El Liceu se abraza al turismo para superar sus números rojos

El gran teatro de la ópera catalana quiere superar su imagen de institución elitista. Anuncia que pretende vender entradas en cajas de experiencia y que persigue un pacto con los touroperadores para atraer a los visitantes de la ciudad

El Gran Teatro del Liceu de Barcelona quiere aprovecharse del éxito que tiene la capital catalana entre los visitantes internacionales. El director general de la fundación que rige la institución musical, Roger Guasch, reconoce que hasta la fecha han vivido de espaldas al turismo de la ciudad. Una situación que pretender revertir gracias al plan estratégico que ha sido aprobado este viernes y durará hasta 2017.

El directivo afirma que hay conversaciones iniciadas con varios touroperadores para que los viajeros que lleguen a la capital catalana también incluyan una visita al teatro de La Rambla entre sus planes. Especialmente los cruceristas. El directivo reconoce que en la institución no se veía con buenos ojos negociar con intermediarios que cobran comisiones para colocar entradas, pero las necesidades económicas obligan a cambiar el rumbo.  

 
Los ingresos de la institución cultural han bajado el 35% desde 2007

No es la única alternativa que hay sobre la mesa en este sentido. La cúpula del gran teatro de la ópera catalana también negocia con grupos que comercializan las llamadas cajas experiencia, como los Plan B de Barceló o la marca Smartbox, para lanzar al mercado un paquete que incluya entradas al teatro. Así, también se pretende llegar a un mayor número de posibles visitantes del mercado local.

“No puede ser que la iglesia del Pi de Barcelona tenga más visitas anuales que el Liceu”, pone de ejemplo el director general. La nueva estrategia de gestión pretende abrir más las puertas del teatro y dejar atrás la imagen elistista que aún conserva.

Los ingresos de la institución cultural han bajado el 35% desde 2007. El patronato de la fundación calcula que el déficit será de 16,73 millones de euros en 2016 y que los resultados de explotación no llegarán a un punto de equilibrio hasta 2015. Guasch ha diseñado junto al presidente de la fundación, Joaquim Molins, un nuevo plan que implica recortar los gastos de organización, negociar con la banca acreedora una reestructuración de 15,7 millones de euros y pagar las facturas atrasadas con proveedores (3,9 millones), IRPF (2,75 millones) e IVA (365.000 euros).

“El problema del Liceu no es de ahora, viene de lejos pero lo tenemos perfectamente detectado”, sentencia Guasch. Deja claro que ya han empezado a trabajar para solucionarlo.

a.
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