La Daurada: un día de gastronomía y desconexión junto al Mediterráneo
La Daurada, en la costa de Vilanova i la Geltrú, cuenta con diversos espacios donde se puede pasar una jornada en sus restaurantes, discotecas y piscinas
En un extremo del puerto de Vilanova i la Geltrú, a 40 minutos al sur de Barcelona, el complejo La Daurada entrega las llaves para un día de desconexión que puede empezar desde ver el amanecer en tumbonas junto al mar hasta terminar la noche en un recital o en la zona vip de la discoteca.
Con 10.000 metros cuadrados La Daurada se presenta como el mayor complejo de ocio de la costa de la provincia de Barcelona.
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El lugar cuenta con dos restaurantes, terrazas, discoteca, piscina y cala privada. La idea es combinar diferentes espacios y conceptos que, si bien tienen al verano como su época ideal, se puede disfrutar en cualquier época del año.
Tumbonas flotantes en La Marabanda.
Inspiración en el Mediterráneo
La terraza de La Daurada se encuentra en una posición que permite que la brisa del mar refresque pero sin incordiar. El Mediterráneo, o más exactamente el estilo ibicenco, es el motivo que inspira la decoración del lugar, abundante en maderas blancas.
La Daurada cuenta con dos restaurantes, terrazas, discoteca, piscina y cala privada
Esta zona se divide entre el restaurante y una bocatería, para picar algo en el vermut sin alejarse de la zona de baño. En el piso superior se encuentra El Mirador, un establecimienti más elegante y con una terraza con una interesante vista panorámica de la costa de Vilanova.
Cala Tintorera tiene un mirador para ver el atardecer.
La cocina de El Mirador
En los fogones de este restaurante se encuentra Javier Pradanas, quien proviene del Melià Sitges y recordado por ganar durante siete años el Tapa Tapa Sitges.
Su propuesta se basa en una cocina mediterránea centrada en arroces, como el arroz de galeras y el meloso de cangrejo azul del Delta del Ebro, así como de especies autóctonas como la dorada o la fideuá con gamba blanca de Vilanova.
El Mirador es el restaurante más elegante de La Daurada.
A un costado de las terrazas se encuentra Cala Tintorera, un pequeño espacio donde se puede ver el mar desde plataformas o lanzarse al agua en un área de baño privada.
Al atardecer la gente se congrega en las tumbonas de Cala Tintorera, mientras un DJ le pone un toque a la puesta del sol
Los atardeceres, que a esta altura del año llegan a la hora de la cena, son uno de los momentos más intensos porque en esta especie de anfiteatro de madera se puede ver, sentado en las tumbonas y con un cóctel, como el sol se esconde detrás del macizo del Garraf.
Un DJ le pone un toque extra a este momento, pero sin el cliché del chill out que le gusta presumir a Ibiza.
El atardecer es uno de los momentos más fotografiados.
Restaurante de temporada
La Marabanda es el restaurante y beach club abierto solo en verano. Más informal que El Mirador, tiene una recomendada carta de platos de porciones abundantes pero sin excentricidades.
Los platos se centran en los pescados mediterráneos.
El chef Carlos Ramírez se centra en los pescados que, día a día, llegan desde la lonja de Vilanova; por lo que se sugiere consultar cuál es la pieza recomendada del día.
Hemos podido probar un rape que, a pesar de su fiero aspecto, tenía un sabor que solo puede ofrecer un pescado fresco. O la dorada adobada, un entrante que se puede combinar con las suaves croquetas de gamba
De todas maneras, como platos estrellas hay que apuntar el arroz a banda al estilo ibicenco con dorada, o los espetos, tal como en los chiringuitos andaluces, que pueden ser de sardinas, pulpo o calamar.
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En La Marabanda hay una piscina con balinesas y hamacas flotantes, que permiten estar horas disfrutando del fresco con algunos de los cócteles que prepara Pier Tordella, que le pone su toque caribeño en combinaciones de vodka y ron con frutos rojos, manzana, mango o maracuyá.
Cócteles preparados por Pier Tordella. Foto: JPCh.
Cuando cae la noche
Para cuando cae el sol La Daurada cambia de registro y se convierte en un centro de ocio nocturno. Su discoteca tiene una capacidad para 1.500 personas, pero también sirve de espacio para eventos corporativos o banquetes, donde se pueden sentar 350 comensales.
De noche La Marabanda presenta nuevas propuestas.
En el lugar todos los fines de semana se organizan recitales, espectáculos de monólogos y también se ofrecen cursos de bachata y salsa.
Para cuando la música toma la escena, el restaurante El Mirador se convierte en la zona vip de la discoteca, y permite cerrar el día desde la terraza superior mientras, a lo lejos, una claridad anuncia el amanecer.
La discoteca tiene una capacidad para 1.500 personas.
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
