Cinco escapadas donde los niños son reyes

Siempre es un placer viajar en familia, pero algunos sitios no terminan de convencer a los niños, o más que pasear por museos y visitar catedrales prefieren con

Siempre es un placer viajar en familia, pero algunos sitios no terminan de convencer a los niños, o más que pasear por museos y visitar catedrales prefieren conocer animales o lanzarse en tirolesa.

Aquí recomendados diversos establecimientos que están preparados para recibir a los peques, ya sea por su infraestructura y actividades, como por estar en paisajes o ciudades que fascinarán a todos los miembros de la familia, sin importar las edades.

5 Villa Maltés -- El Pozo de los Frailes (Almería)

El Cabo de Gata son esos lugares para el turismo familiar que no se olvidan. Sus paisajes de playas vírgenes, dunas, acantilados, cabos y cuevas pueden ser explorados en cualquier época del año.
Estos lugares se pueden recorrer a pie, a caballo o, si se quiere llegar más lejos, en excursiones de 4 x 4. También se pueden alquilar veleros, o tomar clases de kayak. Para realizar buceo o paddel surf, mejor esperar a que lleguen los días más cálidos.
El Hotel Villa Maltés es una buena opción para relajarse luego de un día de exploraciones. El establecimiento cuenta con hermosas vistas del Parque Natural de Cabo de Gata, y ofrece apartamentos con dos dormitorios, con cocina y baño privado.

 

4 Villa Nazules -- Nambraca (Toledo)

En Villa Nazules se pueden combinar el turismo activo, ese que a los niños les encanta para gastar energía, con una interesante oferta cultural.
Este hotel se encuentra a sólo diez minutos de Toledo, la antigua capital imperial donde se puede descubrir la plaza de Zocodover, la Catedral, el Alcázar, y los puentes de Alcántara o San Martín, entre sus numerosos atractivos.
De vuelta al Villa Nazules, se puede descargar la adrenalina jugando al pádel, tenis o si el clima se pone en contra, al ping pong en el salón de juegos del hotel. Otra opción, más relajante, es disfrutar de las aguas termales del establecimiento.
Para los amantes de la equitación, no se puede dejar pasar la oportunidad de visitar la Hípica de Villa Nazules (en San José), donde se pueden tomar clases y realizar rodeos por la zona.

3 Palacio de Yrisarri -- Igantzi (Navarra)

El Irisarri Land son esos parques donde los adultos vuelven a convertirse en niños. Allí se despliega la mayor tirolina de Europa (con 840 metros de largo), además de un divertido circuito de puentes, rampas y redes.
Es cierto que Navarra tiene un clima impredecible, sobre todo en esta época del año, pero este parque también cuenta con un sector cerrado de 1.600 metros cuadrados, para ser aprovechado todo el año. Si el clima mejora, también se pueden realizar rutas en segway, a caballo, o en circuitos de BTT.
Para descansar tras los ejercicios, nada mejor que el Palacio de Yrisarri, donde se ofrecen acogedoras habitaciones con micro-cocinas. Otra opción para las familias es alojarse en una borda (cabaña de piedra) ubicada en pleno valle, con cocina y terraza privada, donde pueden dormir hasta seis personas.

2 Grèvol -- Llanars (Girona)

En el Pirineo catalán, el valle de Camprodon ofrece la oportunidad de pasar unos días en familia y disfrutar del esquí en la cercana estación Vallter 2000.
El Grèvol es un hotel de montaña que cuenta con espaciosas habitaciones familiares, y un amplio salón con chimenea, juegos de mesa, y una reconfortante zona termal donde los niños también pueden disfrutar de sus chorros de agua y del relax del jacuzzi (pero en horarios restringidos).
A unos 15 kilómetros se encuentra Molló Parc, un predio con un mini zoo para conocer diversos ejemplares de la fauna ibérica, como el oso pardo, linces, marmotas, lobos, gamos, muflones, jabalíes, zorros o cabras salvajes. Y para acercarse de una forma más tranquila, también se puede dar de comer y acariciar a los animales de granja como burros, corderos, patos, conejos y ocas.
Además, en este parque se puede jugar en los circuitos de aventuras entre los árboles, con tirolinas, puentes, plataformas, redes, rampas y barras. Y no es sólo para los niños, todos los adultos se pueden sumar a esta diversión.

1 Antsotegi -- Etxebarria (Vizcaya)

El valle de Lea-Artibai impacta por el espesor de sus bosques, que en estos meses se torna de un marrón que combina con un verde apagado. En estos parajes se encuentra el pueblo de Etxebarria, donde se levanta Antsotegi Hotela, un sitio ideal para pasar unos días con los niños porque, además de contar con habitaciones adaptadas, se pueden organizar un sinfín de actividades.
En colaboración con Sustriak Natura se organizan gimcanas de herri kirolak (diversos deportes tradicionales vascos), tiro al arco, carreras de obstáculos, escaladas en rocódromo y juegos de orientación. Los más aventureros pueden animarse a realizar salidas de espeleología o puenting, y cuando vuelvan los días primaverales, disfrutar de los descensos en canoa o los recorridos en bicicletas BTT.
En Antsotegi, cuando llega la hora de comer, a toda la familia espera la cocina tradicional vasca con toques vanguardistas, y a los más pequeños, una sabrosa variedad de pizzas elaboradas en hornos de leña.

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