Baleares prepara leyes para expulsar al turismo de borrachera

El Gobierno autonómico reconoce que no tiene base jurídica para actuar contra los empresarios de Magaluf. Estudia sanciones administrativas para impedir su proliferación.

El Gobierno balear estudia cambiar la legislación para frenar la proliferación del turismo de borrachera. En las últimas semanas, los escándalos de varios locales en Magaluf –donde se ofrecían copas gratis a cambio de felaciones— han situado a las islas en el centro del debate público. Mientras no se cambian las leyes, la administración pública sólo puede incrementar las inspecciones y hacer campañas informativas.
      

 
Las autoridades reconocen que tienen problemas para sancionar los comportamientos incívicos con la actual legislación

 
El conseller balear de Turisme i Esports, Jaime Martínez, ha asegurado que en las islas “no caben según qué empresas y según qué turistas que generan este tipo de actividades”. El alto cargo ha hecho estas declaraciones tras la reunión del Consejo Asesor de Turismo. Este organismo reúne a las administraciones públicas, al sector y a los partidos políticos, para analizar esta problemática y trabajar de manera conjunta con el fin de ofrecer soluciones.

Los asistentes han coincidido en las dificultades legales para que no se repitan comportamientos incívicos como realizar felaciones a cambio de alcohol gratis, o que los turistas deambulen desnudos por la noche, porque no están tipificados como un delito en el Código Penal.

Por ello, las administraciones públicas y el sector estudiarán qué tipo de legislación se puede aprobar para sancionar este tipo de comportamiento que genera una negativa imagen para Baleares como destino turístico.

Las islas baleares pueden tomar como ejemplo la ordenanza municipal del civismo de Barcelona. La capital catalana ha elevado sus medidas contra el turismo de borrachera a medida que han aumentado el número de turistas. La Ciudad Condal sanciona a las personas que vayan por la calle sin ninguna prenda en la parte superior del cuerpo, así como los bares que realicen ofertas alcohólicas como las barras libres.

Pese a todo, el Gobierno autonómico quiere ser prudente. El consejero de turismo ha recordado que Gran Bretaña es el segundo mercado turístico para Baleares, por lo que «hay que cuidarlo» y se debe trasladar «mensajes positivos». En este contexto, Martínez ha defendido que en las islas cabe «todo tipo de oferta», también la del ocio nocturno, pero siempre de calidad. «¿Ocio nocturno y diversión? Absolutamente sí, pero de calidad», ha subrayado.

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