Barcelona planta cara al barco-hotel de Gibraltar

El barco fantasma del puerto de Barcelona sigue dando de qué hablar. El ayuntamiento ha iniciado una doble vía legal para cobrar el último año del amarre y para recibir una indemnización por el fracaso del proyecto.

La polémica por el barco-hotel, que debía atracar en el Puerto de Barcelona, prosigue. El ayuntamiento de la capital catalana ha iniciado los trámites legales para exigir compensaciones a la empresa Sunborn al considerar vulnerado el contrato entre ambas partes.

El barco fantasma –como lo llaman varios ediles del consistorio– fija ahora rumbo a Gibrarltar. La noticia saltó a los medios de comunicación a finales de septiembre. Desde entonces, la polémica por un proyecto que desde su inicio fue muy criticado se ha avivado.

El Ejecutivo municipal del alcalde Xavier Trias (CiU) ha tomado cartas en el asunto. Según ha detallado en comisión municipal la responsable del área económica de la ciudad, Sònia Recasens (CiU), se ha iniciado una doble vía legal.
      

 
BCN quiere cobrar el amarre y compensaciones por el fiasco

 
La edil, a preguntas del Partido Popular, ha indicado que por un lado se trabaja por rescindir el contrato y cobrar el canon del amarre reservado en el puerto del Fòrum. Por otro, también se ha enviado un requerimiento judicial a Sunborn por incumplimiento contractual. Recasens ha pedido calma a la oposición porque al tratarse de un tema de complejidad jurídica no se puede dar un paso en falso.

El proyecto, ya fracasado, nace de un contrato firmado en 2006. Se trataba de una alianza entre las la empresa Sunborn, Husa hoteles –como gestor del establecimiento– y el entonces alcalde Joan Clos (PSC). El pacto acordaba que el barco debía estar amarrado a principios de 2008 durante diez meses y así en los años sucesivos.

El navío nunca llegó y desde esa fecha hasta 2012 el ayuntamiento permitió una rebaja del canon anual de 360.000 euros a 36.000. Desde el pasado año, el consistorio exige cobrar el impuesto de forma íntegra. Sunborn ahora tiene hasta finales de octubre para presentar alegaciones a las reclamaciones de la ciudad.

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