Cataluña termina el año turístico en tablas

Las visitas internacionales se estacan en el -0,1%. El nuevo plan de turismo de la Generalitat aspira a llegar a los 21 millones de turistas en cuatro años

Cataluña refleja el cambio de modelo turístico de España: las visitas internacionales se estancaron en el año, pero aumentó considerablemente el gasto de las estancias. El plan estratégico de la Generalitat aspira a crecer el número de turistas pero peligrar la convivencia social.

Durante el año pasado Cataluña recibió 19,14 millones de turistas internacionales, lo que significa el –0,1% respecto al 2017. Pero desde la Generalitat no toman tanto en cuenta esta cifra, que se alinea con el leve crecimiento que experimentó el Estado español tras años de ascender de manera vertiginosa.

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El dato que más se destaca es que el gasto global de los visitantes aumentó el 7,2%, hasta los 20.601 millones de euros. En comparación, son cuatro puntos más que la media española, que se situó en un 3,1% de incremento.

Crecer pero sin llegar a la masificación

El nuevo Plan Estratégico de Turismo de Cataluña pretende retomar la senda del crecimiento, pero con el delicado desafío de evitar la masificación en Barcelona y otros puntos del litoral mediterráneo, que ha generado diversos episodios de malestar social, aprovechado por radicales independentistas para promover una supuesta turismofobia.

La Generalitat pretende incrementar las visitas internacionales a un ritmo del 2,6% anual, hasta llegar a los 21 millones de turistas

El objetivo es llegar a los 21 millones de visitantes para el 2022. Esto implica un crecimiento medio de 500.000 llegadas por año, o sea casi un 2,6% anual; un índice menor al incremento que se venía manteniendo en los últimos años hasta la crisis desatada por la inestabilidad política, que llevó a una caída del turismo en Cataluña en el último trimestre del 2017.

Perspectivas para el 2030

La cifra que baraja la Generalitat se enmarca en las proyecciones que hace la Organización Mundial del Turismo, que prevé que en el 2030 en el mundo se registren 1.800 millones de turistas.

Si Cataluña sigue captando el 1,5% del pastel global como hasta ahora, en poco más de una década llegaría a los 28,5 millones de visitantes. Incluso hay proyecciones más positivas que elevan esta cifra a los 35,6 millones de personas.

Claves para evitar la saturación

Para evitar la saturación en el verano desde la Generalitat se trabaja para que un 37% de las visitas se distribuyan fuera de la temporada alta. Asimismo, se contempla que los destinos del interior –y no solo los centros de esquí en el invierno- aumenten su volumen turístico un 10%.

Para ello el gobierno catalán despliega una serie de medidas vertebradas en siete ejes, que pretende atraer inversiones, mejorar la experiencia de los viajeros en el destino, buscar turistas que incrementen el gasto global y mejorar la gestión. La expresión que sintetiza esta iniciativa es “promover el turismo inteligente”.

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Este último punto se busca “asegurar que el crecimiento del turismo sea compatible con la preservación de la calidad de vida”. O sea, evitar los conflictos sociales como la gentrificación de los barrios, la subida de los precios en los servicios y la desaparición de los comercios de proximidad por tiendas enfocadas al turismo.

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