Barcelona se empeña en promocionar como turísticas zonas sin interés

El Ayuntamiento quiere que los visitantes descongestionen la Rambla y la Sagrada Família y que vayan de paseo por la Torre Agbar y el Fòrum

«No pierdas tu tiempo en la Rambla, donde caminarás apretado y tropezando otros turistas. Ve al Fòrum y disfruta de su amplia explanada de cemento donde no te toparás con nadie». El mensaje bien pudiera ser utilizado por los responsables del Ayuntamiento de Barcelona, que se empeña en llevar a los turistas a los lugares que no despiertan su curiosidad. Pero no se ha atrevido a tanto, por ahora.

El gobierno municipal, en manos de CiU, quiere descongestionar el turismo en las zonas de gran interés para el visitante: la Rambla, el Mercado de la Boquería, La Barceloneta y el Park Güell. En cambio, pretende potenciar la afluencia turística a barrios sin ningún encanto a los ojos de un extranjero. Quieren distribuir el flujo turístico y para ello señalizarán los sitios de interés en todos los barrios. Es decir, enseñarán al visitante a dónde debe ir.

Bus turístico

El intento del control turístico no es nuevo. El bus turístico de Barcelona cuenta con tres líneas: la roja, la azul y la verde. Las dos primeras, con recorridos por el Paseo de Gràcia, la Sagrada Família o el Park Güell, mantienen una altísima ocupación durante todo el año; pero la línea verde, creada hace algunos años por el Ayuntamiento para promover la actividad turística otras zonas de la ciudad, sigue mostrando unos resultados más que modestos.

La línea que recorre desde el Port Olímpic hasta el Fòrum no despierta el interés de la mayoría de los usuarios. Casi ninguno se baja en las paradas atraído por las vistas o paisajes singulares y el propio calendario de la ruta lo demuestra. La línea verde, que recorre los edificios residenciales levantados en Barcelona durante los últimos años y donde hay poca historia que contar, es cerrada cada año desde noviembre hasta marzo.

Actividades

El gobierno local quiere que la Plaza de les Glòries se convierta en uno de los centros neurálgicos de la ciudad tal como lo había imaginado el urbanista que ensanchó Barcelona, Ildefons Cerdà. Para ello, promete organizar actividades para vecinos y turistas mientras duran las obras de soterramiento de la vía. Los hombres del alcalde Xavier Trias (CiU) están convencidos de que la Torre Agbar y la mole de concreto del Museu del Disseny forman un enclave idílico para atraer a jóvenes italianos o despedidas de soltera de inglesas.

El Ayuntamiento destinará casi 700.000 euros a promover nuevos lugares de interés turísticos en barrios como Horta-Guinardó, Nou Barris, Bon Pastor, Sant Andreu y Baró de Viver. «Hay que conseguir que los beneficios que aporta el turismo repercutan en todos los barrios, y para hacerlo posible es indispensable hacer realidad iniciativas como estas», explica la teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens (CiU).

Quedará por ver si los turistas en vez de ir al mercado de la Boquería terminan en el centro comercial Les Glòries y si en lugar de ver ir a ver estatuas en La Rambla prefieren fotografiar a los skaters del Fòrum. El uso de la ruta turística verde parece mostrar el camino.

a.
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