Dónde atrapar la magia de las auroras polares en el hemisferio sur

Las auroras polares exclusivas del norte. En el hemisferio sur entre mayo y septiembre los cielos se tiñen de colores, y hay lugares donde se las puede ver

Muchos países del hemisferio norte aprovechan el regalo astronómico que les da las auroras boreales para crear un producto turístico que fascina a iniciados y expertos. En el hemisferio sur las auroras polares también existen, aunque hay menores sitios donde observarlas. Pero hay opciones que valen la pena explorar.

¿Por qué suceden las auroras?

Las auroras polares se producen cuando el sol lanza una carga de partículas que choca contra el campo magnético de la tierra.

Este escudo repele la mayor parte de este bombardeo y lo desvía hacia los polos, donde al tomar contacto con los gases de la atmósfera como el oxígeno y el nitrógeno generan esos velos azules y verdes que asombran con su belleza etérea.

Las auroras boreales son un atractivo para viajar a Groenlandia

Las auroras boreales se producen por el choque de partículas solares en la atmósfera.

El desigual reparto de las masas polares

Si uno mira por donde pasa el Círculo Polar Ártico comprobará que cruza una abundante franja de tierra del norte de Rusia, Canadá y Alaska, a tres cuartas partes de Groenlandia, un tercio de la península escandinava y roza la agreste geografía de Islandia. En varios de esos puntos hay pueblos, hoteles y pequeñas ciudades.

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Pero si se ve el globo terráqueo en el hemisferio sur, la distribución es desigual: el Círculo Polar Antártico abarca toda la superficie del continente blanco, pero no hay ninguna masa continental habitada (al menos permanentemente) en más de 1.000 km a la redonda.

Menores opciones

Las auroras australes suceden con la misma frecuencia y tienen el mismo efecto majestuoso que en el norte, el problema es que hay pocos lugares para poder contemplarlas.

Dentro del Círculo Polar Antártico no hay ningún asentamiento humano permanente, excepto por las bases científicas y militares del continente blanco

Y otra dificultad es que si bien las auroras suceden todo el año, la mejor época es entre mayo y septiembre, cuando estas regiones australes tienen más horas de oscuridad.

Aurora austral fotografiada en Nueva Zelanda. En el sur se ve otra variedad de colores. Foto: Ben-Flickr

Aurora austral fotografiada en Nueva Zelanda. En el sur se ve otra variedad de colores. Foto: Ben-Flickr

Si bien es difícil pasar el invierno en el extremo sur de Nueva Zelanda, Argentina o las Islas Malvinas, en la Antártida es prácticamente imposible, a menos de que uno sea científico o militar.

Tasmania

Uno de esos puntos es Tasmania, al sur de Australia. Esta isla de forma triangular está a 5.340 km del Polo Sur y a 2.800 km de la masa antártica.

Quizás parezca muy lejos, pero esta distancia permite ver un espectáculo diferente respecto al polo norte: en Noruega, Islandia o Canadá las auroras suelen ser verdes y con menor frecuencia violetas porque el espectador se encuentra cerca de la línea del horizonte donde se produce este fenómeno.

En cambio en Tasmania el observador se encuentra más lejos, lo que permite contemplar otros colores como rojo, amarillo, púrpura y azules, explica Margaret Sonnemann a la BBC.

Tasmania foto Sophie Fazackerley

Auroras en Tasmania. Foto: Sophie Fazackerley-Flickr

Esta aficionada a las auroras es autora de una guía para poder verlas en el sur y creó un grupo de Facebook, Aurora Australis Tasmania, que informa si están dadas las condiciones para poder ver a estas luces del cielo, como la ausencia de nubes, la velocidad del viento, el índice Bz (que mide la orientación del campo magnético interplanetario) y el índice K (que registra el nivel de alteración del campo magnético terrestre).

Nueva Zelanda

También en Nueva Zelanda, ubicada más al sur que Tasmania, hay turoperadores y casas rurales que ofrecen la opción de contemplar las auroras australes. El lugar más apropiado es la isla Stewart, a 30 km del extremo meridional de este país océanico, debido a la claridad de sus cielos.

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Allí se encuentra el Parque Nacional Rakiura, que en lengua maorí significa “la tierra de los cielos brillantes”.

Aurora en invercargill City Nueva Zelandia. Foto Shellie Flickr

Aurora austral y la Vía Láctea en invercargill City, Nueva Zelandia. Foto: Shellie-Flickr

Diversos alojamientos rurales brindan las comodidades necesarias y los lugareños sirven de guías para buscar sitios despejados de árboles y cerros que puedan molestar la visión.

Además como las comunidades viven dispersas es fácil de encontrar sitios sin contaminación lumínica.

Islas Malvinas

Algo similar ocurre con las Islas Malvinas. El 90% de su población de 2.500 habitantes se concentra en el pueblo de Stanley/Puerto Argentino, pero en la campiña hay varias casas rurales reconvertidas en alojamiento.

Desde estos parajes que parecen inhóspitos, pero que presentan una rica fauna marina, en el horizonte se pueden ver las cortinas rojas, verdes o amarillas, sobre todo si es en el período de abril a agosto.

Ushuaia

Ushuaia es la ciudad más austral del mundo, el último confín de civilización en América separado a 1.000 km del extremo norte de la Península Antártica, y a 3.600 km del Polo Sur. Su ubicación geográfica y su facilidades de comunicación, con vuelos directos a Buenos Aires, la convierten en un interesante atalaya para ver a las auroras.

Ushuaia tiene a favor la facilidad de comunicaciones, pero la contra es el inestable clima que tapiza el cielo de nubes

Pero para ello hay que desplazarse unos cuantos kilómetros hacia el este (al sur es imposible, está el canal de Beagle) y armarse de paciencia.

Aurora austral ushuaia

La aurora austral tiñe de violeta el cielo de Ushuaia

No es una tarea fácil: el inestable clima del sur patagónico hace que haya mucha presencia de nubes, que llegan tan rápido como se van. Pero si el tiempo da una tregua, el esfuerzo queda más que compensado.

Antártida

Desde Ushuaia y la chilena Punta Arenas parten cruceros hacia la Antártida. El continente blanco, sin dudas, es el mejor lugar para ver las auroras, como bien lo saben los científicos afincados en las bases.

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Aurora en el Polo Sur. Foto: Noaa-Unsplash

Pero la imposibilidad de viajar en invierno limitan las opciones a tomar un crucero hacia mayo o septiembre, donde en la seguridad de la cubierta se podrá ver cómo en el cielo estrellado aparece un velo de color que parece agitarse gracias a una mano invisible.

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