Cinco planes para escapar del típico viaje a Nueva York

De catar vinos en el Soho a colarse en una misa gospel pasando por revivir su época dorada en un coche clásico, aquí van algunas ideas para redescubrir NYC

Nuevos mercados gastronómicos, espectáculos, miradores, restaurantes y hasta barrios enteros, como Hudson Yards, se unen a la reinvención constante de los clásicos, desde Central Park al Empire State Building, para confirmar, una y mil veces, que Nueva York es LA ciudad, un lugar plagado de oportunidades y opciones para disfrutar y dejarse sorprender en cada viaje.

Con cinco distritos (boroughs) que podrían ser ciudades enteras, concretamente Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island, donde los 8,4 millones de neoyorkinos recibieron, solo en 2019, a 67 millones de turistas, la pregunta no es si encontraremos algo interesante sino, más bien, ¿cómo escoger entre los cientos o miles de propuestas? ¿Cómo conseguir las entradas para el musical o el partido que queremos? ¿Y cómo evitar perder el tiempo en colas?

Una cata de vinos en la que descubrir originales establecimientos y exclusivos restaurantes es una opción perfecta para scarle el máximo partido al Soho

Si estás en ese punto, recuerda este nombre: Hellotickets. Esta plataforma especializada en eventos en directo y actividades puede borrar de un plumazo todas estas preocupaciones. Y para que solo tengamos que escoger -y disfrutar- aquí van algunas de sus propuestas:

[Para leer más: Cinco barrios de Brooklyn para disfrutar de otra cara de Nueva York]

Cata de vinos por el Soho

No nos engañemos: seguramente habías pensado empezar por Manhattan tu recorrido. Si pones rumbo al norte te encontrarás en el Soho, un barrio que llegó a ser conocido como Hell’s Hundred Acres (‘los cien acres del infierno’) a mediados del siglo XIX.

SoHo, Manhattan. Foto: Getty Images.

Visita Soho con un propósito: probar los mejores vinos de Manhattan. Foto: Getty Images.

Barrio de artistas entre los años sesenta y setenta del siglo XX, hoy es una zona de galerías, boutiques y restaurantes exclusivos. Por supuesto, merece la pena pasear por sus calles adoquinadas y deslumbrarse con sus fachadas pero para probar el sabor local – nunca mejor dicho- podemos decantarnos por una cata de vinos.

Recorriendo pie las calles, la visita -limitada a 12 personas- incluye coquetos establecimientos donde probar todo tipo de vinos, siempre guiados por expertos ‘embajadores’ locales, que compartirán recomendaciones y consejos para seleccionar, probar y maridar vinos.

Entre las paradas se encuentra Spring Street Natural, un restaurante orgánico que existe desde antes que se inventase tal concepto y donde probar suculentos bocados maridados, y Galli, donde aprender los conceptos básicos de la cata y descubrir sabrosas referencias italianas o españolas.

Misa gospel con bruch en Harlem

¿Qué hacer un domingo en Nueva York? Dirige tus pasos a Harlem para una visita en la que desentrañar todos los secretos de este barrio del que han salido personajes como Al Pacino, Azealia Banks o Tom Morello y que permanecerá para siempre vinculado a Martin Luther King y Malcolm X.

Misa Gospel. Hellotickets

Participar en una auténtica misa Gospel es una experiencia para recordar. Foto: Hellotickets.

Además de conocer lugares como el Apollo Theater -donde dieron sus primeros pasos desde Ella Fitzgerald a Michael Jackson y que aún sigue siendo el escenario de referencia de Harlem-, la Morris-Jumel Mansion, considerada la casa más antigua de Manhattan o el archiconocido Cotton Club, nos uniremos a una congregación religiosa local para participar de la música gospel en primera persona en una celebración local.

La experiencia solo se puede rematar de una forma: probando la soul food más auténtica o, lo que es lo mismo, con un festín de gofres y pollo frito para un mix de gastronomía y música que contiene la esencia de este barrio neoyorkino.

Manhattan en un coche clásico

Probablemente no te imagines disfrutando de las mejores experiencias en un bus atestado de turistas. Y no tienes por qué hacerlo. Este recorrido que busca revivir la época dorada de Nueva York a través de barrios como Tribeca, el Soho o Seaport District a bordo de un descapotable clásico (un Buick Skylark de 1971).

Exclusivo e íntimo, un neoyorkino al volante será la única compañía que necesitamos para descubrir las zonas más fascinantes de la ciudad.

Nueva York en coche clásico. Fotografía: Hellotickets.

Nueva York en coche clásico. Foto: Hellotickets.

One World Observatory

Por supuesto, Nueva York hay que verla desde las alturas. Solo desde arriba se aprecia el dinamismo y la diferencia de paisajes de la ciudad que nunca duerme. Entre las propuestas, que incluyen los archiconocidos Empire State o Top of the Rock, destacan las espectaculares vistas del One World Observatory.

A 417 m de altura, lo mismo que medían las torres gemelas, subir –si es posible con entrada sin colas-, al mirador del One World Trade Center es un espectáculo que incluye algo más que las asombrosas vistas, con una experiencia que comienza ya en el pasillo de entrada y continúa en los ascensores (o sky pods), donde se explica la evolución de Manhattan y del propio complejo.

One World Trade Center. Foto Unsplash

One World Trade Center. Foto: Unsplash.

En la planta 102 llega el plato fuerte: una de las vistas más increíbles de la ciudad y que abarca el río Hudson, la Estatua de la Libertda, los puentes de Queensboro y Brooklyn… absolutamente to-do.

Vistas desde One World Observatory. Foto Unsplash

Vistas desde One World Observatory. Foto: Unsplash.

Un respiro de la ciudad

Vale, hemos ido a la urbe de asfalto, acero y cristal por excelencia, pero eso no quiere decir que no exista la naturaleza. Por supuesto, naturaleza impactante, ya sabemos cómo son los estadounidenses: todo a lo grande.

Si reservas algún día para evadirte de la ciudad y su ajetreo puedes optar por escaparte a las cataratas de Niágara, en la frontera con Canadá. Aunque hay que recorrer 600 km -por carretera o en avión- para llegar al límite del estado de Nueva York, allí donde se encuentra con Ontario, la vista de estas tres cascadas habrá valido la pena.

Cataratas del Niágara. Fotografía: Vishwesh Jirgale.

Cataratas del Niágara. Foto: Vishwesh Jirgale | Unsplash.

American Falls, Bridal Veil Falls y Horseshoe Falls, esta última en el lado canadiense, no decepcionan y, sin duda, es una de las cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida así que, ¿por qué no en tu próximo viaje a Nueva York?

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