A estas espectaculares playas españolas solo se puede llegar en barco

Están en España pero no son accesibles a todos: hace falta un barco para disfrutar de algunas de las mejores playas y calas del país

Urbanas, recónditas, con todos los servicios o prácticamente salvajes. España suma alrededor de 8.000 km de costas que atesoran playas capaces de enamorarnos (y de competir en cualquier ranking posible). Estas cinco son las más espectaculares a las que solo se puede acceder en barco.

La Costa Brava, con dos recónditas calas, y las islas Baleares, con tres, destacan en este top 5 votado por los usuarios de la plataforma Samboat, pionera en el alquiler de barcos entre particulares.

Situada a unos ocho km de Cadqués, Cala Culip es una hermosa playa que, además, está cargada de historia; bajos sus aguas se han encontrado restos de naufragios de barcos fenicios, griegos y romanos

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Cala Culip, Cadaqués

Ubicada a pocos kilómetros del faro del Cap de Creus, Cala Culip es una de las pocas playas donde aún se puede fondear si se accede en barco.

Cala Culip, Cadaqués. Foto Samboat.
Cala Culip, Costa Brava. Foto cortesía Samboat.

Situada en el conocido como ‘mar de arriba’, se trata de una cala cargada de historia, donde se han encontrado naufragios de barcos fenicios, griegos y romanos, por lo que resulta imprescindible realizar una inmersión o, al menos, un chapuzó con gafas y tubo.

El paisaje geológico es absolutamente impresionante, de hecho, se dice que el lugar inspiró a Salvador Dalí en muchas de sus obras maestras.

Pese a que se recomienda la llegada en barco, también se puede acceder a pie tras una caminata de alrededor de 30 minutos.

Cala Ferriol, Costa Brava

Oculta en el Parque Natural de Montgrí, uno de los sitios más salvajes y bellos de la Costa Brava, cuenta con alrededor de 150 metros de longitud que, sumada a aguas cristalinas, la convierten en un paraíso virgen.

Entre sus particularidades, la desembocadura de un pequeño riachuelo que baja de las montañas y los islotes que la salpican. También es perfecta para practicar snorkel.

 

No es posible acceder en coche y el sendero forestal desde la Cala Montgó hasta la Cala Ferriol requiere aproximadamente de una hora de caminata, por eso el barco se convierte en una excelente opción para disfrutarla.

Cala Fornells, Menorca

En el sur de la isla de Mallorca se esconde la Cala Fornells. Pequeña, rodeada de rocas y enmarcada por una fina arena, es una de esas playas en las que el azul se declina en tonalidades tan hermosas que parecen irreales.

Cala Fornells, Mallorca. Foto Samboat.
Cala Fornells, Mallorca. Foto cortesía Samboat.

Además de disfrutar de sus aguas transparentes, es un lugar idílico para relajarse ante una puesta de sol.

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Espalmador, Formentera

A 150 metros al norte de Formentera, en las Baleares, Espalmador es una lengua de tierra blanca que emerge entre aguas transparentes, lo que la convierte en un lugar paradisíaco para fondear.

Se trata de una isla, más bien un pequeño islote, de apenas 2.900 m de longitud y 800 m de anchura, de propiedad privada.

Espalmador, en Formentera. Foto Samboat.
Espalmador, en Formentera. Foto cortesía Samboat.

Además del barco, solo se puede acceder, en días en los que el mar esté en absoluta calma, nadando o caminando (con al agua al cuello) desde la vecina Formentera a través del Pas des Trucadors.

Cala Trebalúger, Menorca

Para quienes piensan en Baleares como un destino masificado en verano, aún hay lugares como Trebalúger, refugios perfectos de quietud y, sobre todo, soledad.

Posiblemente la playa menos frecuentada de Menorca debido a su difícil acceso, con la excepción de los afortunados que puedan llegar a ella en barco, es un arenal virgen reservado a unos pocos privilegiados.

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