Cinco barrios de Brooklyn para disfrutar de otra cara de Nueva York

Red Hook, Bushwick, Williamsburg, Brooklyn Heights y Dumbo presentan la cara más divertida y desenfadada de Brooklyn

El distrito más poblado de Nueva York, con cerca de 2,5 millones de habitantes, es también uno de los más diversos. Haciendo gala de su nombre oficioso, home to everyone from everywhere, la multiculturalidad es la bandera de Brooklyn. En las últimas décadas, además, la llegada de nuevas generaciones de profesionales, artistas y jóvenes familias de otras zonas de la ciudad la han convertido en una de las zonas más interesantes.

Muchos de ellos han llegado de otros lugares de la ciudad, como Manhattan, cruzando el East River en busca de precios más asequibles, pero también de más autenticidad. Aunque la gentrificación acecha hasta el último rincón de Nueva York -sí, también de Brooklyn- merece la pena descubrir tesoros que ocultan sus barrios, de Prospect Park a el Brooklyn Museum. Si no te suenan de nada, desde luego que no es por méritos propios; será que siempre te quedas en Central Park y el Met.

Hay vida más allá de Manhattan y los barrios de Red Hook, Bushwick, Williamsburg, Brooklyn Heights y Dumbo nos muestran la cara más divertida y relajada de Brooklyn

[Para leer más: Bushwick, el paraíso del arte urbano en Nueva York está en Brooklyn]

Dumbo

Al otro lado del puente de Manhattan, justo a la izquierda, nos espera Dumbo. Nada que ver con el elefante de orejas grandes de Disney: es acrónimo de Down Under the Manhattan Bridge Overpass, es decir, bajo el puente de Manhattan. Un nombre poco épico que describe una zona de almacenes en la que localizar imágenes míticas como la calle empedrada con el Empire State Building al fondo. Concretamente, está en Washington Street.

Puentes de Brooklyn. Foto Brandon Jacoby Unsplash

Vivir al otro lado del río es una declaración de intenciones. Foto: Brandon Jacoby | Unsplash.

Recorrer sus calles es vislumbrar todo tipo de localizaciones de películas, pero también multitud de restaurantes, tiendas y cafeterías que han vuelto a ocupar los viejos edificios, como Brooklyn Roasting Company, donde tuestan su propio café.  

Como no podrás salir sin comprar algo recomendamos pasear por Brooklyn Flea, entrar en Front General Store y hacerse con accesorios para el hogar y deambular por Powerhouse Arena, una librería que acaba de inaugurar un bar y speakeasy.

A ambos lados del Manhattan Bridge, chocan las diferencias entre los barrios de Dumbo y Brooklyn Heights

También en esta zona, en la calle Willow, está la casa en la que Truman Capote escribió sus novelas Desayuno con diamantes y A sangre fría.

Brooklyn Heights

Al otro lado del puente de Manhattan y conectado por la isla con el Puente de Brooklyn nos espera el barrio de Brooklyn Heights. Si llegamos caminando desde DUMBO el contraste no puede ser mayor. Nos recibe aquí uno de los barrios más elegantes de Nueva York, hogar de intelectuales como Tom Wolfe y Arthur Miller, con sobrias mansiones de ladrillo rojo y espectaculares vistas del skyline de Manhattan desde calles con nombre de fruta como Orange Street.

El color rojo predomina en el señorial Brooklyn Heights. Foto Berenice Melis Unsplash

El color rojo predomina en el señorial Brooklyn Heights. Foto: Berenice Melis | Unsplash.

Para tomar un bocado encontramos opciones como Clark’s Diner y Dellarocco’s, con excelentes pizzas, tan buenas como las de las ya famosas (y atestadas) Grimaldi’s y Juliana’s.

Williamsburg

El barrio que atrajo a la mayor cantidad de artistas, diseñadores y músicos -y hoy hípster por excelencia- fue antaño hogar de la mayor concentración de afroamericanos y caribeños de Brooklyn, antes incluso de lo que allí se conoce como the big mistake, el gran error, por el que muchos aún se refieren la incorporación al conglomerado de Nueva York, que se produjo en 1898.

Aunque una parte de la comunidad artística emigró hacia otros lugares, principalmente Bushwick, calles como la avenida Bedford son perfectos para tomar el pulso al barrio, con negocios a la moda, galerías de arte, boutiques premium, bares de cócteles y flamantes restaurantes instagrameables, y donde se mezclan pijos y modernos.

Williamsburg. Foto Enzo Tica Unsplash

Williamsburg. Foto: Enzo Tica | Unsplash.

En nuestro recorrido hay paradas ineludibles como la enorme tienda de discos Rough trade, la pizzería Shelter, el café Brooklyn Bowl y el bar The Gutter. Buen ambiente con vistas en la azotea de The William Vale.

Bushwick

Precisamente la nueva zona creativa es nuestra siguiente parada: Bushwick. Empujados por la creciente gentrificación de Williamsburg, una comunidad de artistas desembarcó en esta zona a partir de 2005 y una zona castigada por las drogas, la violencia y la prostitución empezó a transformarse gracias a la apertura todo tipo de establecimientos de ocio y restauración: restaurantes, bares alternativos, salas de conciertos y exposiciones, fiestas y eventos improvisados que le han dado el sabor positivo que necesitaba.

Casi podemos recorrerla siguiendo la estela del arte urbano que nos sorprende en cada rincón, un movimiento que puso en marcha el grupo de artistas The Bushwick Collective, que lanzar esta zona a los ojos del mundo como capital mundial del street art.

Arte urbano en Brooklyn. Foto Barcroft Media via Getty Images

Arte urbano en Brooklyn. Foto: Barcroft Media vía Getty Images.

Entre antiguos almacenes y garajes hay que localizar Roberta’s para disfrutar de la mejor pizza del barrio. Tomar un cóctel tematizado con tu signo del zodiaco en el bar Mood Ring y terminar bailando en el inclasificable House of Yes es todo lo que necesitas para llevarte un recuerdo inolvidable del barrio.

Red Hook

La sensación es totalmente diferente si paseamos por Red Hook, una zona de antiguos muelles, con su apariencia casi de pueblo de pescadores y su ritmo pausado (a lo que contribuye, seguramente, que no se puede llegar en metro), que choca con la visión frontal -y muy próxima- de la Estatua de la Libertad.

En la zona encontraremos lugares tan auténticos como el bar Fort Defiance, decadente y vintage, y el centro cultural Pioneer Works, donde se dan cita artes y ciencia y que busca servir de catalizador de nuevas formas de hacer frente a los desafíos sociales y culturales. Un buen plato de langosta nos espera en Brooklyn Crab mientras que la música en vivo aún suena -y lleva abierto desde 1890- en el Sunny’s.

Sunny bar en Red Hook. Foto Avi Werde Unsplash

Sunny bar en Red Hook. Foto: Avi Werde | Unsplash.

 

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