Canal de Castilla: aquel viejo sueño de navegar por el corazón de la meseta

Entre las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid en el siglo XVIII se construyó un canal para transportar mercancías y productos agrícolas por Castilla y León. Su trazado de 200 km se puede descubrir entre molinos y esclusas

El Canal de Castilla es una de las grande obras de ingeniería españolas. Foto: Roberto Atencia | Flickr.

A lo largo de la meseta castellana hay una serie de canales que, desde el aire, se perciben como una cicatriz de agua tapizada de árboles. Estos forman parte del proyecto de crear una vía de comunicación fluvial para revitalizar la economía de estas regiones áridas y aisladas. Es el Canal de Castilla.

En el siglo XVIII, mientras gobernaba Fernando VI, el Marqués de la Ensenada convenció a la corte para construir una red de caminos y canales navegables en la región.

El origen del Canal de Castilla

El proyecto inicial contemplaba trazar cuatro canales desde Segovia hasta Reinosa, y que luego puedan atravesar la cornisa cantábrica hasta el puerto de Santander, y así darle salida a los productos agrícolas de Castilla.

El Canal de Castilla tiene 207 km y cuenta con 49 esclusas que sortean un desnivel de 150 metros

El trazado es una obra maestra de la ingeniería hidráulica. Foto Canal de Castilla

Las obras realizadas entre 1753 y 1849, interrumpidas por guerras, revueltas y crisis financieras, han dejado un trazado de algo más de 200 kilómetros entre las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid.

A su vera se levantaron fábricas y molinos para producir paños, harina y papel. Y por supuesto también revitalizó la vida de numerosos pueblos castellanos-leoneses.

Una obra maestra de la ingeniería hidráulica

Los trazados construidos tenían que sortear un desnivel de 150 metros del terreno. Para ello se construyeron una red de 49 esclusas, verdaderos prodigios de la ingeniería hidráulica, que permitían a las embarcaciones navegar a pesar de las diferencias de cauces en los sectores.

El canal se extiende por más de 200 km. Foto Canal de Castilla

A su lado, los caminos de sirga -que ahora se aprovechan para disfrute de ciclistas y senderistas- permitían el paso de los animales de tiro como las mulas que arrastraban las barcazas.

Entre 1850 y 1860 unas 350 barcas usaban el Canal de Castilla. Pero la llegada del ferrocarril de la línea Valladolid-Alar del Rey condenó a esta vía de comunicación al ostracismo.

A pesar de su decadencia varios tramos se pueden navegar en barcazas turísticas o recorrer en diferentes etapas para realizar a pie o en bicicleta.

Barca turística cerca de Palencia. Foto Canal de Castilla

Los tres tramos del Canal de Castilla

El canal se divide en tres tramos. El Norte cuenta con 75 km y 24 esclusas, ya que es el sector que tiene un mayor desnivel.

El canal con más desnivel, y por ende con más obras de ingeniería hidráulica, es el Norte, que tiene 24 esclusas

Su punto de inicio es Alar del Rey, en la provincia de Palencia, y aprovecha las aguas del río Pisuerga, que en Calahorra de Ribas se une al Carrión.

Otro es el ramal Campos, que es de 78 km y solo siete esclusas, ya que apenas hay variaciones de altitud en el terreno.

Transcurre a lo largo de Calahorra de Ribas y sigue por la comarca de tierra de Campos hasta Medina de Rioseco, ya en la provincia de Valladolid.

El canal cuenta con 49 esclusas. Foto Canal de Castilla

A la altura del Serrón, en el municipio palentino de Grijota, este canal se divide en dos y da nacimiento al ramal Sur, que presenta 54 km y 18 esclusas.

La caja del canal presenta un diseño de trapecio, con un ancho que va desde los 11 a los 22 metros, y con una profundidad de 1,80 a tres metros.

En el trazado se suceden las obras de ingeniería para encauzar las aguas. Están las presas y azudes para elevar las aguas, las retenciones, las esclusas que salvan los desniveles, los puentes y acueductos, las dársenas y otras infraestructuras.

Los 207 km del Canal de Castilla se pueden conocer a través de nueve etapas, o también es posible descubrir sus atractivos ramal por ramal.

Industria y naturaleza en los paisajes castellanos. Foto Canal de Castilla

Qué ver en el ramal Campos

Si esta es la opción, para ver el de Campos hay que comenzar en Medina de Rioseco, en Valladolid, donde se encuentra la dársena más amplia de las infraestructuras, que alcanza los 332 metros de longitud por 52 de ancho.

En varios tramos hay pequeñas embarcaciones turísticas que permiten navegar por el Canal de Castilla

Allí se pueden ver las edificaciones que se fueron desarrollando, como el dique seco, las cuadras, viviendas, fábricas de harina, etcétera. Esta formación acuática se puede recorrer en una embarcación turística.

Los pueblos por donde transita el canal, como Abarca de Campos, Fuentes de Nava o Becerril de Campos son conocidas como las tierras del Renacimiento, con un rico patrimonio artístico para descubrir.

Camino a Grijota se puede pasar por el Museo del Canal de Castilla, para conocer en profundidad su historia, y en donde también se pueden alquilar embarcaciones eléctricas de recreo.

Museo del Canal. Foto Canal de Castilla

Los atractivos del ramal Sur

En Grijota o en El Serrón se inicia el camino para explorar el ramal Sur, que conduce a la rica arquitectura histórica de Palencia.

Las esclusas se suceden en varios tramos del trazado acuífero, como en Villamuriel de Cerrato, en Dueñas o en Cabezón de Pisuerga, donde hay un puente que vale la pena conocer.

En Dueñas se puede ver la esclusa 42, la única que conserva sus compuertas originales de madera y hierro.

El canal potenció la economía de Castilla y León pero decayó con la llegada del tren. Foto Canal de Castilla

Recorriendo el ramal Norte

Para quien le guste la manera en que la ingeniería hidráulica del siglo XVIII pudo resolver el problema del desnivel estará a gusto en el ramal Norte, donde abundan las infraestructuras de diques, esclusas y compuertas.

Alar del Rey es el punto de partida, donde el canal transcurre junto a las vías del tren que lo han condenado.

Se pasa por el pueblo de Herrera de Pisuerga, con bonitos paisajes como el de Presa del Rey donde también se puede navegar por las aguas en una pequeña embarcación, lo que también es posible experimentar en Abánades.

Tras conocer Melgar de Fernamental y Osoro, en Frómista está la única esclusa cuádruple de todo el Canal, justo en el punto donde se cruza con otro recorrido cargado de historia: el Camino de Santiago.

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