Así son los ocho jardines botánicos más espectaculares del mundo

De Londres a Mauricio y de Singapur a Montreal, pasando por Ciudad del Cabo, Sídney, Tokio y Nong Nooch, recorremos los jardines más hermosos del mundo

Diversidad, conservación, belleza. Los jardines botánicos son lugares destinados al estudio y el cuidado de la flora, en los que, con la naturaleza como gran protagonista, podemos perdernos para admirar la genial combinación de la grandiosidad de nuestra Tierra con esa serenidad y esa quietud que únicamente el mundo vegetal es capaz de transmitirnos.

El origen de estos espacios naturales se remonta a las civilizaciones más antiguas, como Grecia o Roma, pero es en el Renacimiento cuando surgen los jardines botánicos como hoy los conocemos, gracias al impulso del estudio de las propiedades de las plantas en las facultades de medicina.

Especies en peligro de extinción, arbustos autóctonos, árboles centenarios, plantas florales o aromáticas, palmeras, frutales y un sinfín de variedades vegetales son custodiadas en los jardines botánicos del mundo

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Especies en peligro de extinción, arbustos autóctonos, árboles centenarios, plantas florales o aromáticas, palmeras, frutales y un sinfín de variedades vegetales son custodiadas en los jardines botánicos del mundo. Descubrimos ocho de los más interesantes.

Jardín Botánico de Montreal.
La mariposa monarca es un símbolo del Jardín Botánico de Montreal.

Royal Botanic Gardens Kew, Londres

Con la mayor colección de plantas vivas del mundo -alrededor de 50.000-, el jardín botánico londinense es uno de los rincones verdes más admirables y uno de los lugares más interesantes para la investigación botánica.

Sus 120 hectáreas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2003 y guardan en su interior invernaderos, jardines y un importante banco de semillas.

Con la mayor colección de plantas vivas del mundo -alrededor de 50.000-, el jardín botánico de Londres es uno de los lugares más interesantes para la investigación botánica

Decenas de especies y plantas exóticas conviven entre sus espacios desde hace más de 200 años, generando un espectáculo de colores y aromas sin igual.

Desde tulipanes, lirios y rosas hasta el aro gigante, la flor más grande del mundo -con un peso de 90 kilos-, en peligro de extinción, pasando por hongos, arbustos, el parque nos ofrece la oportunidad de admirar la belleza de los bosques de todo el mundo. Y es que Kew Gardens es un mundo en sí.

Jardín Botánico Kew, Londres.
Jardín Botánico Kew, Londres.

Jardín Botánico Sir Seewoosagur Ramgoolam de Pamplemousses, Mauricio

Su origen se remonta a 1736, pero no fue hasta 1767 cuando se convirtió en jardín botánico con especies importadas de países lejanos.

La imagen que define al jardín Sir Seewoosagur Ramgoolam de Mauricio son sus nenúfares gigantes o pamplemousses

En sus más de 33 hectáreas presenta una estampa única: la de sus nenúfares gigantes o pamplemousses. Esta especie acuática con hermosas flores blancas y rosadas comparte protagonismo con la Avenue La Bourdonnais, custodiada por un imperial y centenario baobab. Entre sus especies destacadas se encuentran hermosas flores de loto, un bosque de bambú de La India, agathis, árboles de la familia de las araucarias y una palmera talipot, muy singular por su floración única a los 40 años de vida, poco antes de morir.

Tortugas gigantes, ciervos, papagayos y zorros voladores pasean a sus anchas por el recinto.

Jardín Botánico Pamplemousses

Singapore Botanic Gardens, Singapur

Son 160 los años que celebra uno de los jardines botánicos más exóticos y exuberantes que podemos visitar. Este ‘pulmón verde’ de Singapur recorre 63,7 hectáreas que dan vida a miles de especies vegetales entre las que se incluyen más de 3.000 tipos de orquídeas custodiadas en el National Orchid Garden.

El Singapore Botanic Garden custodia más de 3.000 variedades de orquídeas

A lo largo de su extensión, praderas, lagos, bosques y un sinfín de árboles, arbustos y otras plantas se combinan con una pequeña selva pluvial, su aromático jardín de especias, el Ginger Garden y un completo herbario.

Reconocido desde 2015 como Patrimonio de la Humanidad, se ha convertido en el lugar perfecto para albergar especies tropicales y de otros continentes, y custodiar sus Majestic mature trees, considerados patrimonio natural del país.

Jardín Botánico Singapur.
Jardín Botánico Singapur.

Jardín Botánico Nacional Kirstenbosch, Sudáfrica

Situado en Ciudad del Cabo, sus 528 hectáreas custodiadas por la Montaña de la Mesa protagonizan un entorno de frondosa y densa vegetación. Patrimonio de la Humanidad desde 2004, es uno de los grandes jardines botánicos del mundo, tanto por su extensión como por ser el primero de su género dedicado a la flora indígena de un país.

Y es precisamente su riqueza autóctona lo que lo convierte en una atracción fascinante, con más de 7.000 variedades expuestas a lo largo del paseo de los fynbos.

Suculentas, domésticas y olorosas completan la visita a Kirstenbosch. Un jardín de cícadas presenta algunas variedades de esta antigua planta similar a las palmeras; en la Rocalla de Mathew se cultivan plantas que se desarrollan en los roquedales; y en el invernadero podemos admirar algunos de los más importantes biotipos de África, así como un gigantesco baobab.

Jardín Botánico Kirstenbosch, Ciudad del Cabo.
Jardín Botánico Kirstenbosch, Ciudad del Cabo.

Jardín Botánico de Montreal, Canadá

Otro de los grandes jardines botánicos, con más de 75 hectáreas de extensión y una colección que supera las 220.000 especies de plantas de todo el mundo repartidas a lo largo de sus invernaderos y jardines, entre los que se encuentran uno japonés, otro chino, el arboretum y el de las Primeras Naciones.

Con más de 75 hectáreas de extensión y 220.000 especies de plantas de todo el mundo, el de Montreal es uno de los grandes jardines botánicos del mundo

Inaugurado en 1931, en 1970 se convirtió en uno de los espacios de reserva vegetal más importantes del país.

Entre sus actividades destaca la puesta en libertad de las mariposas monarca, criadas en un recinto especial del propio jardín; así como la competición anual de masaicultura (creación de obras vivientes forradas de flores) realizadas por artistas de todo el mundo.

Jardín Botánico de Montreal, Canadá.
Jardín Botánico de Montreal, Canadá.

Reales Jardines Botánicos de Sídney, Australia

Como un oasis verde en medio de la ciudad se encuentra el jardín botánico de Sídney, con la flora australiana como protagonista y una de las mejores vistas de su famosa Ópera.

El jardín botánico de Sídney, fundado en 1816, es la institución científica más antigua de Australila

Fue fundado en 1816, por lo que se trata de la más antigua institución científica de Australia. Desde su creación ha desempeñado un papel fundamental en la aclimatación de plantas procedentes de otras regiones, presentando interesantes trabajos para la Agenda Internacional para la Conservación de los Jardines Botánicos.

Sus más de 9.000 taxones invitan a entrar en contacto con la naturaleza a la que se suman zorros voladores o cacatúas, que comparten espacio con enormes coníferas, helechos arborescentes, plantas herbáceas perennes y gondwanas.

Jardín Botánico Sídney, Australia.
Jardín Botánico Sídney, Australia.

Jardín Botánico Tropical de Nong Nooch, Tailandia

Situado en la provincia de Chon Buri, alberga alrededor de 15.800 variedades de plantas en sus más de 200 hectáreas.

Fue fundado en 1954 con la idea de crear en él una importante plantación de árboles frutales, pero finalmente se convirtió en un jardín tropical con magníficas vistas y cientos de coloridas flores con deliciosos aromas que invaden el lugar en cada estación del año.

Laberintos repletos de hojas, piedras, pequeños templos y estatuas nos esperan dentro de sus dominios desde su apertura al público en 1980.

En la actualidad, la administración del jardín continúa sus labores de investigación, desarrollo y conservación de las especies vegetales entre las que destacan una vasta colección de palmeras y otras plantas tropicales.

Jardín Botánico Tropical de Nong Nooch (Tailandia).
Jardín Botánico Tropical de Nong Nooch (Tailandia).

Jardín Botánico Koishikawa KÅrakuen, Tokio

La fantástica armonía nipona se refleja a la perfección en el que es uno de los jardines botánicos más antiguos del mundo, creado en 1684.

Dedicado a la investigación y a la exposición de las especies, presenta su mejor momento en otoño, cuando las hojas de sus arces se tornan rojizas. Pero los ciruelos y cerezos también ofrecen un espectáculo digno de admirar durante la primavera, cuando las floraciones de los ume y los sakura brindan al jardín de una estampa única.

A pesar de sus pequeñas dimensiones, la belleza del lugar en cada estación del año lo hace original y encantador.

Jardín Botánico Koishikawa, Tokio.
Jardín Botánico Koishikawa KÅrakuen, Tokio. Foto Turismo de Tokio.

Más de 4.000 árboles y arbustos albergan colecciones de frutales, azaleas, camelias, aceres, prímulas y bonsáis que van evolucionan a lo largo del año creando paisajes tan cambiantes como admirables.

El objetivo principal del parque es la conservación de plantas endémicas amenazadas de las islas Bonin y Yakushima.

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