El primer periscopio creado para descubrir los secretos del mar

Un artista australiano crea un periscopio invertido, donde en un paseo marítimo cerca de Sídney se puede ver cómo el mar golpea dentro del acantilado

El periscopio permite ver cómo el mar golpea las rocas. Foto Joel Adler

Los periscopios tradicionalmente han sido los ojos de los submarinos, creado para pueda explorar qué sucede sobre la superficie del mar.

Pues en Australia, en los suburbios de Sídney, se encuentra el primer periscopio invertido de mundo, que funciona de la misma manera en sus juegos de reflejos, pero que está pensado para descubrir rincones del mar fuera de la vista humana.

El periscopio que parece una escultura

La idea es del artista australiano Joel Adler, que construyó este particular periscopio con aires de escultura de arte contemporáneo.

El periscopio se asoma al precipicio. Foto Joel Adler

La estructura consiste en un armazón de acero que resguarda una serie de espejos que totalizan 200 kilos.

El periscopio consiste en una estructura de 200 kilos sostenida por 6,3 toneladas de hormigón

Este periscopio está rodeado por 6,3 toneladas de hormigón que imitan las formas de los acantilados.

La nueva atracción cercana a Sídney

La atracción se encuentra en el paseo marítimo del pueblo de Vaucluse, un suburbio a cinco kilómetros del centro de Sídney.

El periscopio se eleva sobre el vacío, con el mar a sus pies. Los visitantes, al mirar por el marco de acero, pueden ver cómo las olas golpean con furia las rocas, un espectáculo que es imposible de ver desde la altura del sendero.

Más refuerzo para el periscopio

Originalmente el periscopio se había construido en 2019 para el festival Esculturas junto al Mar, organizado para dotar de obra de arte a las playas de Bondi, en la misma zona cercana a Sídney.

Pero cuando se dispuso su traslado al parque Lighthouse Reserve, fueron necesarios añadir otras tres toneladas de hormigón para evitar que el viento lo tumbe y arrastre a las profundidades.

El periscopio se encuentra a las afueras de Sídney. Foto Joel Adler

Adler dice que se inspiró en la interacción de hombre con el mar para crear este periscopio-escultura.

La idea recuerda a otras obras de arte producidas para aprovechar los movimientos y la vida del mar, como las esculturas que pueblan los numerosos museos acuáticos del mundo, o el órgano que funciona con olas en el paseo marítimo de Zadar, creado por Nikola Bašic.

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