Barcelona presenta el lifting más ambicioso para Las Ramblas

El Ayuntamiento invertirá más de 35 millones en reformar los 1,2 kilómetros de Las Ramblas, y promoverá actuaciones para gestionar la presión turística

Alrededor de 250.000 personas (hasta 300.000 los fines de semana) transitan cada día por Las Ramblas de Barcelona. Excepto en ocasiones como la festividad de Sant Jordi, pocos vecinos se animan a pasear por sus 1.235 metros de largo sorteando turistas, terrazas, kioscos y vendedores ambulantes.

Para recuperar este paseo y mejorar su urbanismo el Ayuntamiento presentó el anteproyecto de renovación, que implicará una inversión de 35,6 millones de euros y que se ejecutará en cinco etapas, comenzando a fines de 2019 por el tramo más cercano al mar.

Menos tránsito, más peatones

Uno de los aspectos más destacados es que se reducirá la calle a unos 3,5 metros de ancho, suficientes para que circule un autobús, pero que imposibilita el adelantamiento. Los metros ganados servirán para ampliar las aceras laterales (que llegarán a los tres metros) y el paseo central, que tendrá entre 11 metros en tramo más angosto hasta 30 en el sector más ancho.

Las calles de Las Ramblas se reducirán a 3,5 metros y se ganará espacio para las aceras laterales y el paseo central

Junto a las aceras habrá un cordón de servicio de 2,8 metros de ancho sólo para carga y descarga, delimitado por luces LED. Fuera de los horarios autorizados, es un espacio que se recupera para la circulación del peatón.

Recuperación de espacios singulares

Hay tres puntos, llamados ‘espacios singulares’ que serán reformados para mejorar los flujos de tránsito peatonal con las calles de El Raval y el Barrio Gótico, y que permitirán distinguir mejor la arquitectura de los edificios (palacios e iglesias emblemáticos) que los rodean.

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El paseo central y las veredas laterales de Las Ramblas serán más anchas.

Estos son el espacio del Palau Moja y la Iglesia de Belén, la Plaza de L’Os y el Liceu, y la Plaza del Teatro con el Teatro Principal.

En este segundo punto se contempla que haya un memorial por los atentados del 17 de agosto, pero la regidora de Ciutat Vella Gala Pin dijo que el proyecto se tiene que consensuar con los familiares de las víctimas.

Integración de los extremos con el entorno

Los extremos de Las Ramblas se integrarán mejor con el entorno, tanto en la parte oeste –lindante con Plaza Cataluña y Ronda Pelai- y la este –a la altura de Drassanes-. En este sector se prevé que haya 34 bancos y 113 sillas, junto con nuevas zonas verdes.

Se colocarán más bancos en Las Ramblas, sobre todo en el sector de Drassanes, y se reorganizará la distribución de kioscos y paradas

También aumentará el número de sillas a lo largo del paseo y se reubicarán siete árboles, mientras que el resto mejorará con la instalación de un regadío automático.

El pavimento de Las Ramblas será cambiado por piezas de un formato más pequeño, mientras que en los ‘espacios singulares’ tendrán un diseño diferente que se unificará estéticamente con la calle.

Reorganización de los kioscos

Los kioscos de revistas, así como los de flores y otras paradas serán reubicadas teniendo en cuenta la ampliación del paseo central. De los primeros, indicó Pin, solo quedarán 11 cuando termine la concesión en 2030, y se colocarán de manera que no queden enfrentados entre ellos.

Las paradas de los floristas se concentrarán, precisamente, en la Rambla de las Flores – Sant Josep, pero con nuevas distancias entre ellos y que no queden uno frente al otro.

Las pocas cabinas telefónicas que sobreviven serán quitadas, y se renovará la señalización con un diseño más intuitivo.

Lo que quedará por decidir, indicó Pin en la presentación realizada en el Liceu, es cuántas terrazas se asignan a cada restaurante o bar, lo que se debe consensuar con las asociaciones del sector.

“Las Ramblas se vacía de vecinos”

El plan de reforma fue elaborado por el colectivo Km-Zero, integrado por arquitectos, urbanistas, biólogos, economistas y otros profesionales.

Una de sus representantes, la exteniente de alcalde Itziar González, calificó a Las Ramblas como una calle “que se llena de gente y se vacía de vecinos”.

Por ello, además de la reforma urbanística, también se destinaron 1,4 millones de euros a elaborar un plan de acción para recuperar la pertenencia de los residentes al paseo.

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La regidora de Ciutat Vella Gala Pin en la presentación del proyecto para Las Ramblas.

En el Plan de Estrategias de Actuación (DEA) analiza cómo gestionar los espacios con excesiva afluencia de gente, contiene propuestas para reorientar los servicios mejorando su calidad “para acabar con los monocultivos” del turismo “y apostar por el comercio de proximidad”, y también una serie de medidas para revitalizar los equipamientos y la cultura.

En las 53 medidas que tienen en carpeta se busca proteger el patrimonio arquitectónico de los edificios que rodean al paseo, visibilizar la programación cultura resaltando sus centros más potentes, como el Liceu, el centro Santa Mònica y el Palau de la Virreina, y evitar la gentrificación con la creación de una figura urbanística que preserve a las viviendas por sobre otros usos.

“Buscamos una transformación al servicio de las personas, y no como fue históricamente, que se hizo al revés”, sintetizó la teniente de alcalde Janet Sanz, a cargo del área de Ecología, Urbanismo y Movilidad.

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