Camboya, la nueva perla de Asia

Más allá de los templos de Angkor, este país de gente amabilísima ofrece una experiencia única alrededor del río Mekong y sus paradisíacas costas

Hace 40 años Camboya finiquitaba una de las tiranías más crueles y documentadas de la historia de la humanidad. Las heridas de desgobierno de los Jemeres Rojos empiezan a cicatrizar y hoy este pequeño país del sudeste asiático vuelve a sonreír a la vida.

En Nom Pen, la ordenada capital, aún se percibe el aire francés de las edificaciones coloniales que decoran los principales bulevares bautizados con los nombres de los reyes que han regido el país desde la antigüedad.

Para apreciar los cambios que experimenta Nom Pen merece la pena subir a lo alto de la Vattanac Capital Tower, uno de los iconos de la nueva Camboya

El actual monarca sigue viviendo el Palacio Real que se abre a las visitas siempre que las actividades reales no lo impidan. El Salón del Trono y la Pagoda de Plata son las dos estancias que mejor reflejan el poder de los Jemeres, el imperio medieval del que descienden los camboyanos.  

Camboya. Foto José María de Pablo.

Palacio Real, Camboya. Foto: José María de Pablo.

[Para leer más: Aqua Mekong: un crucero de ensueño en Vietnam y Camboya]

El nuevo skyline de Nom Pen

Nuevos rascacielos pagados con dinero de inversores chinos, pero también japoneses, vietnamitas y coreanos, están cambiando el skyline de Nom Pen, una capital que se encuentra en el punto exacto donde el Mekong, arteria fluvial de la región, se desparrama por un territorio de 40.000 km2, formando uno de los deltas más extensos de Asia. 

El nuevo Nom Pen. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

El nuevo Nom Pen. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Para admirar la enorme extensión lo mejor es subir a la terraza del Rosewood Hotel Phnom Penh, el establecimiento de lujo que ocupa las últimas 14 plantas del Vattanac Capital Tower, el icono más emblemático de la nueva Camboya.

Desde Sora, su sky lounge colgado literalmente sobre el centro histórico, se vive cada día un anochecer único y se distinguen otros hitos de la ciudad como los jardines del mítico Raffles Hotel Le Royal, que ha sabido conservar el aire sofisticado de la Indochina francesa. Merece la pena una visita, aunque sólo sea para tomar el té en su fantástica piscina rodeada de árboles centenarios.

Navegar por el Mekong es una expericia única para conocer el microcosmos a su alrededor 

Un crucero por el Mekong

Los muelles fluviales de Nom Pen son el punto de partida de cruceros que recorren el Mekong. Río arriba, los barcos ponen rumbo al lago Tonle Sap, la auténtica fuente de vida en el interior.

Durante la estación de lluvias parte de las aguas del Mekong cambian de dirección y llenan la cuenca del lago en el que millones de personas viven en casas flotantes que se mueven allá donde las precipitaciones les manden.

Aqua Mekong. Foto: Aqua Expeditions.

Aqua Mekong. Foto: Aqua Expeditions.

Aqua Mekong es el barco más exclusivo de todos los que surcan estas aguas. Diseñado por el premiado estudio de arquitectura Noor Design, cuenta solo con 20 camarotes de lujo y un servicio integrado por tantas personas como pasajeros admite.

Cada una de las tres jornadas que toma la ruta entre la capital y Siem Reap, en la orilla norte del lago, incorpora nuevas sorpresas gastronómicas firmadas por el premiado chef David Thompson, así como experiencias inmersivas en la realidad rural del país. 

La llegada en barco a Siem Reap, puerta de entrada a Angkor y sus famosos templos, es un momento mágico

Las salidas en los esquifes del Aqua Mekong a tierra firme incluyen visitas a aldeas donde se entra en contacto con orfebres y ceramistas, se recorren arrozales en bicicleta, se descubren mercados de pescado y pueblos flotantes, entre otras.

Templo Bayon, Camboya. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Templo Bayon, Camboya. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Al llegar a Siem Reap, la segunda población de Camboya y puerta de entrada a Angkor, se hace la magia. Hacen falta al menos dos jornadas para descubrir uno de los mayores complejos religiosos de la antigüedad en Asia que incluye el templo de Angkor Wat, el Bayón, con sus más de 200 rostros tallados; o Ta Prohm, famoso por ser el escenario de las aventuras de Lara Croft (Angelina Jolie) en la película Tomb Rider.

Siem Reap comienza a estar en los radares más exclusivos y prueba de ello es la apertura de varios hoteles gran lujo que reciben a los viajeros más exquisitos, ya sea con el encanto colonial del Belmond La Residence d’Angkor; la versión asiática del minimalismo con buen gusto de Amansara y Anantara Resort; el lado arty & pop de Shinta Mani Shak y el universo rural camboyano con glamour de Phum Baitang Resort.

Angkor Wat, Camboya. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Angkor Wat, Camboya. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Rumbo al paraíso

Desde aquí hay que volar hasta Sihanoukville, principal puerto del país y punto de embarque hacia las paradisíacas islas que salpican el golfo de Tailandia frente a la costa camboyana.

Al margen de las pobladas, el verdadero tesoro de esta esquina del Mar de la China Meridional son las islas privadas en las que se han construido resorts de ensueño, lugares donde es posible vivir una aventura similar al estilo Robinson Crusoe.

Camboya es un paraiÌso por descubrir. Foto JoseÌ MariÌa de Pablo.

Camboya es un paraiÌso por descubrir. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

Six Senses Krabey Island, recién inaugurado, ofrece niveles de privacidad en villas con piscina y un spa donde, además de masajes, se imparten talleres de cosmética natural.

El broche final de este viaje que podemos diseñar a medida con ayuda, por ejemplo, de Nuba, tiene lugar en Song Saa Private Island, verdadero edén de playas de arena blanca y fondos límpidos donde los propietarios, una pareja australiana, ha creado el hotel a imagen de sus sueños. Su historia de amor se refleja en el diseño de las villas, pero también en el amabilísimo servicio, la energía positiva que se percibe al anochecer en el restaurante o en una cena servida en el rincón más inesperado y romántico de la isla.

Camboya. Foto JoseÌ MariÌa de Pablol

Podría ser Maldivas, pero es Camboya. Foto: JoseÌ MariÌa de Pablo.

 

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