Australia inaugura un museo en la Gran Barrera de Coral

El Museo de Arte Submarino (MOUA) coloca una de sus instalaciones en la Gran Barrera de Coral para fomentar la protección y el estudio de los arrecifes

No es el único museo submarino pero sí el primero en el hemisferio sur. Su ubicación no puede ser más extraordinaria: la Gran Barrera de Coral, el arrecife más grande y famoso del mundo ubicado frente a la costa de Queensland, en Australia, tan extenso que puede observarse desde el espacio.

A unas dos horas de Townsville en barco, la instalación submarina, que lleva por nombre John Brewer Reef Coral Greenhouse, es solo una parte del Museo de Arte Submarino (MOUA).

El artista Jason deCaires Taylor cuenta con una instalación también en Lanzarote, igualmente sumergida

El MOUA

Se trata de una estructura de 12 metros de largo en la que se distribuyen 20 estatuas que representan a científicos estudiando el coral. Con más de 500 piezas de acero y hormigón, la obra en conjunto tiene un peso de 64 toneladas. Sería capaz de resistir a un ciclón de categoría 4.

coral greenhouse. Foto MOUA

Coral Greenhouse. Foto: MOUA.

Todo el conjunto es obra del artista Jason deCaires Taylor, escultor precisamente reconocido por desarrollar su obra en el reino submarino, que utiliza como espacio expositivo pero también como tema central de sus trabajos, en los que explora aspectos como la conservación y el activismo ambiental.

Suyas son las obras en el Parque de Esculturas Subacuáticas de Molinere frente a las costas de Granada, en el Caribe, el Museo Subacuático de Arte en México, en la costa de Cancún, el Museo Atlántico en Lanzarote -primero en Europa de estas características- o Corolarium, en el atolón Shaviyani de Maldivas.

Como en experiencias anteriores, la obra busca llamar la atención y abrir el debate sobre nuestra relación con los mares y, especialmente, sobre su conservación.

Obra de arte y laboratorio

El lugar escogido responde a criterios como la clara visibilidad, el buen estado del coral y la base de arena totalmente plana. Aunque las restricciones al turismo impuestas como consecuencia del coronavirus motivaron el retraso de su inauguración, las esculturas permanecen en el mar desde el pasado mes de diciembre.

Coral Greenhouse. jason decaires taylor 07922

Coral Greenhouse. Foto: MOUA.

“Cuando hablamos de arrecifes, estamos hablando mucho de lo que estamos dejando para las generaciones más jóvenes”, explicó Taylor a CNBC. “También quería alentar a más jóvenes a la ciencia marina y a explorar y comprender el mundo submarino”. Otra parte del proyecto pasa por involucrar a las comunidades locales, de modo que sean “embajadores del arrecife, algo así como guardianes”. Sin duda, son los mauores interesados en su evolución.

Además, una vez instalada en el fondo del mar, la obra evoluciona, sigue viva. Según el propio artista, “pertenecen al océano y a todas las criaturas que viven allí”.

En este sentido, además de como atractivo turístico y hábitat para las criaturas marinas, la obra de arte funciona también como laboratorio: allí se analizan valores como la salinidad del agua y sus los niveles de pH y oxígeno. Una cámara subacuática vigila atenta la evolución de los corales.

Una estatua que cambia de color

Otra de las instalaciones que forman parte del museo se eleva sobre el paseo marítimo de Townsville. Se trata de una escultura que representa a una joven de una comunidad local, los Wulgurukaba. Bautizada como ‘Ocean siren’, la joven, inspirada en Takoda Johnson, de cinco metros de altura, mira a la tierra de sus antepasados, afirma el escultor. Su principal característica, sin embargo, es que cambia de color en función de la temperatura del océano, para lo que emplea datos recopilados por la estación meteorológica Davies Reef que, a su vez, proceden de sensores colocados en la Gran Barrera de Coral.

Ocean Siren. Foto MOUA

Ocean Siren. Foto: MOUA.

Instalada a unos 30 metros de la costa, se convierte así en un constante aviso y recordatorio del aumento de temperatura del mar, así como de las consecuencias que este fenómeno tiene para la Tierra.

Otras dos instalaciones completarán el MOUA, una en la Isla de la Palma de Queensladn y otra en Magnetic Island. Se espera que estén concluidas en 2021.

 

a.
Ahora en portada