Descubrimos el universo de Yves Saint Laurent en Marrakech

Entre jardines y zocos, acróbatas y encantadores de serpientes, la ciudad roja atrapó al genial modisto francés

Se cumple un año de la inauguración en Marrakech el Museo Yves Saint Laurent. Un espacio donde se muestran algunos de los más icónicos diseños de alta costura del gran modisto y la influencia que la conocida como ciudad roja tuvo en su vida y en sus creaciones.

Marrakech, la urbe imperial situada en las faldas del Atlas, y conocida como la ciudad roja por la arenisca de tono carmesí con la que están construidos sus antiguos edificios, es una de las ciudades más visitadas de Marruecos. Sus casi mil años de historia la convierten en objeto de deseo para muchos viajeros expectantes por conocer su gran plaza Jemaa el-fna, perderse por su gran zoco, o dejarse por ejemplo atrapar por la belleza de la mezquita Ben Youssef.

A lo largo de la historia infinidad de famosos personajes han paseado sus rincones. Winston Churchill llego a decir de ella que era la ciudad más hermosa del mundo. El escritor norteamericano Paul Bowles vivió en Marruecos durante años y pasó temporadas en la ciudad roja, así como el escritor español Juan Goytisolo, que residió en Marrakech desde 1996 hasta su fallecimiento en 2017.

Yves Saint Laurent visitó por primera vez la ciudad en 1966 acompañado por su socio y pareja Pierre Bergé, el que fuera magnate de la moda francesa durante décadas y cofundador de la casa de moda Yves Saint Laurent

El refugio creativo de Saint Laurent

Pero si hay una personalidad que define el lugar de diversidad y de encuentro que es Marrakech, considerada como una de las ciudades más tolerantes de África, éste es sin duda alguna el gran modisto francés Yves Saint Laurent, que visitó por primera vez la ciudad en 1966 acompañado por su socio y pareja Pierre Bergé, el que fuera magnate de la moda francesa durante décadas y cofundador de la casa de moda Yves Saint Laurent.

Fachada del Museo YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Fachada del Museo YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

Durante años, Yves y Pierre pasaron largas y gratas estancias en una villa de Marrakech, tiempo que sirvió de fuente de inspiración y conocimiento al modisto, pues sus diseños y acabados tuvieron siempre una fuerte impronta marcada por el estilismo de la cultura árabe.

Los museos de Marrakech y París exhiben una colección compuesta por 5.000 prendas de vestir y 15.000 accesorios del genio de la alta costura

Saint Laurent falleció en 2008 a los 72 años y Bergé el año pasado, justo un mes antes de que en la querida Marrakech de ambos se inaugurara el Museo Yves Saint Laurent, todo un homenaje a uno de los más brillantes diseñadores de moda del siglo XX. Situado en la Rue Yves Saint Laurent de Marrakech, el museo abrió sus puertas al público el pasado 19 de octubre de 2017.

La apertura coincidió con la inauguración de otro museo dedicado al diseñador en París. Los dos museos exhiben una colección compuesta por 5.000 prendas de vestir y 15.000 accesorios de alta costura.

Elegancia y creatividad

Pudimos visitarlo en una serena y agradable mañana de finales de marzo. En la cola infinidad de turistas europeos, algunos vestidos de forma elegante y otros un tanto llamativa, tal y como sucede con el público que asiste a los desfiles de moda y quiere llamar la atención. Había también asiáticos, principalmente chinos y japoneses. Se percibe su avidez por el lujo y por la alta costura.

El edificio, diseñado por Studio KO, recuerda en el exterior a la trama de la tela y de los tejidos, mientras que el interior evoca el forro de una chaqueta de alta costura con su tacto aterciopelado, suave y lustroso

Patio circular. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Patio circular. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

Me encontré casualmente con Pilar, una joven alicantina de 20 años estudiante de moda que había acudido a ver el museo porque una de sus profesoras no hacen más que decirles que Saint Laurent es el modisto que mejor ha sabido conjugar la elegancia y la creatividad. No lo ponemos en duda.

El edificio, de tonos rojizos como no podía ser de otro modo, fue diseñado por Studio KO, el estudio de arquitectura de Olivier Marty y Karl Fournier. El exterior recuerda a la trama de la tela y de los tejidos y el interior evoca el forro de una chaqueta de alta costura con su tacto aterciopelado, suave y lustroso.

Más de 4.000 piezas

Además de Marruecos, Mondrian, el famoso pintor vanguardista neerlandés, fue una influencia clave en el trabajo de Yves Saint Laurent. Estas referencias sirvieron para crear el diseño del logotipo y la identidad gráfica del museo, que fue supervisado por Philippe Apeloig, creador del póster para la retrospectiva de Yves Saint Laurent 2010 en el Petit Palais de París.

El museo cubre 4.000 metros cuadrados y en el se exhiben alrededor de 4.000 piezas entre trajes, complementos, fotografías, bocetos y documentos de todo tipo, que irán intercambiándose con los del museo en París

El museo en sí cubre 4.000 metros cuadrados y en el se exhiben alrededor de 4.000 piezas entre trajes, complementos, fotografías, bocetos y documentos de todo tipo. Creaciones que irán rotando e intercambiándose con los vestidos y complementos del museo de Paris. 

El espacio es muy amplio, acogedor y permite observar muchos de los trajes exhibidos en todos sus ángulos. Además de presentar parte de su colección de ropa, el museo también muestra decenas de miles de dibujos y fotos que representan la historia de la casa de moda.

En una de las salas de exhibición, Le Foyer, se observa el importante trabajo de Saint Laurent para el teatro, ballets, music hall y cine. A través de una presentación de bocetos, dibujos y fotografías, la exposición relata la gran influencia y la pasión del modisto por el mundo del escenario, para el cual creó trajes y diseños de todo tipo desde finales de los años 50.

Sala YSL. © Foundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Sala YSL. © Foundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

El diseñador colaboró durante gran parte de su vida profesional con Claude Regy, Jean-Louis Barrault, Luis Buñuel o François Truffaut. Vistió a Jean Marais, Jeanne Moreau, Isabelle Adjani y a su queridísima Catherine Deneuve con quien tuvo una inquebrantable amistad.

Universo Saint Laurent

Concebido como mucho más que un museo, cuenta además con una biblioteca de investigación, una librería, un auditorio y un café.

Más de 6.000 libros integran la biblioteca del museo, en el primer piso. Hay tratados y libros antiguos sobre Marruecos, su historia, literatura y artes tradicionales, así como un fondo internacional de artes visuales, arte, moda, arquitectura o paisajismo

El auditorio de 150 asientos, lleva el nombre de Pierre Bergé y se utiliza habitualmente para espectáculos y recitales, así como conferencias y proyecciones de películas documentales sobre el mundo de la moda y en particular sobre la figura de Yves Saint Laurent.

Más de 6.000 libros pueden encontrarse en la biblioteca de investigación ubicada en el primer piso. Hay tratados y libros antiguos sobre Marruecos, su historia, literatura y artes tradicionales, que incluyen obras que datan de los siglos XVII al XX.

Por otra parte, se da acceso a un fondo internacional que incluye las artes visuales, arte, moda, literatura, arquitectura, antropología, paisajismo y botánica.

Biografía en imágenes, sala YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Biografía en imágenes, sala YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

La sala de exposiciones temporales es un escaparate cultural y artístico capaz de dar cabida a todo tipo de muestras.

En la actualidad, y hasta el 5 de febrero, se puede disfrutar de la exposición ‘Les marocains’, uno de los últimos trabajos de la fotógrafa francomarroquí Leila Alaoui (asesinada en 2016 por una facción de Al Qaeda en El Magreb en Burkina Faso), que retrata la riqueza étnica de Marruecos a través de imágenes de la gente invisible, la que no figura nunca en los medios.

En la sala de exposiciones temporales se puede disfrutar, hasta el 5 de febrero de 2019, de ‘Les marocains’, uno de los últimos trabajos de la fotógrafa francomarroquí Leila Alaoui, joven promesa asesinada por Al Qaeda en 2016 

Una parada en el café

El café del museo lleva el nombre de Le Studio, el que fue lugar de trabajo de Yves Saint Laurent en el 5 de la Avenue Marceau de París. El vestíbulo de madera clara y la iluminación de yeso dan la bienvenida y sugieren un aire monástico a la par que vanguardista, sostenido por la blancura del mármol blanco. Se realizó un gran dibujo panorámico del estudio de Yves Saint Laurent por el artista Ulrich Gassman para velar por la autenticidad del lugar.

El café del Museo YSL ofrece platos y productos tradicionales marroquíes y franceses, con un enfoque creativo

El mobiliario de mimbre aporta un toque de simplicidad. El color de los muebles es amarillo azafrán y se entremezclan con decoraciones japonesas en una fusión de estilos y universos. El café tiene capacidad para 75 comensales. El menú ofrece platos y productos tradicionales marroquíes y franceses, con un enfoque creativo.

Biblioteca de investigación Museo YSL. © Foundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Biblioteca de investigación Museo YSL. © Foundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

Los Jardines de Majorelle

Al salir del museo nos encontramos con los Jardines de Majorelle, creados en 1924 por el pintor francés Jacques Majorelle, que residió en Marrakech durante gran parte de su vida. En 1980 los compró Yves Saint Laurent y hoy conforman un hermoso espacio con infinidad de árboles y plantas en cuyo interior hay un museo de arte islámico.

Para poder verlo es indispensable comprar otro ticket de entrada distinto al del Museo de Yves Saint Laurent. Muy recomendable porque es un lugar fresco y realmente relajante.

En los Jardines de Majorelle vemos a Pilar, la estudiante de moda. “Me ha gustado tanto lo que he visto que pienso convertirme en la nueva Yves Saint Laurent del siglo XXI”, confiesa. Sonrío ante semejante ocurrencia, pero luego me quedo pensando en que si se desea algo fervorosamente puede llegar a conseguirse. ¡Pensad si no en Yves Saint Laurent!

Le cabinet de curiosités Museo YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.
Le cabinet de curiosités Museo YSL. © Fundación Jardin Majorelle. Foto Nicolas Mathéus.

a.
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