El Molino reluce de nuevo en el Paralelo barcelonés

El histórico teatro, con más de un siglo de vida, abre una terraza al aire libre y muestra su lavado de cara cinco años después de la última reapertura

El primer giro que dio el histórico café El Molino fue el día de su nacimiento. A finales del XIX, un visionario compró una antigua tasca de barrio por cien pesetas y la convirtió en un tablao flamenco. Poco tardó el local en convertirse en un punto de referencia del Paralelo, el Broadway barcelonés de la época.

Hoy, más de un siglo después y tras cinco años de su última reapertura –ha tenido varias–, este emblemático teatro luce sus aspas en la avenida de los espectáculos de Barcelona, una vez superados los problemas económicos que arrastraba. La última decisión de los actuales propietarios ha sido abrir una terraza para los visitantes que deseen disfrutar de un almuerzo o una cena al aire libre. El lugar ideal para tomarse un respiro antes o después del show molinero.

Bajo solicitud previa, tanto espectadores como otros grupos organizados podrán disfrutar de un espacio situado justo detrás de las aspas del molino y con vistas privilegiadas al ambiente que se respira, tanto de día como de noche, a los pies del teatro. Anexo a esta terraza, también se abrirá el Golden Bar, un elegante bar interior al que no le falta el piano y una larga barra con cómodos sofás.  

El Molino del siglo XXI

Merche Mar es una institución en el mundo del cabaret. «La anfitriona de la casa» –como ella misma se define—ha vivido varios cierres del local, con sus consiguientes reaperturas. Esta vedette ha sido testigo directo de la evolución de un espacio que, en la España conservadora del franquismo, desafiaba con gracia y picardía la censura del régimen. Tanto es así que, ante la prohibición de usar nombres afrancesados, el café fue bautizado mirándose en el espejo del Moulin Rouge parisino.

Hoy, El Molino se ha adaptado, en el fondo y en las formas al siglo XXI. Vanessa García, o Lady Molino, es la coreógrafa principal y una de las caras más conocidas de los escenarios barceloneses. «Lo que hoy ofrecemos es una actualización del show más clásico. Mezclamos varios géneros y hacemos que el público también participe», asegura.

Nuevos espectáculos y público renovado

Show time es la función principal de esta temporada, un espectáculo de cabaret y burlesque, en el que caben desde las acrobacias hasta la interacción directa con el público. También en cartel, el Rumba experience ofrece una versión diferente y divertida del género flamenco, que sorprenderá a expertos y a novatos en la materia. Además de estas dos funciones –con varios pases al día, de jueves a sábado–, El Molino se convierte en el epicentro mundial del burlesque en el mes de junio, durante la celebración de un festival internacional al que acuden artistas de renombre.

La puesta al día del local y de su oferta artística ha abierto las puertas a a un nuevo tipo de público: desde familias con hijos a turistas extranjeros, que se entremezclan con el espectador más tradicional. Merche Mar, que ejerce como maestra de ceremonias sobre el escenario, explica cómo «la juventud ha descubierto un espectáculo que asegura diversión y entretenimiento». Sangre nueva para que las aspas de El Molino sigan girando por muchos años.  

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