Campaña contra «el turismo de negocios sexual» en el congreso del móvil en BCN

Muchos congresistas reconocen recibir publicidad de prostíbulos en la misma entrada de la feria

El Mobile World Congress (MWC) también tiene su lado oscuro. Durante los cuatro días en que tiene lugar el evento, muchos directivos recurren a los servicios de prostitutas. De hecho, no es raro ver a hombres repartiendo tarjetas de scorts o prostíbulos cerca de la entrada del recinto. Este miércoles, juventudes del PSC (JSC) han acudido a los accesos del certamen para acometer un acto reivindicativo de concienciación contra el «turismo de negocios sexual».

En un comunicado, han explicado que se trata de una campaña que se aplica en otros lugares del mundo con el lema Real men don’t buy girls –Los hombres de verdad no compran mujeres– y con la que este miércoles han querido «denunciar lo que se esconde detrás de un congreso de la magnitud» del MWC.

«Queremos sensibilizar a los congresistas, enviarles ‘imputs’ de qué hay detrás de la prostitución, la trata y la explotación sexual: una violación de los derechos humanos», ha expuesto la viceprimera secretaria de la JSC, Arantxa Calvera.

La portavoz socialista ha lamentado que «Barcelona y Catalunya se han convertido en el burdel de Europa en los últimos años», y ha exigido al Ayuntamiento que vele para que los grandes certámenes como este congreso no amparen prácticas como ésta. La performance del PSC ha sorprendido a muchos congresistas, que han reconocido que es fácil encontrar publicidad de prostitución en la entrada del recinto.

Facturación disparada

Los clubs de alterne y las salas eróticas reconocen que el evento salva la facturación de todo el mes. La emblemática sala erótica Bagdad, en la avenida de Paral.lel de Barcelona, suele multiplicar por cinco la facturación semanal los días del congreso.

La propietaria del establecimiento, Juani de Lucía, suele prohibir a todos los empleados hacer rotaciones y libranzas durante la semana clave. «Ni las stripers, ni los camareros, ni yo: nadie puede librar esta semana porque necesitamos estar a nuestra máxima capacidad», explica De Lucía.

Los clubs de alterne suelen adelantar sus horarios y hacer ofertas promocionales y de márketing a los clientes durante la feria. Y el negocio no queda allí. Los taxistas reciben importantes comisiones para que lleven a ejecutivos a las salas eróticas. Los profesionales del taxi aseguran que algunas salas pagan hasta 50 euros por cliente.

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