luminoso salón con chimenea, sofás, piano de cola y ventanales con magníficas vistas al lago completan la estancia.

Además, hay ocho cabañas más de menor tamaño repartidas por diferentes rincones de la isla, un centro social que acoge a artistas que busquen en este retiro su inspiración, y una diminuta tienda que abre solo dos días por semana para adquirir artículos esenciales o platos cocinados por chefs locales.

El alquiler está entre 750 y 1.350 libras por semana (880-1.580 euros) mientras que la casa principal se alquila (mínimo tres noches) por 250 libras por persona y noche incluyendo desayuno, almuerzo, té y cena.

Caminos sin marcar

Para llenar los días, la isla ofrece un número ilimitado de caminos sin trazar que permitirán recorrer hasta el último rincón, también en bicicleta de montaña. Los más atrevidos pueden nadar en el lago de aguas cristalinas o bien practicar kayak, logrando así una perspectiva única de la costa y los acantilados.

Eilean Shona lago

El creador de Peter Pan alquiló durante varios veranos la isla al completo. Foto Eilean Shona.

Observar la naturaleza, hacer mil y una fotografías, pintar leer o dedicarse a los placeres de la cocina son otras de las actividades para hacer mientras descubrimos por qué, efectivamente, Peter Pan no quería hacerse mayor.

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