Cómo descubrir estrellas, planetas y rocas lunares sin salir de Madrid

‘Las escaleras al cielo. Guía cósmica de la Comunidad de Madrid’ presenta los mejores lugares para el astroturismo y su vinculación con la historia y tradiciones de la región

LLUVIA PERSEIDAS EN MADRID

Casi todas las noches los que residimos en las grandes ciudades lamentamos que la contaminación lumínica impida ver las estrellas. Excepto Venus, Sirius, Canopus y un puñado de astros más, la modernidad ha puesto un velo sobre el firmamento nocturno.

Pero hay muchas opciones para descubrir las maravillas del universo a simple vista. Claro, en algunos casos requiere trasladarse hacia montes y pueblos alejados de las metrópolis.

Pero también es posible conocer las huellas que las estrellas y otros cuerpos han dejado en la cultura popular, el arte, la religión y la historia.

El famoso oso de Madrid tiene relación con una constelación. Foto Wikipedia

De Madrid al cielo

Muchas de ellas se encuentran en el centro geográfico de España, y son relevadas en la publicación ‘La escalera al cielo. Guía cósmica de la Comunidad de Madrid’, que revela toda clase de secretos relacionados con la astronomía y su culto en la historia.

El autor es el escritor Javier Sierra, premio Planeta por El fuego invisible, y autor de diversos ensayos sobre enigmas de la historia.

La relación de Madrid con los astros se revela desde el kilómetro cero de la ciudad (y de la Península, en rigor), con la escultura del oso y el madroño en la Plaza del Sol.

El oso de la Plaza del Sol, según Sierra, es una hembra, y su figura se relaciona con la constelación de la Osa Mayor

Si se la observa con atención se verá que el animal no presenta genitales masculinos. Quizás estén ocultos en el pelaje, pero según Sierra, obedece a que es una hembra, y su figura está relacionada con la constelación de la Osa Mayor, figura astral que tiene tantas estrellas como la bandera de la Comunidad.

Artesonado del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Foto Ayuntamiento de Alcalá de Henares

Desde la prehistoria y de la cultura musulmana

La guía presenta diversas formas de acercarse a los astros. Recuerda que ‘el primer madrileño’, o sea la primera figura célebre que dio la antigua aldea medieval fue el astrónomo y astrólogo musulmán Abu Maslama.

La herencia de esa cultura en la región, con sus bellas muestras de estilo mudéjar en las decoraciones, se encuentran en las atalayas de El Vellón, El Berrueco, Venturada, Torrelodones y Arrebatacapas, así como en las estrellas del Paraninfo y la capilla de San Ildefonso de Alcalá de Henares.

En esta ciudad, en su Museo de San Isidro y en el Museo Arqueológico Regional se encuentran vasos y fragmentos de cerámica con decoraciones de soles.

Silla de Felipe II, San Lorenzo de El Escorial.

Atalayas para ver las estrellas

La escalera magistral de Alcalá, el Cerro de los Ángeles en Getafe (centro geodésico de la Península) o la formación rocosa llamada La silla de Felipe II de San Lorenzo del Escorial son algunos de los recomendados atalayas para observar las estrellas, y descubrir la ligazón histórica que tienen esos sitios.

Recuerdos de la Luna

En la Comunidad, describe Sierra, hay varios sitios que tienen rocas lunares, como el fragmento expuesto en el Museo Naval o el trozo de 10 kilos del Centro de Visitantes de la Estación Espacial de Robledo de Chavela.

En varios museos y centros de investigación espacial hay fragmentos rocosos de la Luna y de meteoritos que han caído en la Comunidad

Este sitio, con sus gigantescas antenas, es una de las tres estaciones de la NASA fuera de EEUU, y que permitió que hace pocos días las señales que llegaron desde Marte del vehículo Perserverance fueran recibidas antes en Madrid que en otros sitios.

Pero no solo hay del satélite vecino: en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y en el Centro Geominero aguardan una gran cantidad de meteoritos que cayeron en la región.

Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid. Foto David Serrano.
Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid. Foto David Serrano.

Más recuerdos selenitas se encuentran en el pequeño Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva.

Otros centros relacionados con la investigación espacial son el Centro Europeo de Astronomía Espacial de Villanueva de la Cañada y el Centro de Astrobiología de Torrejón de Ardoz, que periódicamente realizan jornadas de puertas abiertas.

Bóvedas estrelladas de arte

Hay otras bóvedas celestiales para descubrir. Son representaciones artísticas en techos de diversas instituciones, como el del salón de actos del Ateneo de Madrid, el del castillo de Torremocha en Santorcaz, la fascinante decoración de la biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en uno de los rincones de la Biblioteca del Museo Nacional del Prado y en los cuadros de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense.

Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Foto Turismo de Madrid

Sierra describe historias de extraños sucesos astronómicos en Villaviciosa de Odón, los castillos de San José de Valderas en Alcorcón (que resultó ser un fraude) y en Titulcia que derivó en la construcción de una ermita.

San Lorenzo del Escorial al atardecer. Foto Belén Martínez Imaz

En otros puntos de la comunidad los pobladores han visto fenómenos que como no sabían a que adjudicárselo, pensaron que eran apariciones divinas, que dieron origen a ermitas y templos como el de Cubas de la Sagra.

En algunos casos generaron bonitas obras de arte como la Aparición de la Virgen a San Julián, obispo de Cuenca, de Francisco de Goya, que se encuentra en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Valdemoro.

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