Cafés de París: ¿condenados a desaparecer?

Los altos alquileres y la expansión de franquicias como Starbucks arruinan al tradicional café parisino

Una parte esencial del alma de París se está desvaneciendo: los tradicionales cafés y bistrós son devorados por los precios de los alquileres y la invasión de franquicias como Mc Donald’s, Starbucks y Burguer King.

Cualquiera pensaría que en cada esquina siempre hay un café con sus mesas mirando hacia la calle, de sillas de mimbre y respaldo acolchado. Hasta hace 30 años estos establecimientos representaban al 50% de la oferta gastronómica de París. Actualmente no llegan al 15%.

En números, de los 500.000 locales que había en 1900, actualmente apenas llegan a los 36.000 establecimientos. Cada año se pierden 500 bares de ese tipo, calcula la asociación Bistrós y Terrazas de París.

Alain Fontaine, propietario del café Le Mesturet, es el fundador de esta entidad. Y uno de sus objetivos es que la Unesco reconozca a estos locales como patrimonio de la humanidad, para evitar su desaparición.

Reclamo ante la Unesco

Si este organismo de las Naciones Unidas aceptara la solicitud, el sector espera recuperar el prestigio perdido, donde los establecimientos podrían figurar en guías especializadas y contarían con una pegatina en la entrada que dijera “Este local está reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco”.

La crisis lleva a que en muchos puntos de París, sobre todo en aquellos con más presión turísticas, sea cada vez más difícil encontrar uno de los cafés tradicionales.

Los cafés más tradicionales están desapareciendo de los barrios más concurridos por turistas

Por ejemplo, en el Boulevard Saint-Michel, en la orilla izquierda del Sena, al lado del Panteón solía haber dos bistros emblemáticos, esquina contra esquina. Ahora hay un Mc Donald’s enfrente de un Burguer King.

Parte de la identidad

Hay pocas ciudades del mundo que tengan una cultura del café tan arraigada como París, pero su desaparición se lleva por delante uno de los reclamos turísticos más reconocidos.

Paradójicamente, los bistrós cierran por la llegada de franquicias que, en muchos casos, abren para atraer a los visitantes, que en París llega a 70 millones de turistas anuales.

No solo para turistas

Pero cabe recordar que los bistró no son sitios para turistas, sino que es un tipo de local gastronómico muy arraigado en la cultura francesa en general y la parisina en particular.

Allí se pueden encontrar vinos de buena calidad a precios aceptables, así como pequeños platos para un tentempié sin necesidad de lamentar al momento de que llegue la cuenta. O incluso menús del día por menos de 13 euros.

Pero como que siga la tendencia, apenas se encontrarán más opciones que las hamburguesas con patatas fritas y Coca-Cola.

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