El concurso del mejor trasero de Brasil acaba con malas artes

Miss BumBum será elegida el lunes tras críticas, acusaciones de racismo y descalificaciones

Una de las competiciones más polémicas de Brasil llega a la final el lunes. Y lo hace, como en anteriores ocasiones, con malas artes. El certamen Miss BumBum elige cada año el mejor trasero del país suramericano. En esta edición, una de las modelos ha sido descalificada por intentar alterar el sistema de voto electrónico.

Los jueces han expulsado a la exuberante Lívia Santos, candidata del estado de Tocantins, por presunto fraude. Al parecer, Santos utilizó un sistema de voto automático para meterse entre las 15 finalistas. Cabe recordar que al concurso Miss BumBum acuden 27 candidatas, una por cada república federativa de Brasil.

Final

Tras el incidente, las quince finalistas ya están preparadas para bregar por el premio, que en 2013 ganó Daiana Macedo (foto inferior). Las jóvenes tratarán de convencer a un jurado compuesto por diez personas. Los jueces evaluarán un desfile en traje de gala, uno en traje de baño y la simpatía de la candidata.

Image and video hosting by TinyPic

Antes de la final, los espectadores han votado a las 15 bellezas finalistas. Según los organizadores, dos millones de personas votaron vía la web www.missbumbumbrasil.com.br. Calculan que cada edición despierta el interés de unos 85 millones de internautas de todo el mundo, entre ellos un buen número de españoles.

Premio

El concurso de Miss BumBum suscita una competencia feroz entre las participantes. La ganadora SE lleva el equivalente a 1.500 euros en metálico, 15.000 euros en contratos publicitarios y un acuerdo para ser portada de la revista brasileña Sexy.

Además, las anteriores ganadoras de Miss BumBum han entrado a formar parte del star-system brasileño. Han aparecido en televisión, calendarios e Internet, y una de ellas asegura haber tenido un romance con Cristiano Ronaldo, jugador del Real Madrid.

Además de por su obsesión estética, el certamen ha sido blanco de las críticas por su falta de rigor. El pasado año, dos de las concursantes fueron acusadas de ofrecer a los jueces 22.000 euros para ganar. También se ha enfrentado a acusaciones de racismo, ya que todas las participantes son de tez clara.

La competición nació en 2011 de la mano del publicista carioca Cacau Oliver. El comunicador exige que las participantes no se hayan sometido a cirugía estética y sean menores de 40 años.

a.
Ahora en portada