Así es el museo que recrea el universo mágico de Hans Christian Andersen

Odense (Dinamarca) inicia la cuenta atrás para inaugurar un museo dedicado a la fantasía de Hans Christian Andersen. Diseñado por Kengo Kuma, todo es mágico en torno a este lugar

Foto: HC Andersen House.

Sin líneas rectas, sin fachada, sin un recorrido evidente, entre jardines laberínticos y con dos tercios de su superficie bajo tierra: el nuevo museo dedicado a Hans Christian Andersen en su ciudad natal, Odense (Dinamarca) es lo más parecido a perderse en uno de sus cuentos.

Magia, fantasía y estímulos sensoriales son las líneas maestras del proyecto, que abrirá sus puertas –por fin- el 30 de junio, justo para las vacaciones de verano, en las que muchos daneses, como tantos otros europeos, se decantarán por el turismo nacional.

Diseñada por el arquitecto japonés Kengo Kuma (responsable, entre otros, del Estadio Olímpico de Tokio o la nueva Biblioteca Ibsen, en Noruega) y con la participación de una docena de artistas, la nueva Casa de HC Andersen no es un museo al uso. Con el objetivo de interpretar la obra del popular escritor de cuentos infantiles, desde su concepción hasta su banda sonora, es un viaje a la infancia, pero también a un mundo, el de los cuentos, mucho más profundo y rico de lo que pudiera parecer a simple vista.

Foto: H.C. Andersen’s House.

Una experiencia completa

“Se trata de originar una experiencia artística completa en la que arquitectura, sonido, voz y un flujo de imágenes originen de forma constante nuevos encuentros entre el visitante y los cuentos de Andersen”, explica el inspector del museo, Henrik Lübker.

El nuevo museo ofrecerá una nueva forma para explorar el trabajo y la obra de Andersen

Para lograrlo, Kuma se inspiró en parte en el cuento de El Yesquero, en el que un soldado accede a través de un árbol hueco a un mundo subterráneo desconocido. Del mismo modo, hasta dos terceras partes del edificio, que cuenta con 5.600 metros cuadrados, están bajo tierra. Sin ninguna fachada clara y con varios volúmenes en forma de círculos concéntricos hechos de madera y cristal y, en algunos casos, coronados por vegetación, para acceder hay que atravesar un laberinto en forma de jardín que refuerza el carácter mágico del museo.

Según detalla el propio arquitecto, “La idea refleja el método de Andersen, en el que un mundo pequeño de repente se expande en un universo mayor. En ese universo no hay orden jerárquico, ni fachada ni dirección definida”.

Foto: H.C. Andersen’s House.

También importante en el relato del museo es lo que Kuma llama la “dualidad de los opuestos” que rodean al ser humano: lo real y lo imaginario, la naturaleza y las creaciones humanas, lo humano y lo animal, la luz y la oscuridad.

Por su parte, la ausencia de líneas rectas y la absoluta preponderancia de las curvas entronca con la idea de que los cuentos esconden cosas y obligan al lector a averiguar su significado real, una apuesta por la ambigüedad vinculada a la forma de pensar del autor de El traje nuevo del Emperador, El patito feo, La Sirenita y La Reina de las Nieves.

Arte de 12 nacionalidades

Una vez traspasados los jardines colgantes y las setas gigantes y ya en el interior, el museo busca recrear la experiencia de la vida y los cuentos de Andersen a través de obras de una docena de artistas que han reinterpretado algunas de sus obras más famosas.

Entre ellos, una española, Sandra Rilova, autora de muchas de las ilustraciones y animaciones que decoran el interior del edificio. Además, el brasileño Henrique Oliveira, que ha montado una instalación inspirada en El Yesquero.

Foto: H.C. Andersen’s House.

El guionista danés Kim Fupz Aakeson y el escritor estadounidense Daniel Handler, más conocido por su pseudónimo Lemony Snicket, han construido las experiencias auditivas que acompañan al visitante en su recorrido, que de momento solo se puede disfrutar en danés y en inglés.

“No queríamos construir un edificio lleno de datos, no queremos ser un museo, sino un cuento de hadas. Queremos inspirar”

Henrik Lübker

Es, además, un museo participativo, en el que las obras expuestas apelan continuamente al espectador, que en un espejo virtual puede verse a sí mismo vestido con las ropas y adornos más suntuosos, mientras quienes lo contemplan desde el otro lado no ven más que el vestuario original, a imitación de El traje nuevo del emperador.

Espectadores y protagonistas

En la instalación titulada La sombra, en homenaje a otro de los relatos más famosos de Andersen, es la propia silueta del visitante la que toma forma y se comporta de forma inesperada, al igual que en el cuento.

La Sirenita. Foto: Noah Harris Agile Films.

En otro de los espacios interiores, objetos de viaje y recuerdos del escritor se ‘pelean’ de forma virtual sobre su importancia para Andersen, mientras sus manuscritos, poemas y obras dramáticas piden ser leídos en alto y figuras de papel reclaman ser liberadas por el visitante.

A través de todas estas instalaciones y obras artísticas se va tejiendo también la historia del escritor, lo que permite prescindir de los habituales carteles explicativos con largas explicaciones cronológicas.

“No queríamos construir un edificio lleno de datos, no queremos ser un museo, sino un cuento de hadas. Queremos inspirar”, resume Lübker.

Soft opening

Ni siquiera el 30 de junio, cuando lo inaugure la reina Margarita II, el museo se habrá completado totalmente. Con un coste de 390 millones de coronas danesas (52,4 millones de euros) ha sufrido importantes retrasos por la pandemia y las restricciones a los viajes y el transporte de materiales.

Foto: H.C. Andersen’s House.

Ubicado en el centro de Odense, la tercera ciudad de Dinamarca, y a pocos metros de la casa natal del escritor, el exterior no habrá sido terminado, tampoco el jardín, aunque los responsables aseguran que todas las instalaciones interiores estarán listas, salvo un espacio reservado para zona de juegos infantil.

La decisión de seguir adelante con la inauguración pese a los retrasos responde al deseo de aprovechar la temporada alta de vacaciones estivales y recibir así al mayor número de visitantes posibles. Con todo, espera recibir entre 200.000 y 300.000 visitantes anuales.

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