Un bus para descubrir la cara más gourmet de Londres

El Bustronome permite descubrir los sitios más importantes de Londres mientras se degustan elegantes platos a bordo de un bus de dos pisos

¿Se puede pasear en bus y degustar una gastronomía de cinco tenedores? La compañía Bustronome apuesta a que sí, con una original idea que sube los peldaños del clásico bus turístico. Este servicio llegó a Londres en el verano, y se trata de descubrir los puntos más emblemáticos de la ciudad mientras se degusta una cena, un té o una comida con cuatro platos. Y todo en un vehículo de dos pisos.

El Bustronome nació en París en el 2014, y Londres es la segunda ciudad donde se ofrece este servicio. La parte superior de los coches, negros y dorados, se rediseñó como un salón con capacidad para 38 comensales, que se pueden sentar en parejas o en mesas hasta para ocho personas.

El techo y las paredes fueron reemplazadas por estructuras transparentes, mientras que en la parte inferior funciona la cocina. Porque la idea no es servir comidas calentadas en un microondas, sino que gran parte de los platos se preparan en el lugar, y se suben recién elaboradas, como en cualquier buen restaurante.

Dos recorridos para degustar

Los recorridos duran poco más de dos horas, y se trata de ir degustando diversos platos (o creaciones de repostería, si es el té de la tarde) con vino mientras se circula cerca de los monumentos más reconocidos de la capital británica.

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Los vasos se sostienen en una estructura de acrílico y los cubiertos tienen una placa magnética.

El tour del mediodía, por ejemplo, recorre el Támesis hacia el este pasando por el London Eye, el Palacio de Justicia, la Catedral de Sant Paul, el rascacielos de The Shard, la Torre de Londres, el Ayuntamiento y el Puente de Londres.

En cambio, a la hora de la cena, el Bustronome pasa por la Abadía de Westminster, el Palacio de Buckingham, el Hyde Park, el Royal Albert Hall, los museos de Historia Natural y el Victoria & Albert, la tienda Harrods, Picadilly Circus, Trafalgar Square y por supuesto, el Parlamento con el Big Ben.

El Bustronome propone recorridos de más de dos horas por Londres mientras se degustan de cuatro a seis platos de alta categoría

En cada punto, los viajeros cuentan con una audioguía que, en nueve idiomas, presentan la historia de esos sitios y anécdotas que hasta los mismos londinenses desconocen.

Qué degustar en el Bustronome

Los menús de este bus gastronómico, que siguen diseñados por su primer chef Vincent Thiessé, cambian cada seis semanas, porque siempre se busca que ofrezcan productos de temporada. Para este otoño, la comida consiste en un carpaccio de alcachofas con aderezo de avellanas, una ‘revisión’ de los clásicos fish & chips, una pechuga de pato asada con salsa de cerveza, y de postre un lemon pie desestructurado.

En la cena se sirven estos mismos platos pero con dos extras: langostinos a la brasa con tartar de calabaza caramelizada y, de postre, un queso cheddar británico con higos y aderezo de oporto.

¿Y qué pasa con el tránsito?

Pero antes de subir por las escalinatas del Bustronome, los pasajeros-comensales se preguntan qué pasa con la estabilidad a bordo. Pues este bus gourmet cuenta con un sistema hidráulico que evita movimientos bruscos, además circula a una velocidad mucho menor que los demás transportes públicos.

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Los platos se preparan en la cocina del piso inferior del bus.

El tallo de las copas de vino se sujetan en una estructura de acrílico que evitan su caída, y tanto los cubiertos como los platos tienen una plaqueta magnética en la parte inferior que los mantiene estables durante el recorrido.

Los viajes cuestan entre 96 euros la comida y 153 euros la cena (con maridaje de vinos), mientras que el té de la tarde se ofrece desde los 68 euros. Los menores de 12 años pagan hasta un 50% menos.

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